Parece una broma de mal gusto decir que el Congreso (que integra a las dos Cámaras de Legisladores) nunca descansa. En la cultura política de nuestro país —heredada de una tradición de muchos políticos corruptos e incompetentes—, nos habíamos acostumbrado a pensar que los diputados “son flojos” e inútiles. Por años, se ha internalizado en la mente de muchos ciudadanos esta terrible fama. “Todos son iguales”, “son unos ladrones” y “que los desaparezcan”, son sólo algunos de los comentarios que muchos solíamos decir al referirnos a la clase política mexicana. Sin embargo, en esta 4ta. Transformación estamos trabajando justo con el afán y la voluntad de redignificar la política y nuestro compromiso con la sociedad y el necesario cambio de valores y percepciones.
La principal función de un legislador (ya sean diputados o senadores) es la de elaborar las leyes y modificarlas. Ello lo hacemos en el transcurso de los dos periodos ordinarios que hay en el año (de septiembre a diciembre y de febrero a mayo). Además de estos dos periodos ordinarios, existen otros dos intertiempos llamados “la Permanente”. La Comisión Permanente se reúne —ya sea en los recintos legislativos de San Lázaro o en la sede del Senado en Reforma— para que las actividades del Congreso sigan sin ninguna interrupción temporal. Así es como el Congreso mexicano trabaja TODO el año. Estos dos otros momentos son de diciembre a enero y de junio a agosto de cada año legislativo.
Además de la elaboración del marco normativo que nos rige, los legisladores tenemos otras atribuciones y responsabilidades: fiscalizamos recursos públicos y se ratifican nombramientos de funcionarios y embajadores. También, y muy importante, nos comprometemos con el cuidado y la protección de los legítimos intereses de todos los ciudadanos.
En la actividad parlamentaria, la representación ciudadana (además de la hechura de las leyes) se traduce en los exhortos o proposiciones que se pueden presentar para que las autoridades de los otros poderes del Estado informen o —en caso de que sea procedente— realicen acciones en beneficio de los habitantes de un determinado estado, municipio, o incluso, sobre algún asunto de carácter más general.
Siendo la Comisión Permanente el espacio de trabajo —interperiodos ordinarios— en el que las Cámaras de Diputados y Senadores estamos reunidos para seguir trabajando más allá del tiempo ordinario, por lo tanto resulta muy importante lo que ahí podemos seguir haciendo en materia legislativa.
La Comisión Permanente se conforma de 37 miembros camarales, de los cuales, 19 son Diputados y 18 son Senadores. En esta Comisión Permanente, se incluyen también asuntos de la agenda política del país. Es un lugar de trabajo muy importante también para debatir sobre temas relevantes de la política nacional.
Buscamos que, ahora, la Permanente se convierta en un espacio que permita un alto grado de transparencia y se note la vocación del nuevo gobierno para transformar a fondo el modo de hacer la política en estos nuevos tiempos. Nada de madruguetes ni negociaciones “en lo oscurito”, como muchas veces ocurrió en tiempos pasados. Queremos que la imagen cambie y asumimos una responsabilidad de trabajo para irlo logrando poco a poco.
Son muchos los problemas de la población en los cuales pretendemos incidir de forma positiva ejerciendo nuestras facultades como diputados. Es por ello que es un honor trabajar de forma permanente también. En esta oportunidad, me siento muy agradecida de la distinción de haber sido elegida, por segunda ocasión, para participar en la actual Comisión Permanente que corre del 12 de diciembre de 2019 al 29 de enero del año 2020.
Aprovecho estas líneas para desearles una feliz Navidad en compañía de sus seres queridos y amigos. Estamos seguros de que la transformación de México también resultará en mayor felicidad y bienestar para todos los mexicanos. Que así sea.
Diputada Federal
https://www.facebook.com/angeleshuertadip/
https://twittera.com/gelahuerta
