Por Helena Verron
A partir de la explosión de la era digital, el sector inmobiliario ha tenido que adaptarse a la tendencia y adoptar nuevas herramientas que le ayuden a ser más eficiente y productivo. Las nuevas tecnologías son tan avanzadas que han revolucionado nuestros procesos de compra y venta de propiedades, así como la manera en la que vivimos.
Como profesionales de la industria es nuestro deber estar atentos a estos cambios y actuar con ética, de un modo proactivo e inteligente para que la tecnología sea nuestra aliada en la rapidez y eficiencia. Después de todo, el profesional inmobiliario es quien tiene la sensibilidad y el conocimiento para atender al cliente.
Es necesario estar al tanto de la evolución digital para seleccionar las herramientas que realmente nos aporten soluciones. Tengamos en cuenta que la tecnología es inevitable y hoy es preciso implementar algunos de los cambios que llegaron para quedarse:
- Automatización de procesos: la simplificación administrativa y operativa en el campo inmobiliario cubre desde la gestión de propiedades hasta la firma de contratos. Se ha logrado que las tareas rutinarias se realicen eficientemente dejando tiempo para dedicarse a la estrategia.
- Acceso global a la información: gracias a la digitalización, el proceso para acceder a la información se ha democratizado; tanto compradores como asesores pueden buscar propiedades, comparar información y analizar tendencias de mercado desde cualquier dispositivo. El impacto ha sido mayormente positivo, pero es necesario estar alertas a posibles fraudes inmobiliarios, como los listados fantasmas o el robo de identidad. Como sector, debemos rechazar y, sobre todo, denunciar estas actividades ilícitas.
- Transparencia y seguridad en las transacciones: tecnologías como blockchain y los contratos inteligentes han hecho que las transacciones sean cada vez más transparentes y seguras. El objetivo en el mundo inmobiliario es disminuir el riesgo de fraudes y agilizar los procesos de cierre de negociaciones para tranquilidad tanto del asesor, como del cliente.
Con el avance de la Inteligencia Artificial, pronto nacerán nuevas herramientas que continuarán acelerando el proceso digital y que hoy ni siquiera contemplamos. Posiblemente, surjan soluciones que en un inicio no estén pensadas para la industria inmobiliaria, pero que se podrán adaptar. Como esta tendencia es imparable, será positivo abrazar los avances que nos faciliten el trabajo para adoptar tecnología digital con mayor facilidad mediante estas recomendaciones:
Colaboración primero, competencia después: contar con una red de profesionales inmobiliarios que compartan conocimientos, habilidades y recursos es de gran utilidad para enfrentar la complejidad de las innovaciones. La colaboración no solo se presenta como una estrategia inteligente, sino como una necesidad para destacar en el sector inmobiliario.
Actualizarse continuamente: estar al tanto de las tendencias, herramientas tecnológicas y cambios en regulaciones fortalece no solo al negocio o al asesor inmobiliario, sino que contribuye a elevar los estándares del sector. La actualización continua es un catalizador para la adaptabilidad y la innovación.
Centrarse en el cliente: se deben construir relaciones sólidas basadas en la confianza. Aquellos asesores inmobiliarios cuya prioridad es la experiencia del cliente, superan sus expectativas al crear conexiones emocionales que van más allá de cerrar una transacción. La atención personalizada, la transparencia en la comunicación y la adaptabilidad a las necesidades individuales son elementos esenciales para forjar experiencias positivas que solo un humano puede brindar.
La transformación digital en el sector inmobiliario nos ofrece oportunidades emocionantes: los profesionales inmobiliarios pueden posicionarse como líderes en una industria que se encuentra en constante evolución, ofreciendo servicios más eficientes y personalizados a sus clientes. La digitalización no es solo una tendencia momentánea, es la ruta hacia el futuro del sector.
*CEO de The Smart Flat