Al trol le gusta trolear sin control
Si usted ha entrado a las redes sociales entonces lo conoce; tal vez ha sido blanco de sus ataques… o ¿a lo mejor es usted uno de ellos? ¡Claro que no! Me refiero al trol, ese ser que pasea por todas las redes sociales viendo por dónde mete cizaña, buscando a quién criticar o balconear, incluso juzgando y señalando “con índice de fuego” a otras personas de la red, haciendo que éstos se cansen, molesten, enojen, lloren y pataleen por el bullying que les hacen.
Este oficio de “poner gorro” y molestar se le conoce como trolear, y vaya que hay personas que se dedican con singular arrojo a esta actividad. Hay trols de política que, mientras le echan a un candidato, así como no queriendo apoyan a otro candidato; también hay trols dedicados a linchar a cuanta persona no piense igual que ellos, del tema que sea: que si comes esto, que si te vistes así, que si le vas a tal equipo de futbol… ¿le suena familiar? Trolear es lo que hace el trol y esta palabra tiene diferentes orígenes posibles. Una versión de Noruega nos dice que el troll es un monstruo muy feito, como un duende bien malo que se anda escondiendo y de repente sale a hacer sus travesuras… tal como los trols de twitter, que escondidos en el anonimato atacan por igual a artistas, presidentes, cantantes o a gente normal como usted o como yo... el chiste es llamar la atención.
Los que aman de la pesca conocen bien lo que es trolear: tirar un anzuelo desde una lancha en movimiento para atraer a los peces y así atraparlos. También es parecido a lo que hacen los trols de internet cuando lanzan sus comentarios ofensivos para ver quién se engancha en ellos. Ya nada más se gancha alguien en la discusión y se arma “el despapaye”, la discusión pues. ¿Y quién gana? Generalmente nadie.
En algunas ciudades de México podemos ver por las calles a los trolebuses, que son camiones que en lugar de moverse gracias a un motor de combustión interna, utilizan un motor eléctrico que se alimenta de electricidad por medio de unas varas que salen del techo y se conectan a una red eléctrica instalada en las calles. Trolebús se llama y muchos lo conocen nada más como “trole”, aunque de hecho el trole es el nombre del sistema de pértigas, es decir, esas varas largas que le mencioné anteriormente. Trole proviene del inglés trolley que significa “carretilla”.
Con este calor se antoja un trole. ¿Un qué? Un trole… de mango o de limón. Bueno, por si usted no lo sabe, permítame explicarle. En el norte, a un vaso de hielo finamente molido con sabor de frutas o de chile o de frutas con chile, le llamamos trolebús o simplemente trole. ¿Por qué? No sé, la verdad. Hay quien dice que el nombre es porque antes andaba por las calles de la ciudad un trolebús vendiendo estas heladas delicias. El trole de hielo es muy parecido a la raspa o raspado, nada más que en lugar de hielo molido, el raspado —como su nombre lo indica— trae hielo que se raspa con un raspador especial para desprenderlo de una gran barra de hielo.
¿Conoce usted a más troles? ¡Escríbame y los troleamos… digo, los comentamos!
Consultorio Verbalcomodijo2@hotmail.com
PREGUNTA DEL PÚBLICO:Gabriela Prado pregunta: ¿Cuál es la forma correcta? ¿Hubiera o hubiese?
RESPUESTA: En todos los verbos, el pretérito imperfecto del modo subjuntivo puede usarse indistintamente con la terminación “era” o “ese”. Hubiera o hubiese, quisiera o quisiese, amara o amase, etc.
AHORA PREGUNTO: A mi tío Glafiro le decían siempre que era un gran demóstenes. ¿Por qué? ¿Qué es lo que distingue a un demóstenes?
a.- Que es muy justo.
b.- Que es muy buen orador.
c.- Que es muy bueno para las matemáticas.
d.- Que es muy generoso.
RESPUESTA:b. Un demóstenes se le dice a una persona que es muy buena para la oratoria. Por Demóstenes, un excelente orador de la Grecia antigua.
Me voy dejándole esta reflexión: Libros, caminos y días, le dan al hombre sabiduría. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.