¿Cómo dijo?
No tengo dinero ni nada que dar
Así decía el buen cantante Juan Gabriel. “No tengo dinero ni nada que dar, lo único que tengo es amor para amar”. Así le dijo a su chava que por lo visto era medio interesada porque estaba terca que quiere casarse, seguramente con un vestido de moda carísimo y en un salón muy elegante. El pobre Juan Gabriel le dice “espérame, al rato nos casamos, déjame juntar un dinerito para poder pagar el pachangón que tú te mereces”.
La palabra dinero proviene del denarius, el denario que era una moneda romana. Tener denarios era tener riqueza, tener dinero, tener lana. ¿Y por qué lana? Es que en un tiempo el ganado era como un elemento de cambio, por eso se llama ganado porque es lo que ganaste, vacas, chivas y borregos, porque tener esos animalitos era tener riquezas.
La verdad es que, aunque sea una frase hecha, no por eso deja de ser cierta cuando dice que el dinero mueve al mundo, que todo en esta vida se hace con un interés y el interés máximo es tener dinero, mucho dinero, porque tener dinero significa tener poder, significa tener la fuerza necesaria para hacer que las cosas se hagan como a uno “se le da la gana”. Aunque también es cierto que “el dinero no compra la felicidad” pero ¡bien que calma los nervios!
Tener borregos era tener lana en un tiempo en el que ni soñaban con las fibras sintéticas. Si querías tener dinero comerciabas con los borregos y con la lana que ellos producían y que se convertía en recursos, en dinero contante y sonante como le decimos ahora, aunque si no son monedas, pues el dinero es contante pero no sonante: ni los billetes ni las tarjetas de crédito suenan, mucho menos la moneda electrónica bitcoin, que es todo un fenómeno actual en la economía.
Las monedas son el dinero metálico. Los romanos tenían a la diosa Juno Moneta y en el templo dedicado a ella se acuñaban unas piezas metálicas que llamaban monetas que para los franceses fueron monnaie, para los ingleses money y finalmente para nosotros: monedas.
El dinero es la marmaja, sulfuro de hierro que brilla y que por eso se usa como apodo del dinero, aunque sepamos que “no todo lo que brilla es dinero”. El señor es muy rico, trae “con queso las gordas” —para decir coloquialmente que trae “con qué pagar”—, tiene mucho billete o billullo como se le dice al billete en muchas comunidades.
Normalmente la morralla es moneda fraccionaria, la calderilla o menudo como le dicen también los hispanos o los morlacosLos morlacos literalmente eran los naturales de Morlaquia, antiguo país europeo, pero ahora los morlacos son los centavos, el efectivo o circulante.
Y ya mejor me retiro porque luego me gana la ambición y eso no es sano; porque recuerde usted que el dinero no hace la felicidad… ¡la compra hecha!
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:Magda Gutiérrez: ¿Cómo debe decirse, grapar o engrapar?
RESPUESTA:Las dos formas se consideran correctas.
AHORA PREGUNTO: El verbo ahora es engastar y la pregunta dice ¿qué significa engastar?
a.- Derrochar el dinero
b.- Encajar una cosa en otra
c.- Desgastar algo usándolo repetidamente
d.- Guardar el dinero obsesivamente
RESPUESTA: b.Engastar es encajar, embutir una cosa en otra. Por ejemplo, una esmeralda engastada en oro.
Me voy con esta reflexión: un libro abierto es un cerebro que habla, cerrado un amigo que espera, olvidado un alma que perdona, destruido un corazón que llora.¿Cómo dijo?