/ jueves 9 de enero de 2020

¿Cómo dijo? 

El poder de la palabra


Andando en este camino investigando sobre las palabras y la manera en que las usamos para comunicarnos, se topa uno con todo tipo de gente. Muchas personas demuestran tener una intensa curiosidad por la palabra y sus orígenes, sus usos y la relación que van formando en conjunto con otras palabras.

Otras personas, de plano, tratan a las palabras como “simplemente palabras”, asegurando —usando palabras, por cierto— que éstas son simples letras ordenadas de cierta manera y que el conjunto de palabras va formando oraciones. Esto obviamente es cierto pero si su descripción de las palabras llega solo hasta ese punto, entonces se están quedando muy cortos.

Las palabras tienen poder, y mucho. Empezando por el poder más básico de la palabra que es el de nombrar a las cosas para identificarlas. ¿Cómo llamarle hogar o casa a ese lugar en el que vivimos? Hasta para pensar en una casa, necesito a la palabra “casa”, porque si no, es muy difícil imaginármela; pero si conozco la palabra y me la dices: “casa” de inmediato ya está una en mi mente.

Luego puedes describir, con gran detalle, esa casa —y cualquier otra cosa— utilizando adjetivos que son otras palabras. Una “casa roja”, me dices, y ya usaste el poder de las palabras para que mi cerebro dibujara una casa de ese color. ¡Es el poder de la comunicación! Transmito un mensaje con palabras y hay un efecto, muy específico, en quien lo escucha.

Sin palabras no tenemos poder. ¿Cómo le diríamos al taquero que nos prepare una orden de bistec con todo, o bien, cómo podríamos describir el Teorema de Pitágoras? Ambas son cosas de inmensa relevancia.

La palabra hablada tiene poderes grandísimos. Cuando tu hijo es apenas un bebé y pronuncia su primera palabra, el grandioso poder se manifiesta en las emociones que surgen en ti cuando la escuchas. Las palabras de aliento, las de consuelo: “te quiero…” “lo siento mucho…” “perdón…” Las palabras tienen el poder de producir alivio, de sanar heridas que de ninguna otra forma pueden curarse.

¿Y la palabra escrita? ¡Es más poderosa aún! “Pónmelo por escrito” así decimos para formalizar cualquier cosa que es importante. Las leyes, cuando se ponen por escrito usando las palabras, es cuando realmente adquieren su poder.

Las palabras crean y destruyen; aman y odian; empiezan y terminan.Y con ese poder que me otorga la palabra, puedo despedirme ahora de usted, mi querido lector, pidiéndole que usted también use ese poder… y si es para crear el bien, ¡mucho mejor! Hasta luego.

Consultorio Verbal

Comodijo2@hotmail.com

Monterrey, N.L.

PREGUNTA DEL PÚBLICO: Ana Dinorah Gutiérrez me comenta: “Escuché varias veces decir a mi abuelo que un amigo de él era angurriento, pero nunca supe qué es eso”.

RESPUESTA: En México, angurriento es una persona que orina muy frecuentemente.

AHORA PREGUNTO: Es probable que haya probado usted el giste. ¿Qué es el giste?

a.- Es un dulce de leche.

b.- Es un tipo de pescado.

c.- Es la espuma de la cerveza.

d.- Es una hierba que se puede tomar o fumar.

RESPUESTA: c. El giste es la espuma de la cerveza.

Una frase de Frank Zappa para terminar: “No se puede tener un país de verdad si no tiene una cerveza y una aerolínea… ayuda que tenga un equipo de futbol pero por lo menos debe tener una cerveza. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.


El poder de la palabra


Andando en este camino investigando sobre las palabras y la manera en que las usamos para comunicarnos, se topa uno con todo tipo de gente. Muchas personas demuestran tener una intensa curiosidad por la palabra y sus orígenes, sus usos y la relación que van formando en conjunto con otras palabras.

Otras personas, de plano, tratan a las palabras como “simplemente palabras”, asegurando —usando palabras, por cierto— que éstas son simples letras ordenadas de cierta manera y que el conjunto de palabras va formando oraciones. Esto obviamente es cierto pero si su descripción de las palabras llega solo hasta ese punto, entonces se están quedando muy cortos.

Las palabras tienen poder, y mucho. Empezando por el poder más básico de la palabra que es el de nombrar a las cosas para identificarlas. ¿Cómo llamarle hogar o casa a ese lugar en el que vivimos? Hasta para pensar en una casa, necesito a la palabra “casa”, porque si no, es muy difícil imaginármela; pero si conozco la palabra y me la dices: “casa” de inmediato ya está una en mi mente.

Luego puedes describir, con gran detalle, esa casa —y cualquier otra cosa— utilizando adjetivos que son otras palabras. Una “casa roja”, me dices, y ya usaste el poder de las palabras para que mi cerebro dibujara una casa de ese color. ¡Es el poder de la comunicación! Transmito un mensaje con palabras y hay un efecto, muy específico, en quien lo escucha.

Sin palabras no tenemos poder. ¿Cómo le diríamos al taquero que nos prepare una orden de bistec con todo, o bien, cómo podríamos describir el Teorema de Pitágoras? Ambas son cosas de inmensa relevancia.

La palabra hablada tiene poderes grandísimos. Cuando tu hijo es apenas un bebé y pronuncia su primera palabra, el grandioso poder se manifiesta en las emociones que surgen en ti cuando la escuchas. Las palabras de aliento, las de consuelo: “te quiero…” “lo siento mucho…” “perdón…” Las palabras tienen el poder de producir alivio, de sanar heridas que de ninguna otra forma pueden curarse.

¿Y la palabra escrita? ¡Es más poderosa aún! “Pónmelo por escrito” así decimos para formalizar cualquier cosa que es importante. Las leyes, cuando se ponen por escrito usando las palabras, es cuando realmente adquieren su poder.

Las palabras crean y destruyen; aman y odian; empiezan y terminan.Y con ese poder que me otorga la palabra, puedo despedirme ahora de usted, mi querido lector, pidiéndole que usted también use ese poder… y si es para crear el bien, ¡mucho mejor! Hasta luego.

Consultorio Verbal

Comodijo2@hotmail.com

Monterrey, N.L.

PREGUNTA DEL PÚBLICO: Ana Dinorah Gutiérrez me comenta: “Escuché varias veces decir a mi abuelo que un amigo de él era angurriento, pero nunca supe qué es eso”.

RESPUESTA: En México, angurriento es una persona que orina muy frecuentemente.

AHORA PREGUNTO: Es probable que haya probado usted el giste. ¿Qué es el giste?

a.- Es un dulce de leche.

b.- Es un tipo de pescado.

c.- Es la espuma de la cerveza.

d.- Es una hierba que se puede tomar o fumar.

RESPUESTA: c. El giste es la espuma de la cerveza.

Una frase de Frank Zappa para terminar: “No se puede tener un país de verdad si no tiene una cerveza y una aerolínea… ayuda que tenga un equipo de futbol pero por lo menos debe tener una cerveza. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.