/ sábado 30 de diciembre de 2017

¿Cómo dijo?

■ Problemas con el pasado

Hay quien dice e insiste en decir que el idioma español es más difícil que el inglés y que muchas otras. ¿Usted qué opina? me preguntan. No sé, no tengo elementos suficientes para juzgar a otros idiomas. Lo que sí sé es que uno de los aspectos más difíciles del idioma español es la conjugación de los

verbos.

A los que nacimos hispanoparlantes se nos hace muy natural conjugar los verbos que son de uso cotidiano, pero aún así, hay algunos de esos verbos que nos presentan serias dificultades y nos provocan frecuentes

confusiones.

Por ejemplo, digamos de un conductor, sea de un vehículo o de un programa de televisión es probable que se atore en el pasado… no, no que él o ella se atoren realmente sino que tengan problemas al usar el verbo conducir en tiempo pretérito, porque en lugar de decir “yo conduje”, es probable que digan “yo conducí”, o que digan “yo conduje y tú condujiste”, pero lo correcto es “yo conduje y tú condujiste”. Problemas similares van a tener con verbos parecidos como traducir o seducir.

Cuando usted camina, ¿lo hace erguido? Bueno pues la palabra erguido es participio pasivo del verbo erguir y ese verbo también tiene sus “bemoles” (acuérdeme más adelantito de explicarle lo de los “bemoles”). Estábamos con el verbo erguir y si yo estoy agachado y luego me enderezo, usando el verbo erguir ¿cómo debo decir? ¿yo me qué? ¿Yo me ergo? No, para nada. Lo correcto es “yo me yergo” pero según el Diccionario de la Lengua Española también es correcto decir “yo me irgo” ¿no le suena? Pues a mí tampoco pero así lo dice la Academia.

En tiempo pretérito, el verbo erguir es “yo me erguí, tú te erguiste, él se irguió, nosotros nos erguimos, etc” y así hasta que terminan todos bien

derechitos.

Cuando mi abuela hacía pollo deshuesado le quedaba riquísimo, pero lo más espectacular era deshuesar al plumífero amigo y dejar la pura carnita para que nos la comiéramos sin molestias ni peligros de que se nos fuera a atragantar un hueso en el gaznate con resultados desastrosos. Pues resulta que el verbo deshuesar presenta también ciertas dificultades al conjugarlo.

Debo aclarar que los problemas no son tanto con el verbo deshuesar sino con desosar que significa lo mismo pero no se conjuga igual: aunque el presente es igual: yo deshueso, tú deshuesas, él deshuesa, etc. el participio es desosado en lugar de deshuesado y el futuro es desosaré, desosarás, desosará, en lugar de deshuesaré, deshuesarás, deshuesará. Bueno pero ya estuvo suave de huesos. Vamos a dejarlos en paz.

Antes de que se me olvide le prometí aclararle porque se dice que algo “tiene sus bemoles” cuando se quiere decir que “tiene sus dificultades”. Lo que pasa es que el bemol es una nota musical de un semitono más debajo de su sonido natural. Eso (yo no entiendo mucho de música, pero es lo que me han dicho) es algo difícil de tocar y por eso cuando algo es difícil se compara con esa nota.

Otros verbos que le dejo de tarea para que investigue su cotización son predecir, discernir, colegir y envarar. Ahí se los encargo.

■ Problemas con el pasado

Hay quien dice e insiste en decir que el idioma español es más difícil que el inglés y que muchas otras. ¿Usted qué opina? me preguntan. No sé, no tengo elementos suficientes para juzgar a otros idiomas. Lo que sí sé es que uno de los aspectos más difíciles del idioma español es la conjugación de los

verbos.

A los que nacimos hispanoparlantes se nos hace muy natural conjugar los verbos que son de uso cotidiano, pero aún así, hay algunos de esos verbos que nos presentan serias dificultades y nos provocan frecuentes

confusiones.

Por ejemplo, digamos de un conductor, sea de un vehículo o de un programa de televisión es probable que se atore en el pasado… no, no que él o ella se atoren realmente sino que tengan problemas al usar el verbo conducir en tiempo pretérito, porque en lugar de decir “yo conduje”, es probable que digan “yo conducí”, o que digan “yo conduje y tú condujiste”, pero lo correcto es “yo conduje y tú condujiste”. Problemas similares van a tener con verbos parecidos como traducir o seducir.

Cuando usted camina, ¿lo hace erguido? Bueno pues la palabra erguido es participio pasivo del verbo erguir y ese verbo también tiene sus “bemoles” (acuérdeme más adelantito de explicarle lo de los “bemoles”). Estábamos con el verbo erguir y si yo estoy agachado y luego me enderezo, usando el verbo erguir ¿cómo debo decir? ¿yo me qué? ¿Yo me ergo? No, para nada. Lo correcto es “yo me yergo” pero según el Diccionario de la Lengua Española también es correcto decir “yo me irgo” ¿no le suena? Pues a mí tampoco pero así lo dice la Academia.

En tiempo pretérito, el verbo erguir es “yo me erguí, tú te erguiste, él se irguió, nosotros nos erguimos, etc” y así hasta que terminan todos bien

derechitos.

Cuando mi abuela hacía pollo deshuesado le quedaba riquísimo, pero lo más espectacular era deshuesar al plumífero amigo y dejar la pura carnita para que nos la comiéramos sin molestias ni peligros de que se nos fuera a atragantar un hueso en el gaznate con resultados desastrosos. Pues resulta que el verbo deshuesar presenta también ciertas dificultades al conjugarlo.

Debo aclarar que los problemas no son tanto con el verbo deshuesar sino con desosar que significa lo mismo pero no se conjuga igual: aunque el presente es igual: yo deshueso, tú deshuesas, él deshuesa, etc. el participio es desosado en lugar de deshuesado y el futuro es desosaré, desosarás, desosará, en lugar de deshuesaré, deshuesarás, deshuesará. Bueno pero ya estuvo suave de huesos. Vamos a dejarlos en paz.

Antes de que se me olvide le prometí aclararle porque se dice que algo “tiene sus bemoles” cuando se quiere decir que “tiene sus dificultades”. Lo que pasa es que el bemol es una nota musical de un semitono más debajo de su sonido natural. Eso (yo no entiendo mucho de música, pero es lo que me han dicho) es algo difícil de tocar y por eso cuando algo es difícil se compara con esa nota.

Otros verbos que le dejo de tarea para que investigue su cotización son predecir, discernir, colegir y envarar. Ahí se los encargo.