- Las partes del cuerpo como referencia
Recién empezaba la humanidad, el hombre así como andaba, todo greñudo y barbón con taparrabos o sin él, pronto se dio cuenta que necesitaba medidas… Bueno, él, entonces no les llamaba así, pero empezó a ver que necesitaba referencias o patrones para medir las cosas.
Las primeras medidas eran por supuesto muy primitivas: Un puñado, una piedra, un montoncito o un montonzote. Te doy tres puñados de este grano y me das tres de ese polvito que brilla… Bueno, mira hermano, si quieres te doy tres puñados de granos y te los dejo en dos puñados de polvo. Sí, pero nada más que tú tienes las manos muy chiquitas y a mí me dicen la dedona… No exactamente así, pero algún trato o intercambio habrían de tener.
Mira, dijo alguno de nuestros antepasados. Vamos a usar una calabaza o un casco de calabaza y cambiamos una calabaza de granos por una del polvito… Entonces ya la calabaza era una primera medida que aún siendo imprecisa, pues ya daba más oportunidad para que el intercambio fuera más justo. Igual en vez de calabaza usaban el cráneo de algún animal o qué sé yo.
Ya en la época de los romanos empezaron a tomar como referencia las partes del cuerpo humano, y entonces alguien debe haber dicho: Sí, vamos a medir las cosas en dedos, en manos o pies, pero ¿cuál mano cuál dedo y cuál pie, porque va a ser muy diferente un dedo si tomamos como base los de mi sobrinito que si usamos para ello los de mi tío que es proctólogo y urólogo, o sea especialista en enfermedades del recto y del aparato urinario.
Y dijeron, pues vamos a tomar como base órganos de tamaño medio, ni de un enano ni de un gigante. Me parece bien, diría tal vez su interlocutor, y así nacieron medidas como el dedo, la mano, el pie y luego le siguieron con otras cosas como el grano de cierta planta o lo que mueve un caballo de tamaño mediano en cierto tiempo y así se hizo y aún en la actualidad siguen usándose muchas de esas medidas.
En muchos casos son múltiplos o fracciones de determinadas medidas conocidas como por ejemplo la onza, palabra que deriva del latín uncia, que viene siendo la doceava parte de la libra romana, equivalente a 27.29 g.
También tenemos el caso del quilate, medida que se usa para pesar piedras preciosas. La palabra quilate es de origen árabe y deriva de quirat que se refiere a una semilla de algarrobo (un árbol), o sea que originalmente se tomaba esa semilla como referencia para calcular el peso de una piedra preciosa y de lo cual depende en parte su valor. Incluso hay quien dice que la palabra gramo deriva de grano porque también se refiere originalmente a eso, a un determinado grano tal vez de trigo, de cabada o de algún otro cereal.
De las medidas romanas ya se han establecido equivalencias y un digitus (un dedo) vale poco más de 29.5 cms. y un palmus (un palmo) es igual a algo más que 7 cms. Hay un palmipes (una mano), un cubitus (un codo), un pes (un pie) y un passus (un paso), todos con su correspondiente equivalencia en sistema métrico decimal.
