/ domingo 3 de octubre de 2021

¿Cómo dijo?

Los expertos en sabotaje

Si yo le pregunto a usted qué es un sabotaje, seguramente usted podrá decirme que se trata de un daño que se le hace a algo —a un lugar o a una máquina, por ejemplo— con el fin de establecer una postura contraria a la de alguna autoridad. Y estará en lo correcto, porque existen muchas maneras de sabotear algo que no necesariamente tiene que ser una cosa física, también se pueden sabotear ideas, decisiones, órdenes y muchos más.

Hay cosas interesantes acerca del sabotaje, empezando por el origen de la palabra. La versión más popular del origen de “sabotaje” dice que surgió en Francia, en donde se utilizaban unos zapatos de madera llamados sabots… unos zuecos, de esos que son muy famosos en Holanda. Allá por el siglo XVIII había un grupo de obreros de la industria textil que no estaban para nada contentos con el trato que les daba su patrón; así que un buen día, ya desesperados, decidieron colocar estratégicamente dentro de las máquinas de la empresa los sabots —o sea, los zuecos— de madera que utilizaban, con el fin de impedir su funcionamiento.

Por lo visto, lo lograron, pues de ahí nació el conocido sabotaje, como palabra y como actividad, lo que ha terminado por ser una práctica común en ambientes de conflicto… como en las guerras. En Estados Unidos, antes de que existiera la Agencia Central de Inteligencia —la CIA, que todos conocemos— ésta se llamaba Oficina de Servicios Estratégicos —OSS por sus siglas en inglés— y esta dependencia gubernamental, en el año 1944, publicó un librito que en realidad era un manual, llamado Manual del Sabotaje Simple en el Campo, enfocado en mostrar, tanto a agentes como civiles, las múltiples y prácticas formas de sabotear al enemigo en la Segunda Guerra Mundial.

En las poco más de treinta páginas de este histórico librito, se describen maneras muy fáciles para desestabilizar y afectar la productividad. Por ejemplo, si acaso trabajara usted en vender boletos para viajar en tren, el libro le recomienda: “cometa errores a la hora de hacer los boletos; haga dos boletos con el mismo asiento, de manera que un altercado interesante resulte entre los pasajeros; en lugar de imprimir los boletos, escríbalos a mano lentamente, prolongando el proceso hasta que casi sea la hora en que el tren arranque…” Leer esto me hace pensar si el dichoso manual no estará siendo utilizado todavía por ciertas personas.

Para los empleados de empresas donde pueda estar presente el enemigo, el manual de sabotaje recomienda: “Trabaje lento y piense en nuevas formas de incrementar el número de pasos para hacer su trabajo. Finja que las instrucciones para trabajar son difíciles de entender y nunca enseñe sus habilidades y experiencia a un trabajador novato”. Sí, definitivamente el manual todavía se usa.

Otras recomendaciones del librito incluyen: “Olvídese de poner papel higiénico en los sanitarios; Tape los excusados: sature una esponja con una solución con azúcar, apriétela fuertemente para formar una pelota y átela con un cordón y déjela secar. Al estar completamente seca, quite el cordón y la esponja tendrá la forma de una pequeña pelotita. Deséchela por el excusado y la esponja gradualmente se expandirá hasta su tamaño normal y tapará el drenaje”.

Así, el manual incluye muchísimas maneras más de crear diferentes formas de sabotaje, así que ¡Dios nos libre de que caiga en manos de nuestros enemigos!

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO: José Manuel Estrada pregunta si, en el juego de futbol, el árbitro es mujer, ¿se le puede llamar ‘árbitra’?

RESPUESTA: Sí, el femenino de árbitro es árbitra, así que es correcto y la Real Academia Española avala su uso.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es una carantamaula?

a. Una araña.

b. Una careta.

c. Una choza.

d. Una infección en la boca.

RESPUESTA: b. La carantamaula es una careta de cartón, de aspecto horrible y feo.

Frase práctica para despedirme: Si no soportas ver tu casa sucia, levántate y apaga la luz. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.

Los expertos en sabotaje

Si yo le pregunto a usted qué es un sabotaje, seguramente usted podrá decirme que se trata de un daño que se le hace a algo —a un lugar o a una máquina, por ejemplo— con el fin de establecer una postura contraria a la de alguna autoridad. Y estará en lo correcto, porque existen muchas maneras de sabotear algo que no necesariamente tiene que ser una cosa física, también se pueden sabotear ideas, decisiones, órdenes y muchos más.

Hay cosas interesantes acerca del sabotaje, empezando por el origen de la palabra. La versión más popular del origen de “sabotaje” dice que surgió en Francia, en donde se utilizaban unos zapatos de madera llamados sabots… unos zuecos, de esos que son muy famosos en Holanda. Allá por el siglo XVIII había un grupo de obreros de la industria textil que no estaban para nada contentos con el trato que les daba su patrón; así que un buen día, ya desesperados, decidieron colocar estratégicamente dentro de las máquinas de la empresa los sabots —o sea, los zuecos— de madera que utilizaban, con el fin de impedir su funcionamiento.

Por lo visto, lo lograron, pues de ahí nació el conocido sabotaje, como palabra y como actividad, lo que ha terminado por ser una práctica común en ambientes de conflicto… como en las guerras. En Estados Unidos, antes de que existiera la Agencia Central de Inteligencia —la CIA, que todos conocemos— ésta se llamaba Oficina de Servicios Estratégicos —OSS por sus siglas en inglés— y esta dependencia gubernamental, en el año 1944, publicó un librito que en realidad era un manual, llamado Manual del Sabotaje Simple en el Campo, enfocado en mostrar, tanto a agentes como civiles, las múltiples y prácticas formas de sabotear al enemigo en la Segunda Guerra Mundial.

En las poco más de treinta páginas de este histórico librito, se describen maneras muy fáciles para desestabilizar y afectar la productividad. Por ejemplo, si acaso trabajara usted en vender boletos para viajar en tren, el libro le recomienda: “cometa errores a la hora de hacer los boletos; haga dos boletos con el mismo asiento, de manera que un altercado interesante resulte entre los pasajeros; en lugar de imprimir los boletos, escríbalos a mano lentamente, prolongando el proceso hasta que casi sea la hora en que el tren arranque…” Leer esto me hace pensar si el dichoso manual no estará siendo utilizado todavía por ciertas personas.

Para los empleados de empresas donde pueda estar presente el enemigo, el manual de sabotaje recomienda: “Trabaje lento y piense en nuevas formas de incrementar el número de pasos para hacer su trabajo. Finja que las instrucciones para trabajar son difíciles de entender y nunca enseñe sus habilidades y experiencia a un trabajador novato”. Sí, definitivamente el manual todavía se usa.

Otras recomendaciones del librito incluyen: “Olvídese de poner papel higiénico en los sanitarios; Tape los excusados: sature una esponja con una solución con azúcar, apriétela fuertemente para formar una pelota y átela con un cordón y déjela secar. Al estar completamente seca, quite el cordón y la esponja tendrá la forma de una pequeña pelotita. Deséchela por el excusado y la esponja gradualmente se expandirá hasta su tamaño normal y tapará el drenaje”.

Así, el manual incluye muchísimas maneras más de crear diferentes formas de sabotaje, así que ¡Dios nos libre de que caiga en manos de nuestros enemigos!

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO: José Manuel Estrada pregunta si, en el juego de futbol, el árbitro es mujer, ¿se le puede llamar ‘árbitra’?

RESPUESTA: Sí, el femenino de árbitro es árbitra, así que es correcto y la Real Academia Española avala su uso.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es una carantamaula?

a. Una araña.

b. Una careta.

c. Una choza.

d. Una infección en la boca.

RESPUESTA: b. La carantamaula es una careta de cartón, de aspecto horrible y feo.

Frase práctica para despedirme: Si no soportas ver tu casa sucia, levántate y apaga la luz. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.