/ lunes 30 de noviembre de 2020

¿Cómo dijo? | La gracia de las gracias

Vaya susto que me llevé hace unos días en su casa —o sea, en la mía, pero así se dice por cortesía, no vaya a pensar que me metí realmente a su sagrado hogar— y me encontré un guajolote… bueno, en realidad no era un guajolote. Le explico: lo que pasa es que le encargaron a mi hijo disfrazarse de pavo para el Día de Acción de Gracias, así que ahí tiene a mi esposa, desde muy temprano, toda desmañada confeccionando —con lo que encontrara a la mano— un disfraz que como que quiere parecerse a un pavo… Uno no se espera tener esas impactantes sorpresas tan temprano por la mañana.

Luego me quedé pensando: ¿y qué hacen celebrando el Día de Acción de Gracias? ¿Qué no es una celebración de Estados Unidos? Pues sí, pero me dice mi esposa que, como es una escuela bilingüe, lo tienen que aprender. Para nuestros vecinos del Norte, esta es una de sus más arraigadas tradiciones y lo celebran el cuarto jueves de noviembre… y luego al día siguiente, ¡el famoso viernes negro!, que es el día en que los gringos casi se vuelven locos por los descuentos que ponen en las tiendas… y así los vemos, literalmente matándose a golpes por una pantalla de televisión en oferta.

No le platicaré sobre la historia sobre el Día de Gracias porque es una historia demasiado extensa para este espacio, pero sí de la palabra “gracias”. Dar las gracias es una fórmula de cortesía para demostrar agradecimiento, “muchas gracias, te agradezco, los momentos de felicidad…” y lógicamente viene de “gracia”, que es la cualidad que alguien tiene que lo hace agradable. A su vez, “gracia” viene del latín gratia que deriva de gratus, que entre sus significados tiene el de “alabanza” o “tributo”.

Otorgar gracia es perdonar, indultar. Cuando alguien es muy chistoso y nos hace reír, decimos que tiene mucha gracia, o sea que lo que dice nos parece muy gracioso.

Algunas personas no se dan cuenta del esfuerzo que implica realizar ciertas cosas y creen que todo se hace por la gracia de Dios, entendiéndose esta frase como los dones que nos regalan “desde allá arriba”, como el aire o la luz del sol.

Aquel amigo nos hace una “mala jugada”, nos perjudica y su actitud nos decepciona, entonces decimos: “ya cayó de mi gracia”, porque lo teníamos en un buen concepto, pero ya no. Y en el noticiero nos dan la violenta nota de que asesinaron a una persona y encontraron su cuerpo que presentaba el tiro de gracia, o sea que le dispararon en la cabeza para rematar al pobre individuo. Vemos este tipo de noticias muy frecuentemente, por desgracia.

A propósito, la palabra “desgracia” es la negación de la gracia y para eso le agregamos el prefijo des-, para definir algún suceso que nos produce dolor, tristeza, o para decir que de plano tenemos muy mala suerte.

Y, por desgracia, ese es todo el espacio que tengo por hoy, así que me despido de usted. ¡Adiós!

Consultorio Verbal

comodijo2@hotmail.com

Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO: Esperanza García pregunta si la palabra “guion” lleva tilde o no.

RESPUESTA: De la manera en que la pronunciamos en México —con diptongo— no debe de llevar tilde, ya que así es una palabra monosílaba, las que no llevan tilde.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es un lubigante?

a.- Un crustáceo.

b.- Una sustancia resbalosa.

c.- Un recepcionista.

d.- Un detergente.

RESPUESTA: a. Lubigante es un crustáceo parecido a la langosta.

Frase muy cierta para terminar: El envidioso no sabe lo que quiere hasta que te lo ve a ti. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.

Vaya susto que me llevé hace unos días en su casa —o sea, en la mía, pero así se dice por cortesía, no vaya a pensar que me metí realmente a su sagrado hogar— y me encontré un guajolote… bueno, en realidad no era un guajolote. Le explico: lo que pasa es que le encargaron a mi hijo disfrazarse de pavo para el Día de Acción de Gracias, así que ahí tiene a mi esposa, desde muy temprano, toda desmañada confeccionando —con lo que encontrara a la mano— un disfraz que como que quiere parecerse a un pavo… Uno no se espera tener esas impactantes sorpresas tan temprano por la mañana.

Luego me quedé pensando: ¿y qué hacen celebrando el Día de Acción de Gracias? ¿Qué no es una celebración de Estados Unidos? Pues sí, pero me dice mi esposa que, como es una escuela bilingüe, lo tienen que aprender. Para nuestros vecinos del Norte, esta es una de sus más arraigadas tradiciones y lo celebran el cuarto jueves de noviembre… y luego al día siguiente, ¡el famoso viernes negro!, que es el día en que los gringos casi se vuelven locos por los descuentos que ponen en las tiendas… y así los vemos, literalmente matándose a golpes por una pantalla de televisión en oferta.

No le platicaré sobre la historia sobre el Día de Gracias porque es una historia demasiado extensa para este espacio, pero sí de la palabra “gracias”. Dar las gracias es una fórmula de cortesía para demostrar agradecimiento, “muchas gracias, te agradezco, los momentos de felicidad…” y lógicamente viene de “gracia”, que es la cualidad que alguien tiene que lo hace agradable. A su vez, “gracia” viene del latín gratia que deriva de gratus, que entre sus significados tiene el de “alabanza” o “tributo”.

Otorgar gracia es perdonar, indultar. Cuando alguien es muy chistoso y nos hace reír, decimos que tiene mucha gracia, o sea que lo que dice nos parece muy gracioso.

Algunas personas no se dan cuenta del esfuerzo que implica realizar ciertas cosas y creen que todo se hace por la gracia de Dios, entendiéndose esta frase como los dones que nos regalan “desde allá arriba”, como el aire o la luz del sol.

Aquel amigo nos hace una “mala jugada”, nos perjudica y su actitud nos decepciona, entonces decimos: “ya cayó de mi gracia”, porque lo teníamos en un buen concepto, pero ya no. Y en el noticiero nos dan la violenta nota de que asesinaron a una persona y encontraron su cuerpo que presentaba el tiro de gracia, o sea que le dispararon en la cabeza para rematar al pobre individuo. Vemos este tipo de noticias muy frecuentemente, por desgracia.

A propósito, la palabra “desgracia” es la negación de la gracia y para eso le agregamos el prefijo des-, para definir algún suceso que nos produce dolor, tristeza, o para decir que de plano tenemos muy mala suerte.

Y, por desgracia, ese es todo el espacio que tengo por hoy, así que me despido de usted. ¡Adiós!

Consultorio Verbal

comodijo2@hotmail.com

Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO: Esperanza García pregunta si la palabra “guion” lleva tilde o no.

RESPUESTA: De la manera en que la pronunciamos en México —con diptongo— no debe de llevar tilde, ya que así es una palabra monosílaba, las que no llevan tilde.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es un lubigante?

a.- Un crustáceo.

b.- Una sustancia resbalosa.

c.- Un recepcionista.

d.- Un detergente.

RESPUESTA: a. Lubigante es un crustáceo parecido a la langosta.

Frase muy cierta para terminar: El envidioso no sabe lo que quiere hasta que te lo ve a ti. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.

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