/ jueves 30 de septiembre de 2021

¿Cómo dijo? | La necesidad de conversar

Todos sabemos lo que quiere decir “conversar”… ¡Pues claro! tener una conversación… Sí, pero ¿qué es una conversación? Pues platicar, hablar con otra persona, decirle lo que sentimos y escuchar lo que siente… eso es conversar, ¿verdad?

Como de costumbre, recurrimos a la etimología de la palabra para entenderla en un nivel más profundo. De manera general, la palabra “conversar” se compone del prefijo con que significa reunir, juntar, y versare que es girar, dar la vuelta. ¿Entonces “conversar” es “juntarse para dar la vuelta”? Pues más o menos, pero se refiere a darle la vuelta a los puntos de vista de quienes participan en la conversación… o sea que, para tener una, según el mismo origen de la palabra, se espera que las formas de pensar de quienes conversan cambien de una manera u otra, y eso es algo necesario.

Lamentablemente, el arte de conversar es uno que cada vez más se pierde. La vida tan rápida que llevamos y la comunicación unilateral, instantánea y permanente que proporcionan las redes sociales van acabando con el concepto auténtico de la conversación, en la que existe una interacción real entre dos personas… Al conversar, asumo que algunas de las cosas que me dices cambiarán mi forma de pensar, pero no por la fuerza.

Las personas que son buenos conversadores lo hacen de manera natural y fluida; no están interesados en vendernos un artículo o una idea… es más, no tienen la intención de que cambiemos nuestra forma de pensar. Ellos simplemente son francos, abiertos, transparentes… eso es lo que cautiva y abre la mente a que sus ideas compartidas, eventualmente, puedan cambiar a las nuestras, pero, le repito, no con la intención explícita de provocar este cambio de ideas.

Necesariamente, un buen conversador debe saber usar muy bien el lenguaje para asegurarse de que su mensaje es recibido con claridad por quien lo escucha. Las ideas que expresa son claras pero no premeditadas y estudiadas, sino naturales, espontáneas… o sea que no se nota que hace un esfuerzo para usar las palabras correctas y ni siquiera cuida eso, pues conoce al lenguaje y lo usa bien.

En cambio, el mal conversador hace un gran esfuerzo por encontrar las palabras adecuadas y, como este es un proceso que requiere de una actividad mental intensa, su cerebro tarda un tiempo considerable en encontrar las palabras adecuadas.

En esos tiempos “muertos”, si no dice algo, obviamente se crean silencios que son incómodos —principalmente para el que habla— y para evitarlos, se usan las famosas muletillas, que terminan siendo más molestas que el mismo silencio. Este, bueno, vaya, o sea, tipo, literal, ¿sabes? y un larguísimo etcétera representa la lista de palabras que son usadas como muletillas en la conversación diaria, mismas que hay que evitar al máximo.

Así que, si usted quiere ser un buen conversador, debe enfocarse primero en conocer bien al lenguaje, para que cuando lo haga sea de manera natural. Y recuerde que la intención no es convencer a quien nos escucha… eso ya es decisión de ellos. De hecho, si no nos empeñamos en cambiar su forma de pensar, es mucho más probable que lo hagamos.

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO. Joel Gómez comenta: “En un libro vi que era válido cambiar a la letra ‘ese’ en algunas palabras, como ‘esplicar’ en lugar de ‘explicar’, o ‘estraño’ en vez de ‘extraño’. ¿Es cierto?”

RESPUESTA: No, para nada. ¿Pues qué libros anda viendo? Algunas personas cambian la letra ‘x’ por la ‘s’ en palabras que empiezan con ‘ex’, como: explicar, exponer, excelente, exquisito, etcétera. No debe cambiarse a explicar, esponer, excelente, esquisito porque no es correcto y se debe evitar.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es dacriorrea?

a. Pronunciar rápidamente.

b. Producir muchas lágrimas.

c. Amamantar durante tiempo prolongado.

d. No distinguir ciertos colores.

RESPUESTA: b. La dacriorrea es el exceso de flujo lagrimal.


Frase cierta para despedirme: Ver el amanecer es hermoso, lo malo es que lo pusieron en un pésimo horario. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.

Todos sabemos lo que quiere decir “conversar”… ¡Pues claro! tener una conversación… Sí, pero ¿qué es una conversación? Pues platicar, hablar con otra persona, decirle lo que sentimos y escuchar lo que siente… eso es conversar, ¿verdad?

Como de costumbre, recurrimos a la etimología de la palabra para entenderla en un nivel más profundo. De manera general, la palabra “conversar” se compone del prefijo con que significa reunir, juntar, y versare que es girar, dar la vuelta. ¿Entonces “conversar” es “juntarse para dar la vuelta”? Pues más o menos, pero se refiere a darle la vuelta a los puntos de vista de quienes participan en la conversación… o sea que, para tener una, según el mismo origen de la palabra, se espera que las formas de pensar de quienes conversan cambien de una manera u otra, y eso es algo necesario.

Lamentablemente, el arte de conversar es uno que cada vez más se pierde. La vida tan rápida que llevamos y la comunicación unilateral, instantánea y permanente que proporcionan las redes sociales van acabando con el concepto auténtico de la conversación, en la que existe una interacción real entre dos personas… Al conversar, asumo que algunas de las cosas que me dices cambiarán mi forma de pensar, pero no por la fuerza.

Las personas que son buenos conversadores lo hacen de manera natural y fluida; no están interesados en vendernos un artículo o una idea… es más, no tienen la intención de que cambiemos nuestra forma de pensar. Ellos simplemente son francos, abiertos, transparentes… eso es lo que cautiva y abre la mente a que sus ideas compartidas, eventualmente, puedan cambiar a las nuestras, pero, le repito, no con la intención explícita de provocar este cambio de ideas.

Necesariamente, un buen conversador debe saber usar muy bien el lenguaje para asegurarse de que su mensaje es recibido con claridad por quien lo escucha. Las ideas que expresa son claras pero no premeditadas y estudiadas, sino naturales, espontáneas… o sea que no se nota que hace un esfuerzo para usar las palabras correctas y ni siquiera cuida eso, pues conoce al lenguaje y lo usa bien.

En cambio, el mal conversador hace un gran esfuerzo por encontrar las palabras adecuadas y, como este es un proceso que requiere de una actividad mental intensa, su cerebro tarda un tiempo considerable en encontrar las palabras adecuadas.

En esos tiempos “muertos”, si no dice algo, obviamente se crean silencios que son incómodos —principalmente para el que habla— y para evitarlos, se usan las famosas muletillas, que terminan siendo más molestas que el mismo silencio. Este, bueno, vaya, o sea, tipo, literal, ¿sabes? y un larguísimo etcétera representa la lista de palabras que son usadas como muletillas en la conversación diaria, mismas que hay que evitar al máximo.

Así que, si usted quiere ser un buen conversador, debe enfocarse primero en conocer bien al lenguaje, para que cuando lo haga sea de manera natural. Y recuerde que la intención no es convencer a quien nos escucha… eso ya es decisión de ellos. De hecho, si no nos empeñamos en cambiar su forma de pensar, es mucho más probable que lo hagamos.

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO. Joel Gómez comenta: “En un libro vi que era válido cambiar a la letra ‘ese’ en algunas palabras, como ‘esplicar’ en lugar de ‘explicar’, o ‘estraño’ en vez de ‘extraño’. ¿Es cierto?”

RESPUESTA: No, para nada. ¿Pues qué libros anda viendo? Algunas personas cambian la letra ‘x’ por la ‘s’ en palabras que empiezan con ‘ex’, como: explicar, exponer, excelente, exquisito, etcétera. No debe cambiarse a explicar, esponer, excelente, esquisito porque no es correcto y se debe evitar.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es dacriorrea?

a. Pronunciar rápidamente.

b. Producir muchas lágrimas.

c. Amamantar durante tiempo prolongado.

d. No distinguir ciertos colores.

RESPUESTA: b. La dacriorrea es el exceso de flujo lagrimal.


Frase cierta para despedirme: Ver el amanecer es hermoso, lo malo es que lo pusieron en un pésimo horario. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.

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