/ domingo 12 de septiembre de 2021

¿Cómo dijo? | Nos encantan las historias

Prácticamente desde que tenemos uso de razón, que es —no coincidentemente— cuando empezamos a aprender el lenguaje, nos encanta escuchar o leer —cuando ya aprendemos a hacerlo— historias. El bebé apenas balbucea sin conocer las palabras, pero se emociona y ríe cuando la mamá le dice: “aquí va la hormiguita y ¡se mete en la cuevita!”, haciéndole cosquillas en el cuellito. Pues esa es ya una historia… muy básica, pero una historia que el niño, aunque no entiende bien, le gusta.

Ya más “grandecito”, el niño le pide a su mami que le cuente un cuento, porque si no se lo cuenta… ¡ni cuente con que se va a dormir! Un cuento también es una historia, un relato. “¿Y el cuento por qué se cuenta? Ni que fueran números”. Pues sí hay una relación, porque el origen de “contar” es el latín computus que significa “computar”, pero también “ordenar, pensar”. Entonces, para contar un cuento hay que ordenar la historia, y entonces sí, se la cuentas al pequeñín para que se duerma de una buena vez.

Volvemos a la historia de las historias, aunque como palabra, “historia” tiene un montón de significados. Está el del “estudio de los acontecimientos pasados” o el de “una obra histórica compuesta por un escritor”, pero yo me refiero ahora al de la narración de un suceso.

Estamos obsesionados con las historias y nos encanta conocerlas, escucharlas, criticarlas y demás. Piénselo: somos capaces de pagar por ir a ver una obra de teatro o una película, que no son otra cosa más que ir a ver una historia, no importa cómo sea; puede ser una buena historia, mala, dolorosa, alegre, asquerosa, violenta y de muchos otros tipos, pero como quiera las queremos conocer.

Parte de lo que nos atrae tanto de las historias es la capacidad de “irnos” a otro lugar, a otra situación —generalmente mejor— de la que tenemos actualmente. ¿Es un tipo de evasión de la realidad? Pues sí, pero tal parece que se presenta como una necesidad del ser humano, de visualizar posibilidades alternas de su propia existencia, por más fantásticas e imposibles que parezcan.

En gran parte, esta virtud que tanto buscamos en las historias de nuestra vida diaria es la ejercitación de nuestro cerebro, ya que es posible imaginar situaciones y las posibles catástrofes que puedan ocurrir dentro de ellas, pero luego, la misma historia nos plantea las maneras en que podríamos resolverlas.

Además de que ¡nos encanta el chisme! ¿A poco no?

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO. Marla Ledezma me comenta: “Siempre he pensado que los macarrones son un tipo de pasta, pero en una receta vi que es un tipo de pan. ¿Cuál es realmente un macarrón?

RESPUESTA: No sé mucho de cocina, pero según el Diccionario Gastronómico de Larousse, existen los dos. Macarrones es un tipo de pasta en forma de tubo de 5 a 6 milímetros de diámetro. Un macarrón es también una pequeña galleta redonda, crujiente por fuera y blanda por dentro.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es un cuadrigato?

a.- Una moneda antigua.

b.- Una trampa para felinos.

c.- Una enfermedad.

d.- Un sembradío.

RESPUESTA: a. Cuadrigato es una antigua moneda romana de plata.

Frase de Baruch Spinoza para terminar: “El que se arrepiente de lo que ha hecho es doblemente miserable”. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.

Prácticamente desde que tenemos uso de razón, que es —no coincidentemente— cuando empezamos a aprender el lenguaje, nos encanta escuchar o leer —cuando ya aprendemos a hacerlo— historias. El bebé apenas balbucea sin conocer las palabras, pero se emociona y ríe cuando la mamá le dice: “aquí va la hormiguita y ¡se mete en la cuevita!”, haciéndole cosquillas en el cuellito. Pues esa es ya una historia… muy básica, pero una historia que el niño, aunque no entiende bien, le gusta.

Ya más “grandecito”, el niño le pide a su mami que le cuente un cuento, porque si no se lo cuenta… ¡ni cuente con que se va a dormir! Un cuento también es una historia, un relato. “¿Y el cuento por qué se cuenta? Ni que fueran números”. Pues sí hay una relación, porque el origen de “contar” es el latín computus que significa “computar”, pero también “ordenar, pensar”. Entonces, para contar un cuento hay que ordenar la historia, y entonces sí, se la cuentas al pequeñín para que se duerma de una buena vez.

Volvemos a la historia de las historias, aunque como palabra, “historia” tiene un montón de significados. Está el del “estudio de los acontecimientos pasados” o el de “una obra histórica compuesta por un escritor”, pero yo me refiero ahora al de la narración de un suceso.

Estamos obsesionados con las historias y nos encanta conocerlas, escucharlas, criticarlas y demás. Piénselo: somos capaces de pagar por ir a ver una obra de teatro o una película, que no son otra cosa más que ir a ver una historia, no importa cómo sea; puede ser una buena historia, mala, dolorosa, alegre, asquerosa, violenta y de muchos otros tipos, pero como quiera las queremos conocer.

Parte de lo que nos atrae tanto de las historias es la capacidad de “irnos” a otro lugar, a otra situación —generalmente mejor— de la que tenemos actualmente. ¿Es un tipo de evasión de la realidad? Pues sí, pero tal parece que se presenta como una necesidad del ser humano, de visualizar posibilidades alternas de su propia existencia, por más fantásticas e imposibles que parezcan.

En gran parte, esta virtud que tanto buscamos en las historias de nuestra vida diaria es la ejercitación de nuestro cerebro, ya que es posible imaginar situaciones y las posibles catástrofes que puedan ocurrir dentro de ellas, pero luego, la misma historia nos plantea las maneras en que podríamos resolverlas.

Además de que ¡nos encanta el chisme! ¿A poco no?

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo

PREGUNTA DEL PÚBLICO. Marla Ledezma me comenta: “Siempre he pensado que los macarrones son un tipo de pasta, pero en una receta vi que es un tipo de pan. ¿Cuál es realmente un macarrón?

RESPUESTA: No sé mucho de cocina, pero según el Diccionario Gastronómico de Larousse, existen los dos. Macarrones es un tipo de pasta en forma de tubo de 5 a 6 milímetros de diámetro. Un macarrón es también una pequeña galleta redonda, crujiente por fuera y blanda por dentro.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es un cuadrigato?

a.- Una moneda antigua.

b.- Una trampa para felinos.

c.- Una enfermedad.

d.- Un sembradío.

RESPUESTA: a. Cuadrigato es una antigua moneda romana de plata.

Frase de Baruch Spinoza para terminar: “El que se arrepiente de lo que ha hecho es doblemente miserable”. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.

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