/ jueves 25 de febrero de 2021

¿Cómo dijo? | Oír no es lo mismo que escuchar

“Ayer estaba yo tranquilo, escuchando música relajante, mientras afuera se oía la lluvia cayendo suavemente sobre los árboles en el jardín…”

¿Así está bien? ¿Escuchaba la música mientras oía la lluvia, o tendría que decir que escuchaba la lluvia mientras oía la música? “¡Es igual!” alguien dirá, pero no, no es lo mismo oír que escuchar.

Son dos verbos que expresan acciones diferentes y ciertamente se confunden con frecuencia, aunque la diferenciación es muy fácil de entender en ambos casos y si usted me escucha ya no habrá confusión posible.

Oír es percibir sonidos. Todo lo que llega a nuestro sentido del oído se oye. En nuestra vida cotidiana oímos muchas cosas, pero de ellas sólo hay algunas a las que les prestamos atención. Decía en broma un amigo: “Yo el inglés lo oigo muy bien, pero no le entiendo nada” y en esa frase jocosa, sin darse cuenta estaba explicando la diferencia que tantas veces olvidamos en el uso diario, porque una cosa es oír hablar y otra es entender, procesar en la mente lo que se está pasando a través de nuestro sistema auditivo.

“A ver, muchacho, ven para acá… necesito que me oigas muy bien lo que te voy a decir para que no vuelvas a meter la pata…” Podría así decir un señor reprendiendo a su hijo y advirtiéndole lo que debe de hacer en el futuro para no cometer el mismo error, pero ahí lo que necesita es que el muchacho no solamente lo oiga, sino que lo escuche para que entienda claramente la explicación.

¿Podemos oír sin escuchar? Sí, por supuesto. De hecho, es necesario hacer eso en nuestra vida diaria porque sería muy difícil poner nuestra atención completa a todo lo que llega a nuestro oído. No podríamos con tanta carga atendiendo varias cosas a la vez.

Vamos manejando el automóvil, oyendo el radio y tal vez pensando en los problemas de trabajo. De pronto oímos la sirena de una ambulancia y nuestra atención se concentra en eso, para ver por dónde viene y si tenemos que hacer algún movimiento para darle paso. En ese caso, se muestra claramente la diferencia entre oír y escuchar.

Algo muy similar sucede con los verbos ver y mirar, aunque en el uso diario no es raro que uno los use indistintamente. Ver es percibir a través de los ojos y mirar es poner especial atención en lo que se ve y procesar la información que se recibe a través de la vista.

Otra diferenciación muy clara nos la pueden dar nuestros políticos sobre todo cuando andan en campaña haciendo proselitismo. Muchas veces oyen nuestras quejas y nuestras peticiones, pero ¿qué estarán escuchando? ¡Sabrá Dios!

Consultorio Verbal

comodijo2@hotmail.com

Twitter: @comodijo


PREGUNTA DEL PÚBLICO: Carla Sánchez pregunta: ¿Cuál es la forma correcta al conjugar el verbo imprimir: lo he imprimido o lo he impreso?

RESPUESTA: Yo creo que esa es la pregunta que más me han hecho en este espacio, pero no importa, yo le respondo con gusto: El participio regular es imprimido y el irregular es impreso. Algo similar sucede con corrompido y corrupto, bendecido y bendito, eximido y exento y muchos más. En el caso del verbo “imprimir” es correcto usar uno u otro. Sin embargo, últimamente se usa más “impreso”, pero usted puede usar el que quiera.

AHORA PREGUNTO: De acuerdo con el significado original de la palabra, para que su firma sea realmente una rúbrica, ¿qué se requiere?

a.- Que no se le entienda.

b.- Que esté abajo del renglón de firma.

c.- Que sea hecha con tinta roja.

d.- Que empiece con la letra ‘R’.

RESPUESTA: c. Rúbrica era un título que se escribía con letras rojas. La palabra rúbrica significa “tierra roja”, una substancia que se usaba como pigmento y su raíz es ruber que significa “rojo” y que es también la raíz de palabras como “rubor”.

Frase clásica y un poco fatalista para terminar: No tomes la vida tan en serio. De todas maneras, no saldrás vivo de ella. ¿Cómo dijo? ¡Hasta la próxima!


“Ayer estaba yo tranquilo, escuchando música relajante, mientras afuera se oía la lluvia cayendo suavemente sobre los árboles en el jardín…”

¿Así está bien? ¿Escuchaba la música mientras oía la lluvia, o tendría que decir que escuchaba la lluvia mientras oía la música? “¡Es igual!” alguien dirá, pero no, no es lo mismo oír que escuchar.

Son dos verbos que expresan acciones diferentes y ciertamente se confunden con frecuencia, aunque la diferenciación es muy fácil de entender en ambos casos y si usted me escucha ya no habrá confusión posible.

Oír es percibir sonidos. Todo lo que llega a nuestro sentido del oído se oye. En nuestra vida cotidiana oímos muchas cosas, pero de ellas sólo hay algunas a las que les prestamos atención. Decía en broma un amigo: “Yo el inglés lo oigo muy bien, pero no le entiendo nada” y en esa frase jocosa, sin darse cuenta estaba explicando la diferencia que tantas veces olvidamos en el uso diario, porque una cosa es oír hablar y otra es entender, procesar en la mente lo que se está pasando a través de nuestro sistema auditivo.

“A ver, muchacho, ven para acá… necesito que me oigas muy bien lo que te voy a decir para que no vuelvas a meter la pata…” Podría así decir un señor reprendiendo a su hijo y advirtiéndole lo que debe de hacer en el futuro para no cometer el mismo error, pero ahí lo que necesita es que el muchacho no solamente lo oiga, sino que lo escuche para que entienda claramente la explicación.

¿Podemos oír sin escuchar? Sí, por supuesto. De hecho, es necesario hacer eso en nuestra vida diaria porque sería muy difícil poner nuestra atención completa a todo lo que llega a nuestro oído. No podríamos con tanta carga atendiendo varias cosas a la vez.

Vamos manejando el automóvil, oyendo el radio y tal vez pensando en los problemas de trabajo. De pronto oímos la sirena de una ambulancia y nuestra atención se concentra en eso, para ver por dónde viene y si tenemos que hacer algún movimiento para darle paso. En ese caso, se muestra claramente la diferencia entre oír y escuchar.

Algo muy similar sucede con los verbos ver y mirar, aunque en el uso diario no es raro que uno los use indistintamente. Ver es percibir a través de los ojos y mirar es poner especial atención en lo que se ve y procesar la información que se recibe a través de la vista.

Otra diferenciación muy clara nos la pueden dar nuestros políticos sobre todo cuando andan en campaña haciendo proselitismo. Muchas veces oyen nuestras quejas y nuestras peticiones, pero ¿qué estarán escuchando? ¡Sabrá Dios!

Consultorio Verbal

comodijo2@hotmail.com

Twitter: @comodijo


PREGUNTA DEL PÚBLICO: Carla Sánchez pregunta: ¿Cuál es la forma correcta al conjugar el verbo imprimir: lo he imprimido o lo he impreso?

RESPUESTA: Yo creo que esa es la pregunta que más me han hecho en este espacio, pero no importa, yo le respondo con gusto: El participio regular es imprimido y el irregular es impreso. Algo similar sucede con corrompido y corrupto, bendecido y bendito, eximido y exento y muchos más. En el caso del verbo “imprimir” es correcto usar uno u otro. Sin embargo, últimamente se usa más “impreso”, pero usted puede usar el que quiera.

AHORA PREGUNTO: De acuerdo con el significado original de la palabra, para que su firma sea realmente una rúbrica, ¿qué se requiere?

a.- Que no se le entienda.

b.- Que esté abajo del renglón de firma.

c.- Que sea hecha con tinta roja.

d.- Que empiece con la letra ‘R’.

RESPUESTA: c. Rúbrica era un título que se escribía con letras rojas. La palabra rúbrica significa “tierra roja”, una substancia que se usaba como pigmento y su raíz es ruber que significa “rojo” y que es también la raíz de palabras como “rubor”.

Frase clásica y un poco fatalista para terminar: No tomes la vida tan en serio. De todas maneras, no saldrás vivo de ella. ¿Cómo dijo? ¡Hasta la próxima!