De repente sientes que te “ruge la tripa”, o sea que te “andas muriendo” de hambre, y aunque te sientes débil, de eso a que te mueras, pues tendrían que pasar muchos días para que te pase algo así… pero ya ve como somos de dramáticos.
Bueno, la cosa es que te urge comer… ¿y qué se te antoja? Pues existen muchas opciones de comidas diferentes, sobre todo en este hermoso país en el que vivimos, que ofrece una extensísima variedad culinaria… o sea, de platillos.
¿Cómo le caerían unos tamales? ¡Pues me los echo, señor! Usted seguramente conoce los tamales, los que siempre son una buena opción para comer y que los podríamos definir como pequeñas tortitas o capullos de maíz envueltos en hoja de maíz o de plátano, y que están rellenos de algún guiso como carne de puerco, frijolitos, queso con rajas o mil opciones más.
Bueno, ya se nos antojó, ¿verdad? pero a lo que quería llegar es al nombre de “tamal”, que es una palabra derivada del náhuatl tamalli que significa “pan envuelto”, y ya sabemos que es un platillo que data de hace siglos y que sigue siendo muy popular.
Los tamales, como le digo, pueden estar rellenos de diferentes cosas y tipos de carne, aunque es curioso porque yo nunca he visto que se preparen tamales de “chivo” o carne de cabra. Entonces, ¿de dónde salió esa expresión de que “le hizo de chivo los tamales”?
Es una frase que se usa para casos —de esos muy raros, claro— de infidelidades, tanto para mujeres como para hombres, o sea que cuando uno le “pone el cuerno” al otro, se dice que le hace de “chivo los tamales”. Precisamente porque la infidelidad es un engaño, la frase “hacer de chivo los tamales” se refiere también al engaño de usar carne de cabrito en lugar de cerdo, probablemente porque la primera es de menor calidad o más barata. Entonces, hacer los tamales de carne de chivo en lugar de carne de cerdo, es un engaño… como la infidelidad.
¿Y si alguien se hace “rosca con los tamales”? Se refiere a que si alguien partió la tradicional rosca de reyes el 6 de enero y le “tocó el muñeco”, esto irremediablemente compromete al “afortunado ganador” a comprar varias docenas de tamales para celebrar el Día de la Candelaria, que es el 2 de febrero, y si no lo hace, entonces “se hace rosca” con los tamales, o sea que incumple con toda impunidad su compromiso de invitar los tamales para todos.
Se tratan de tradiciones que se mantienen vivas hasta nuestros días, aunque con el paso de los años se van modificando y adaptando a las costumbres que tenemos hoy en día.
Y ahora le pregunto: ¿no se le antoja un tamalito?
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PREGUNTA DEL PÚBLICO: Israel Ramírez pregunta: “Ya viene el mundial de futbol, que es en Qatar, ¿así se debe escribir el nombre de este lugar?
RESPUESTA: En español se debe escribir el nombre de este país árabe con ‘c’: Catar, y no Qatar.
AHORA PREGUNTO: ¿En dónde podría usar un hico?
a. En una hamaca.
b. En un libro.
c. En un arado.
d. En un avión.
RESPUESTA: a. Hico se refiere a cada cuerda de las que se sostiene una hamaca.
Me voy con una frase que le adjudican al brillante grupo Les Luthiers: “El que nace pa’ tamal, nunca ta’ bien”. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.