/ martes 26 de julio de 2022

Compras clandestinas

Con un oficio retrocedimos décadas en transparencia. La Secretaría de Hacienda informó que se suspendía el funcionamiento de la plataforma donde se almacena y publica la mayor parte de la información sobre las comparas del gobierno federal (CompraNet). La explicación: fallas en la infraestructura de la plataforma que se presentaron desde el viernes 15 de julio. La solución: suspender su uso argumentado que “a lo imposible nadie está obligado”.

La falla afecta el acceso a la información y pone en peligro la rendición de cuentas del gobierno federal. La caída de CompraNet ocasiona que los funcionarios tengan que dedicar mayor tiempo a los procesos de compras. A los proveedores los afecta porque no contarán con la misma información sobre los procesos y limitará la competencia de estos. A los ciudadanos nos dificulta el seguimiento de los recursos públicos.

Fue hasta el 20 de julio cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público emitió los Criterios por suspensión temporal del Sistema CompraNet. En ellos se autoriza a las dependencias y entidades a que los procedimientos de contratación que estuvieran en curso y se hubieren convocado por medios electrónicos o mixtos, se lleven a cabo y concluyan por medios presenciales ¿Pueden los criterios y el oficio cambiar las reglas de la licitación establecidas en las leyes? No todos los proveedores podrán seguir todo el procedimiento de forma presencial. La igualdad de condiciones se pone, en el mejor de los casos, en tela de juicio.

Un sistema de compras del gobierno no debería de dejar de funcionar de un momento a otro de forma imprevista. Sea cual sea la causa que generó la falla, desde ataques cibernéticos hasta el mantenimiento de la plataforma, se podrían haber implementado otras medidas o resolver la falla por completo. A pesar de esto, los imprevistos suceden, lo que se esperaría por parte de la administración pública es una respuesta rápida, que otorgue certeza jurídica y garantice tanto la continuidad de los procedimientos esenciales, así como la transparencia de las compras públicas.

CompraNet no es perfecto, pero permite conocer el destino de los recursos públicos. Gracias a la información que almacena podíamos ver si se cumplía con la promesa del presidente: acabar con la corrupción. Es un hecho que no es posible eliminarla, pero sí disminuir los riesgos de corrupción. Por ejemplo, CompraNet nos permitió conocer que, en 2021, cuatro de cada 10 pesos en compras públicas se gastaron a través de procedimientos sin competencia o que el 29% de las instituciones federales aumentaron sus riesgos de corrupción.

Por lo pronto, CompaNet detuvo su funcionamiento, lleva más de una semana sin funcionar y no hay fecha para su reanudación. En cualquier país con estado de derecho sería un escándalo no conocer cómo y qué compra el gobierno. Ahora, en el mejor de los casos habrá compras clandestinas.

*Manuel Guadarrama es Coordinador de Gobierno y finanzas del IMCO. Las opiniones expresadas en esta columna son personales y no reflejan la postura institucional.

Con un oficio retrocedimos décadas en transparencia. La Secretaría de Hacienda informó que se suspendía el funcionamiento de la plataforma donde se almacena y publica la mayor parte de la información sobre las comparas del gobierno federal (CompraNet). La explicación: fallas en la infraestructura de la plataforma que se presentaron desde el viernes 15 de julio. La solución: suspender su uso argumentado que “a lo imposible nadie está obligado”.

La falla afecta el acceso a la información y pone en peligro la rendición de cuentas del gobierno federal. La caída de CompraNet ocasiona que los funcionarios tengan que dedicar mayor tiempo a los procesos de compras. A los proveedores los afecta porque no contarán con la misma información sobre los procesos y limitará la competencia de estos. A los ciudadanos nos dificulta el seguimiento de los recursos públicos.

Fue hasta el 20 de julio cuando la Secretaría de Hacienda y Crédito Público emitió los Criterios por suspensión temporal del Sistema CompraNet. En ellos se autoriza a las dependencias y entidades a que los procedimientos de contratación que estuvieran en curso y se hubieren convocado por medios electrónicos o mixtos, se lleven a cabo y concluyan por medios presenciales ¿Pueden los criterios y el oficio cambiar las reglas de la licitación establecidas en las leyes? No todos los proveedores podrán seguir todo el procedimiento de forma presencial. La igualdad de condiciones se pone, en el mejor de los casos, en tela de juicio.

Un sistema de compras del gobierno no debería de dejar de funcionar de un momento a otro de forma imprevista. Sea cual sea la causa que generó la falla, desde ataques cibernéticos hasta el mantenimiento de la plataforma, se podrían haber implementado otras medidas o resolver la falla por completo. A pesar de esto, los imprevistos suceden, lo que se esperaría por parte de la administración pública es una respuesta rápida, que otorgue certeza jurídica y garantice tanto la continuidad de los procedimientos esenciales, así como la transparencia de las compras públicas.

CompraNet no es perfecto, pero permite conocer el destino de los recursos públicos. Gracias a la información que almacena podíamos ver si se cumplía con la promesa del presidente: acabar con la corrupción. Es un hecho que no es posible eliminarla, pero sí disminuir los riesgos de corrupción. Por ejemplo, CompraNet nos permitió conocer que, en 2021, cuatro de cada 10 pesos en compras públicas se gastaron a través de procedimientos sin competencia o que el 29% de las instituciones federales aumentaron sus riesgos de corrupción.

Por lo pronto, CompaNet detuvo su funcionamiento, lleva más de una semana sin funcionar y no hay fecha para su reanudación. En cualquier país con estado de derecho sería un escándalo no conocer cómo y qué compra el gobierno. Ahora, en el mejor de los casos habrá compras clandestinas.

*Manuel Guadarrama es Coordinador de Gobierno y finanzas del IMCO. Las opiniones expresadas en esta columna son personales y no reflejan la postura institucional.