/ jueves 30 de mayo de 2019

Con mano de acero el T-MEC

Historia.- Después de casi un año de que el acero y el aluminio mexicanos se enfrentaran a aranceles del 25% y 10% respectivamente, por parte de Estados Unidos (EU), aparece la luz al final del túnel con la culminación de la negociación.

EU los eliminó a cambio de que Canadá y México hicieran lo propio en cuanto a toda la gama de productos que tasaron para compensar los aranceles estadounidenses. Recordemos que hace dos años, cuando el presidente estadounidense llegó a ocupar la oficina oval de la Casa Blanca, instruyó varias peticiones comerciales para cumplir sus promesas de campañas: i) la renegociación del TLCAN y ii) que en el año 2017 iniciara una investigación bajo la Sección 232 -de la Ley de Expansión Comercial de 1962- para determinar si había o no daño a sus industrias del acero y del aluminio por las importaciones provenientes de diferentes países del mundo. Para principios del año 2018, la Comisión de Comercio Internacional entregó su informe al Ejecutivo donde supuestamente mostraba que sí había daño.

De allí el mandatario aprovechó para anunciar -el 8 de marzo del 2018- que impondría de manera unilateral a todos los proveedores, un arancel del 25% al acero y el 10% al aluminio. Canadá y México esperaban una suspensión de dicha medida, ya que estaban en renegociación pero llegó el 31 de mayo y fueron incluidos. Luego creyeron que una vez que habían llegado a un acuerdo en principio (término jurídico para referirse al texto definitivo y concluido), dichos aranceles se eliminarían, pero no fue así. Después creyeron que antes de que llegara la firma (30 de noviembre del 2018) del nuevo acuerdo conocido en inglés como USMCA (United States, Mexico, and Canada Agreement) y en español como T-MEC (Tratado México, EU y Canadá) se lograría pero tampoco la eliminación.

EVOLUCIÓN

Se fueron los negociadores del sexenio pasado dejando este gran pendiente pero con el gran logro de haber concluido lo que para muchos, sería inalcanzable, el TLCAN 2.0. Es así como inició el año 2019, entre fricciones y jaloneos políticos al interior de EU por el triunfo de los Demócratas en la Cámara de Representantes (CdR) y en medio de un cierre de gobierno en dicho país. México y Canadá avanzaron con el objetivo de lograr la ratificación del T-MEC pero para ello, el gran tema pendiente hacía mucho ruido: los aranceles al acero y al aluminio ya que es inviable pensar en ser socios comerciales a través de un documento jurídico que implica derechos y obligaciones, el cual está cobijado por el espíritu del libre comercio, teniendo estas medidas absurdamente proteccionistas. Después de una larga batalla diplomática, de cabildeo y de estrategia comercial, Canadá y México hicieron nuevamente frente común para que EU aceptara la propuesta de eliminar dichos aranceles para avanzar con el siguiente paso que es la ratificación al interior de los procesos legislativos de cada país. De igual forma, ambos países se comprometieron a remover litigios en contra de EU ante la Organización Mundial del Comercio.

MANO DE ACERO

Es así como el pasado 19 de mayo el presidente estadounidense hizo una enmienda a la “Proclamación” comercial 9705 (así se dice dentro de su ley comercial) para anunciar oficialmente dicho acuerdo. Pero esto no es por benevolencia, sino por conveniencia y con dos condicionantes: i) que EU puede volver a poner aranceles si sus importaciones se incrementan muy por encima del promedio y ii) ni Canadá ni México podrán reaccionar poniendo aranceles como represalia comercial a otros productos diferentes al acero y aluminio.

RATIFICACIÓN DE CANADÁ

Hace tres días amanecimos con la gran noticia de que esta nación dio un paso de “acero”. Presentó una moción para que se presentara formalmente al parlamento canadiense el tratado. Con el anterior, se espera que el proceso formal pueda concluir antes del 31 de julio. Esto genera presión hacia EU para que le avancen en la CdR ya que de no lograrlo antes del último día de julio, vendrá un receso legislativo, en septiembre serán momentos de campaña electoral para Canadá y en noviembre ya arranca la carrera por las elecciones presidenciales en EU para el 2020. Así que esto es una manera que apresurar los tiempos legislativos dados los tiempos políticos.

RATIFICACIÓN DE MÉXICO

Es muy probable que se meta el acelerador también para que se ratifique en el Senado en periodo extraordinario a partir del 19 de julio ya que recordemos que están en receso. Pero el Senado está a la espera de que Nancy Pelosi dé el visto bueno por el lado de EU para avanzar. Para mayor aclaración del tema, los invito a ver una entrevista que di en ADN40 el pasado domingo: http://www.efinf.com/clipviewer/files/5ed7469cc5c3c3894cc1db6865280b76.mp4

Coordinadora de Administración de Negocios Internacionales UIA

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007

Historia.- Después de casi un año de que el acero y el aluminio mexicanos se enfrentaran a aranceles del 25% y 10% respectivamente, por parte de Estados Unidos (EU), aparece la luz al final del túnel con la culminación de la negociación.

EU los eliminó a cambio de que Canadá y México hicieran lo propio en cuanto a toda la gama de productos que tasaron para compensar los aranceles estadounidenses. Recordemos que hace dos años, cuando el presidente estadounidense llegó a ocupar la oficina oval de la Casa Blanca, instruyó varias peticiones comerciales para cumplir sus promesas de campañas: i) la renegociación del TLCAN y ii) que en el año 2017 iniciara una investigación bajo la Sección 232 -de la Ley de Expansión Comercial de 1962- para determinar si había o no daño a sus industrias del acero y del aluminio por las importaciones provenientes de diferentes países del mundo. Para principios del año 2018, la Comisión de Comercio Internacional entregó su informe al Ejecutivo donde supuestamente mostraba que sí había daño.

De allí el mandatario aprovechó para anunciar -el 8 de marzo del 2018- que impondría de manera unilateral a todos los proveedores, un arancel del 25% al acero y el 10% al aluminio. Canadá y México esperaban una suspensión de dicha medida, ya que estaban en renegociación pero llegó el 31 de mayo y fueron incluidos. Luego creyeron que una vez que habían llegado a un acuerdo en principio (término jurídico para referirse al texto definitivo y concluido), dichos aranceles se eliminarían, pero no fue así. Después creyeron que antes de que llegara la firma (30 de noviembre del 2018) del nuevo acuerdo conocido en inglés como USMCA (United States, Mexico, and Canada Agreement) y en español como T-MEC (Tratado México, EU y Canadá) se lograría pero tampoco la eliminación.

EVOLUCIÓN

Se fueron los negociadores del sexenio pasado dejando este gran pendiente pero con el gran logro de haber concluido lo que para muchos, sería inalcanzable, el TLCAN 2.0. Es así como inició el año 2019, entre fricciones y jaloneos políticos al interior de EU por el triunfo de los Demócratas en la Cámara de Representantes (CdR) y en medio de un cierre de gobierno en dicho país. México y Canadá avanzaron con el objetivo de lograr la ratificación del T-MEC pero para ello, el gran tema pendiente hacía mucho ruido: los aranceles al acero y al aluminio ya que es inviable pensar en ser socios comerciales a través de un documento jurídico que implica derechos y obligaciones, el cual está cobijado por el espíritu del libre comercio, teniendo estas medidas absurdamente proteccionistas. Después de una larga batalla diplomática, de cabildeo y de estrategia comercial, Canadá y México hicieron nuevamente frente común para que EU aceptara la propuesta de eliminar dichos aranceles para avanzar con el siguiente paso que es la ratificación al interior de los procesos legislativos de cada país. De igual forma, ambos países se comprometieron a remover litigios en contra de EU ante la Organización Mundial del Comercio.

MANO DE ACERO

Es así como el pasado 19 de mayo el presidente estadounidense hizo una enmienda a la “Proclamación” comercial 9705 (así se dice dentro de su ley comercial) para anunciar oficialmente dicho acuerdo. Pero esto no es por benevolencia, sino por conveniencia y con dos condicionantes: i) que EU puede volver a poner aranceles si sus importaciones se incrementan muy por encima del promedio y ii) ni Canadá ni México podrán reaccionar poniendo aranceles como represalia comercial a otros productos diferentes al acero y aluminio.

RATIFICACIÓN DE CANADÁ

Hace tres días amanecimos con la gran noticia de que esta nación dio un paso de “acero”. Presentó una moción para que se presentara formalmente al parlamento canadiense el tratado. Con el anterior, se espera que el proceso formal pueda concluir antes del 31 de julio. Esto genera presión hacia EU para que le avancen en la CdR ya que de no lograrlo antes del último día de julio, vendrá un receso legislativo, en septiembre serán momentos de campaña electoral para Canadá y en noviembre ya arranca la carrera por las elecciones presidenciales en EU para el 2020. Así que esto es una manera que apresurar los tiempos legislativos dados los tiempos políticos.

RATIFICACIÓN DE MÉXICO

Es muy probable que se meta el acelerador también para que se ratifique en el Senado en periodo extraordinario a partir del 19 de julio ya que recordemos que están en receso. Pero el Senado está a la espera de que Nancy Pelosi dé el visto bueno por el lado de EU para avanzar. Para mayor aclaración del tema, los invito a ver una entrevista que di en ADN40 el pasado domingo: http://www.efinf.com/clipviewer/files/5ed7469cc5c3c3894cc1db6865280b76.mp4

Coordinadora de Administración de Negocios Internacionales UIA

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007