/ jueves 29 de noviembre de 2018

Confianza en la Iglesia

VER. Pareciera que ha decaído mucho la confianza en nuestra Iglesia, sobre todo por los variados casos de pederastia clerical, por las fallas morales, por las divisiones internas, por los malos manejos económicos, por el mal trato que a veces reciben los fieles. Hay quienes se consideran católicos, pero despotrican contra su Madre la Iglesia, fijándose sólo en nuestras deficiencias, que son reales. Un sacerdote que dejó el ministerio tiene tal inquina contra su arzobispo, que pareciera que no descansará hasta verlo refundido en la cárcel, o en el desprestigio total. Eso no es anhelo de justicia y de verdad, sino odio y mal corazón, indigno de un cristiano.

A pesar de esto, que es escandaloso, la confianza en la institución eclesial se mantiene entre las más altas, porque la sostiene Jesucristo y porque hay muchos ministros santos, que deshilachan su vida en el servicio a la comunidad. Una empresa especializada en encuestas, Consulta Mitofsky, muy seria y confiable, acaba de publicar los resultados de su investigación en ambientes rurales, urbanos y universitarios, entre jóvenes y adultos, hombres y mujeres, sobre confianza del pueblo en 18 instituciones, comparando los datos de 2008 a 2018, con una escala de calificación del 0 al 10. Las tres que gozan de la confianza más alta somos: Las universidades (7.4), la Iglesia (7.2) y el Ejército (7.0). Cierto que no llegamos a 8 de calificación, menos a 9 ó 10, pues, además de nuestras fallas, el sentimiento antisistémico y antiinstitucional es ya casi una cultura global. El que nosotros alcancemos sólo un 7.2, nos debe forzar a un proceso de conversión permanente.

En el polo más bajo de confianza, están la Policía (5.5), los Sindicatos (5.4), los Senadores (5.3), la Presidencia de la República (5.1), los Diputados (5.1) y los Partidos Políticos (5.1). ¡Y éstos son los que tienen más poder, y los que se consideran a sí mismos como los líderes que nos van a sacar adelante! Son resultados de octubre reciente, cuando ya ha empezado el cambio de régimen.

Las instituciones que gozan de una confianza media son: medios de comunicación (6.9), estaciones de radio (6.9), Comisión Nacional de Derechos Humanos (6.7), Instituto Nacional Electoral (6.5), empresarios (6.4), bancos (6.3), canales de televisión (6.3) y Suprema Corte de Justicia de la Nación (6.1). Esta última cifra es muy indicativa y preocupante. ¿Cómo es que la Suprema Corte goza de tan poca confianza, si sus ministros son la última palabra que define la marcha del país?

Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas

VER. Pareciera que ha decaído mucho la confianza en nuestra Iglesia, sobre todo por los variados casos de pederastia clerical, por las fallas morales, por las divisiones internas, por los malos manejos económicos, por el mal trato que a veces reciben los fieles. Hay quienes se consideran católicos, pero despotrican contra su Madre la Iglesia, fijándose sólo en nuestras deficiencias, que son reales. Un sacerdote que dejó el ministerio tiene tal inquina contra su arzobispo, que pareciera que no descansará hasta verlo refundido en la cárcel, o en el desprestigio total. Eso no es anhelo de justicia y de verdad, sino odio y mal corazón, indigno de un cristiano.

A pesar de esto, que es escandaloso, la confianza en la institución eclesial se mantiene entre las más altas, porque la sostiene Jesucristo y porque hay muchos ministros santos, que deshilachan su vida en el servicio a la comunidad. Una empresa especializada en encuestas, Consulta Mitofsky, muy seria y confiable, acaba de publicar los resultados de su investigación en ambientes rurales, urbanos y universitarios, entre jóvenes y adultos, hombres y mujeres, sobre confianza del pueblo en 18 instituciones, comparando los datos de 2008 a 2018, con una escala de calificación del 0 al 10. Las tres que gozan de la confianza más alta somos: Las universidades (7.4), la Iglesia (7.2) y el Ejército (7.0). Cierto que no llegamos a 8 de calificación, menos a 9 ó 10, pues, además de nuestras fallas, el sentimiento antisistémico y antiinstitucional es ya casi una cultura global. El que nosotros alcancemos sólo un 7.2, nos debe forzar a un proceso de conversión permanente.

En el polo más bajo de confianza, están la Policía (5.5), los Sindicatos (5.4), los Senadores (5.3), la Presidencia de la República (5.1), los Diputados (5.1) y los Partidos Políticos (5.1). ¡Y éstos son los que tienen más poder, y los que se consideran a sí mismos como los líderes que nos van a sacar adelante! Son resultados de octubre reciente, cuando ya ha empezado el cambio de régimen.

Las instituciones que gozan de una confianza media son: medios de comunicación (6.9), estaciones de radio (6.9), Comisión Nacional de Derechos Humanos (6.7), Instituto Nacional Electoral (6.5), empresarios (6.4), bancos (6.3), canales de televisión (6.3) y Suprema Corte de Justicia de la Nación (6.1). Esta última cifra es muy indicativa y preocupante. ¿Cómo es que la Suprema Corte goza de tan poca confianza, si sus ministros son la última palabra que define la marcha del país?

Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas