/ sábado 13 de junio de 2020

Conmigo o Contra Mí

Por un a #SociedadHorizontal.


El próximo domingo 6 de junio del 2021 habrá elecciones en el país. Se ha dicho que este proceso electoral será el más grande y complejo de la historia pues implica la renovación de la Cámara de Diputados y la concurrencia de 32 elecciones locales, donde en 15 entidades se definirá un nuevo gobernador. La elección del año entrante también será fundamental para que AMLO consolide su proyecto sexenal mediante la ratificación de la mayoría legislativa de la cual hoy goza o en su caso, para que la oposición recupere presencia política, logre “contener” las iniciativas de Morena y reconduzca la política de ingresos y egresos.

En este marco, a prácticamente un año de la elección, el presidente sentenció desde Veracruz: “O somos conservadores o somos liberales, o se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país. Se está por la honestidad por limpiar a México de corrupción o se apuesta a que se mantengan los privilegios de unos cuantos”. Posteriormente desde Palacio Nacional acusó la conformación de un bloque opositor que aseguró busca desplazar a Morena de la mayoría de la Cámara de Diputados y revocar el mandato presidencial en 2022. En dicho Bloque Opositor Amplio (BOA), el PAN, PRI, PRD MC y México Libre buscarían organizarse para ganar el mayor número de curules a Morena en San Lázaro.

Así, con la publicación de un documento de dudosa procedencia, el presidente ha convocado implícitamente a un referéndum para el 2021; ¿o están con AMLO o están con el BOA?

En esta coyuntura, la empresa MassiveCaller publicó que de los 300 distritos federales, existe un escenario en el que la alianza entre Morena, Partido Verde Ecologista y Partido del Trabajo obtendrían 232 curules, mientras que una coalición amplia entre PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano lograrían 268. Es decir, si hubiera una elección de “todos contra Morena y sus aliados”, la oposición podría ganar la Cámara Baja.

Es difícil entender cual fue la urgencia de abrir con tal anticipación la discusión electoral. Lo que es un hecho es que hablar de elecciones en este momento, ha dejado un mal sabor de boca. La gente aún está sufriendo los estragos de la pandemia, los contagios siguen, las muertes desafortunadamente continúan y la personas no encuentran trabajo o no han podido regresar al que tenían.

Hoy las madres de familia quieren saber ¿cómo proteger la salud de sus familiares?, los pequeños empresarios, ¿cómo reabrirán su negocio?, los trabajadores ¿cómo recuperarán su fuente de ingreso?

Por lo pronto, queda la sensación de que existe cierta preocupación de que la oposición se organice y gane. Creo que la estrategia de desnudar que todos juntos le pueden ganar, es una apuesta peligrosa para su proyecto, especialmente en un escenario de crisis económica en el que el poder se desgastará irremediablemente. Habrá que ver: ¿cuánto se desgastará? ¿podrá conservar su núcleo duro? ¿buscará atacar selectivamente a sus contrincantes? ¿qué rol jugarán los nuevos partidos?

Mas allá de la elección intermedia, el principal problema es que en tiempos de crisis, con un decrecimiento proyectado en menos 10.5% del PIB por JP Morgan, plantear un “conmigo o contra mí”, es una ruta diametralmente distinta a la que hoy se requiere, una ruta de convivencia, de conciliación y sobre todo de armonización de esfuerzos para enfrentar la crisis juntos y no divididos. Por cierto, esta ruta es la que exige una #SociedadHorizontal con la que cada vez más personas sueñan.


Por un a #SociedadHorizontal.


El próximo domingo 6 de junio del 2021 habrá elecciones en el país. Se ha dicho que este proceso electoral será el más grande y complejo de la historia pues implica la renovación de la Cámara de Diputados y la concurrencia de 32 elecciones locales, donde en 15 entidades se definirá un nuevo gobernador. La elección del año entrante también será fundamental para que AMLO consolide su proyecto sexenal mediante la ratificación de la mayoría legislativa de la cual hoy goza o en su caso, para que la oposición recupere presencia política, logre “contener” las iniciativas de Morena y reconduzca la política de ingresos y egresos.

En este marco, a prácticamente un año de la elección, el presidente sentenció desde Veracruz: “O somos conservadores o somos liberales, o se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país. Se está por la honestidad por limpiar a México de corrupción o se apuesta a que se mantengan los privilegios de unos cuantos”. Posteriormente desde Palacio Nacional acusó la conformación de un bloque opositor que aseguró busca desplazar a Morena de la mayoría de la Cámara de Diputados y revocar el mandato presidencial en 2022. En dicho Bloque Opositor Amplio (BOA), el PAN, PRI, PRD MC y México Libre buscarían organizarse para ganar el mayor número de curules a Morena en San Lázaro.

Así, con la publicación de un documento de dudosa procedencia, el presidente ha convocado implícitamente a un referéndum para el 2021; ¿o están con AMLO o están con el BOA?

En esta coyuntura, la empresa MassiveCaller publicó que de los 300 distritos federales, existe un escenario en el que la alianza entre Morena, Partido Verde Ecologista y Partido del Trabajo obtendrían 232 curules, mientras que una coalición amplia entre PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano lograrían 268. Es decir, si hubiera una elección de “todos contra Morena y sus aliados”, la oposición podría ganar la Cámara Baja.

Es difícil entender cual fue la urgencia de abrir con tal anticipación la discusión electoral. Lo que es un hecho es que hablar de elecciones en este momento, ha dejado un mal sabor de boca. La gente aún está sufriendo los estragos de la pandemia, los contagios siguen, las muertes desafortunadamente continúan y la personas no encuentran trabajo o no han podido regresar al que tenían.

Hoy las madres de familia quieren saber ¿cómo proteger la salud de sus familiares?, los pequeños empresarios, ¿cómo reabrirán su negocio?, los trabajadores ¿cómo recuperarán su fuente de ingreso?

Por lo pronto, queda la sensación de que existe cierta preocupación de que la oposición se organice y gane. Creo que la estrategia de desnudar que todos juntos le pueden ganar, es una apuesta peligrosa para su proyecto, especialmente en un escenario de crisis económica en el que el poder se desgastará irremediablemente. Habrá que ver: ¿cuánto se desgastará? ¿podrá conservar su núcleo duro? ¿buscará atacar selectivamente a sus contrincantes? ¿qué rol jugarán los nuevos partidos?

Mas allá de la elección intermedia, el principal problema es que en tiempos de crisis, con un decrecimiento proyectado en menos 10.5% del PIB por JP Morgan, plantear un “conmigo o contra mí”, es una ruta diametralmente distinta a la que hoy se requiere, una ruta de convivencia, de conciliación y sobre todo de armonización de esfuerzos para enfrentar la crisis juntos y no divididos. Por cierto, esta ruta es la que exige una #SociedadHorizontal con la que cada vez más personas sueñan.