A un mes de la efervescencia pública provocada por la salida de la película satírica “Don´t look up” (No mires arriba) en Netflix, ¿qué nos dejó más allá de las conversaciones y del boom digital? Este paralelismo entre la caída de un meteorito y el colapso climático, que estamos viviendo con cada vez más intensidad, pone también el acento sobre la frivolidad en los medios de comunicación y en la política. En esta crisis climática todas y todos debemos actuar y hacer de la regeneración ambiental y de la defensa de la Tierra una prioridad transversal de la agenda pública y política.
En este sentido, los medios de comunicación tienen un papel muy importante en el posicionamiento de los temas en el debate y en la opinión pública. Tienen su par de responsabilidad en la información y concientización de la ciudadanía. Pueden contribuir sin duda a la modificación de nuestros comportamientos, y también de las decisiones políticas. La visibilización de las problemáticas debe estar basada en la evidencia científica, usando un lenguaje accesible y realista de lo que nos está sucediendo por nuestro modelo de desarrollo centrado en la supuesta superioridad de la especie humana sobre las demás y sobre la propia naturaleza. Al respecto, incluso la Declaración Universal de los Derechos Humanos excluye la prioridad del respeto y protección de la Tierra. En octubre del 2021, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU declaró que vivir en un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano. Si bien se debe reconocer cualquier avance en materia ambiental, el derecho sigue estando enfocado en el humano. La narrativa y el enfoque sí importan.
Para muchos medios el tema ecológico es relativamente nuevo. Las alianzas con la sociedad civil organizada y el activismo pueden intensificar las redes y el impacto de los medios de comunicación. Hace unos meses , Martha Ramos, Coordinadora Nacional Editorial de la Organización Editorial Mexicana (que incluye entre otros formatos a El Sol de México), nos buscó junto con Sandra Guzman (Climate Policy Initiative - Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe, y Paco Ayala (Huerto Roma Verde- Extinction Rebellion) para conformar el Consejo de Crisis Climática de la Organización Editorial Mexicana junto con cerca de 80 profesionales del periodismo y medios de comunicación del grupo. Desde una mirada multidisciplinaria y a partir del debate, se ponen en la mesa opiniones, discusiones, proyectos e iniciativas que empujen desde la labor periodística un mejor abordaje del tema, para pasar, como dice la Coordinadora, “del relato pasivo sobre la crisis a la acción”. Documentar y evocar el colapso, y también poner la luz en las soluciones. Exponer las y los responsables, las causas del colapso climático, que por cierto debe llamar a las autoridades gubernamentales federales y locales a declarar la emergencia climática a la brevedad
La OEM abonará en el replanteamiento de nuestro desarrollo, en la modificación de nuestros esquemas de consumo, resaltando la obligación de reeducarnos sobre la forma en que nos relacionamos con la naturaleza. Este Consejo refleja una tribuna comprometida que busca fortalecerse. Una excelente noticia para el ambientalismo.
