/ lunes 30 de noviembre de 2020

Consejo económico para la emergencia

Han pasado más de dos años de que inició la LXIV Legislatura y han quedado evidenciadas las dificultades que dejan en el Congreso de la Unión las ocurrencias y las improvisaciones del presidente López Obrador y de su equipo que no escucha, no convoca, no concilia e intenta pasar reformas rápido, sin el debido estudio y discusión necesarias.

Prueba de lo anterior es la reciente propuesta de subcontratación del Ejecutivo que de ser aprobada sin modificaciones generaría más de 2 millones de nuevos desempleados, además de desalentar la ya mermada inversión extranjera. Los datos expuestos por la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) durante el Parlamento Abierto respecto a la subcontratación son claros: el 17% del empleo formal del país, alrededor de 4 millones de trabajadores, están contratados bajo dicha modalidad y la reforma propuesta podría mermar el 50% de dichos espacios.

La propuesta se hace además en el peor momento posible ya que el año pasado gracias a la deficiente conducción económica del gobierno de López Obrador el crecimiento fue 0% y este año, por la mala respuesta a la crisis derivada del COVID-19, el crecimiento será de alrededor de -10% y según el Banco de México, tan solo entre abril y mayo, se perdieron alrededor de 12 millones de empleos.

Hace un par de semanas, en la votación del Presupuesto de Egresos para el 2021, la mayoría de Morena no aceptó modificar una coma de lo presentado por el presidente López Obrador y le dieron prioridad a obras absurdas y faraónicas como la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, y no atendieron las prioridades reales de la gente, como lo son el ingreso familiar, el empleo, la seguridad y la salud.

Los factores sumados dejan claro que es necesaria otra solución y por eso en Acción Nacional propusimos la creación de un Consejo Económico para la Emergencia, con la participación de todos los sectores y que atienda la crisis económica, sanitaria y de seguridad. De este modo se superarían las limitaciones técnicas y políticas que se han demostrado en el Ejecutivo para proponer y en el Legislativo para ser contrapeso del Ejecutivo.

Con la participación de todos los sectores en un Consejo Económico para la Emergencia se eliminaría el sesgo político y así se podría analizar técnicamente qué es lo mejor y qué es lo que se necesita para atender realmente los problemas sin generar más y así, dejar atrás la polarización y la falta de vocación del Ejecutivo para la construcción de consensos.

@JCRomeroHicks

Han pasado más de dos años de que inició la LXIV Legislatura y han quedado evidenciadas las dificultades que dejan en el Congreso de la Unión las ocurrencias y las improvisaciones del presidente López Obrador y de su equipo que no escucha, no convoca, no concilia e intenta pasar reformas rápido, sin el debido estudio y discusión necesarias.

Prueba de lo anterior es la reciente propuesta de subcontratación del Ejecutivo que de ser aprobada sin modificaciones generaría más de 2 millones de nuevos desempleados, además de desalentar la ya mermada inversión extranjera. Los datos expuestos por la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) durante el Parlamento Abierto respecto a la subcontratación son claros: el 17% del empleo formal del país, alrededor de 4 millones de trabajadores, están contratados bajo dicha modalidad y la reforma propuesta podría mermar el 50% de dichos espacios.

La propuesta se hace además en el peor momento posible ya que el año pasado gracias a la deficiente conducción económica del gobierno de López Obrador el crecimiento fue 0% y este año, por la mala respuesta a la crisis derivada del COVID-19, el crecimiento será de alrededor de -10% y según el Banco de México, tan solo entre abril y mayo, se perdieron alrededor de 12 millones de empleos.

Hace un par de semanas, en la votación del Presupuesto de Egresos para el 2021, la mayoría de Morena no aceptó modificar una coma de lo presentado por el presidente López Obrador y le dieron prioridad a obras absurdas y faraónicas como la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, y no atendieron las prioridades reales de la gente, como lo son el ingreso familiar, el empleo, la seguridad y la salud.

Los factores sumados dejan claro que es necesaria otra solución y por eso en Acción Nacional propusimos la creación de un Consejo Económico para la Emergencia, con la participación de todos los sectores y que atienda la crisis económica, sanitaria y de seguridad. De este modo se superarían las limitaciones técnicas y políticas que se han demostrado en el Ejecutivo para proponer y en el Legislativo para ser contrapeso del Ejecutivo.

Con la participación de todos los sectores en un Consejo Económico para la Emergencia se eliminaría el sesgo político y así se podría analizar técnicamente qué es lo mejor y qué es lo que se necesita para atender realmente los problemas sin generar más y así, dejar atrás la polarización y la falta de vocación del Ejecutivo para la construcción de consensos.

@JCRomeroHicks