Laurence Mercier1, Jorge Iván Cáceres Puig2, Andrés Cabrera Valenzuela2 y Alma Delia Ramírez Amador3
1Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C., lmercier04@cibnor.mx
2Efecto Arena, jorgeivan@efectoarena.org, andres@efectoarena.org
3Escuela Primaria Niños Héroes, almaramirezdeli@gmail.com
Siempre nos han enseñado que plantar un árbol es esencial para proteger el planeta. Pero ¿sabías que sembrar corales en el mar también tiene grandes beneficios para el clima y el medio ambiente? Al igual que los bosques, los arrecifes de coral juegan un papel crucial en la reducción del dióxido de carbono (CO2) presente en la atmosfera y son el hogar de una gran diversidad de peces e invertebrados. También actúan como barreras naturales que protegen las costas de la erosión causada por las olas y tormentas tropicales o huracanes. Sin embargo, estos ecosistemas están en peligro y la cobertura de coral vivo ha bajado drásticamente; el cambio climático, la contaminación, el turismo “irresponsable y no regulado”, así como la sobrepesca son algunos de los factores que los fragilizan. Si las tendencias actuales continúan, los científicos advierten que, para 2050, podríamos perder la mayor parte de ellos. En este artículo, te explicamos por qué es importante proteger los arrecifes de coral y te compartimos lo que realiza Efecto Arena, una organización no gubernamental, para ayudar a su recuperación en la bahía de La Paz, Baja California Sur.
Los corales son cnidarios; pertenecen al mismo grupo animal que las medusas y anémonas. Son colonias formadas por pequeños organismos llamados pólipos que viven en asociación simbiótica con algas microscópicas llamadas zooxantelas (Figs. 1 y 2). Los pólipos proveen protección a las algas y éstas proporcionan alimento y oxígeno al coral. Cuando los corales están expuestos a condiciones estresantes, como altas o bajas temperaturas, contaminación o cambios en la química y calidad del agua, expulsan las zooxantelas. El coral pierde su color y se vuelve blanco; por eso los términos de “coral blanqueado” o “blanqueamiento de coral”. Esta situación no es un buen signo porque los corales no pueden vivir mucho tiempo sin las zooxantelas; si las condiciones ambientales no mejoran, los pólipos de coral se mueren. Otro problema para los corales, es la acidificación de los océanos causada por la absorción de una gran cantidad de CO2 atmosférico. La producción de este gas proviene en gran mayoría de las actividades humanas. En consecuencia, el agua de mar se vuelve más ácida, lo que dificulta que los corales formen sus esqueletos calcáreos, haciéndolos más vulnerables a las variaciones de temperatura, la contaminación y entonces al estrés.
A nivel mundial, los arrecifes y comunidades coralinas se encuentran en aguas cálidas poco profundas, en zonas tropicales y subtropicales. En México, se distribuyen principalmente en tres zonas: (1) En la costa del Pacífico desde Baja California hasta Oaxaca, incluyendo el Golfo de California; (2) En las costas de Veracruz y Campeche (Sistema Arrecifal Veracruzano); (3) En la costa oriental de la Península de Yucatán (Sistema Arrecifal Mesoamericano). El blanqueamiento o la muerte del coral tiene consecuencias graves porque representa una pérdida de biodiversidad, altera el ciclo del carbono e incrementa la problemática del cambio climático. Impacta también a muchas comunidades costeras ya que las expone a un mayor riesgo ante un evento climático extremo, disminuye su fuente de alimento y de ingresos, entre otros factores.
Efecto Arena es una organización sin fines de lucro con sede en La Paz, Baja California Sur, que se dedica a la conservación y restauración de corales. Desde hace tres años, Efecto Arena usa técnicas de jardinería de coral para restaurar arrecifes en la Bahía de La Paz (Golfo de California). Recupera fragmentos del coral Pocillopora en zonas arrecifales dañadas, los fracciona en pedazos más pequeños y, usando una plastilina epóxica, los planta en camas de incubación donde permanecerán seis meses en el mar (Fig. 3). Efecto Arena monitorea la temperatura y la luz para asegurarse que las condiciones ambientales son adecuadas, así como limpia las camas incubadoras para eliminar los organismos competidores que pueden causar daño a los corales. Esto permite que los pequeños fragmentos de coral crezcan en todas las direcciones a una tasa promedio de 1 a 5 mm mensualmente dentro del “vivero”. Posteriormente, los corales son trasplantados a zonas arrecifales deterioradas y Efecto Arena sigue la recuperación de estos sitios, evaluando el crecimiento y la supervivencia de los trasplantes y monitoreando la diversidad de la fauna de peces e invertebrados. Desde 2023, Efecto Arena desarrolla una metodología para restaurar los arrecifes de otra especie de coral: Pavona gigantea. Aunque Pocillopora y Pavona son dos géneros de corales pétreos (i.e. tienen un esqueleto duro calcáreo) y comparten algunas características, las diferencias en su morfología, distribución y ecología explican porque no se puede usar exactamente el mismo método de jardinería para ambos corales.
Efecto Arena se distingue por su compromiso con la educación ambiental ya que ofrece talleres, cursos y experiencias prácticas a personas de todas las edades. Los talleres "Puerta al Mar" van dirigidos a niños y niñas de educación básica, así como a jóvenes de secundaria y preparatoria. Existe también una versión para adultos. Tanto para niñas/niños, jóvenes como adultos, el taller tiene dos opciones de duración: 5 o 20 horas. Una particularidad del taller es que la enseñanza teórica se realiza en un aula con vista panorámica al mar, prácticamente a pie de playa, en un ambiente que estimula el interés por el mundo marino. El entorno físico es usado como recurso educativo, es el principio de la “metodología basada en el lugar”. El aprendizaje es dinámico e interactivo, con un máximo de 10 a 12 participantes por taller. Esto garantiza que los participantes comparten sus conocimientos sobre corales y los amplían con la información dada por los instructores quienes son biólogos marinos. Los participantes aprenden qué es un coral, de qué está constituido, cómo se construye y reproduce. Descubren también cómo los corales participan en la regulación del clima y la protección de las costas. Otra particularidad de los talleres es que cada conocimiento científico está enseñado e inmediatamente ilustrado por medio de un juego, donde todos participan individualmente o en equipo. Todos los talleres terminan con una parte práctica donde los participantes siembran un pequeño fragmento de coral y visitan el “vivero” esnorkeleando (Fig. 4). En función de la edad de los participantes y la modalidad del taller, se realiza también una visita a un arrecife de coral en proceso de restauración. Los talleres “Puerta al Mar” son una experiencia educativa para inspirar tanto a las nuevas generaciones como a los adultos a tener acciones responsables para proteger los arrecifes de coral. Los testimonios de los participantes son unánimes: ¡todos están encantados con la experiencia! No obstante, llama la atención que muchos participantes no conocían el mundo del coral antes de asistir al taller, a pesar de que viven cerca del mar.
Con frecuencia subestimamos el poder de las acciones individuales. La protección de los arrecifes de coral parece ser una tarea gigantesca, pero cada esfuerzo o “granito de arena” cuenta. Todos podemos participar en la conservación de los corales, desde reducir nuestro consumo de plástico hasta apoyar organizaciones que se dedican a ello. A continuación, te compartimos algunas pequeñas acciones para cuidar los arrecifes:
- Usar protectores solares respetuosos con el medio ambiente: La gran mayoría de los bloqueadores son dañinos para los corales ya que contienen químicos tales como la oxibenzona y el octinoxato. Cuando vas a la playa, busca protectores solares minerales que usen óxido de zinc o dióxido de titanio como ingredientes activos. De manera general son productos costosos, por lo que la mejor opción es usar ropa de tela o neopreno con mangas largas para evitar la quemadura solar. Los protectores solares etiquetados como "seguros para los arrecifes" no lo son siempre porque no existe una normativa a nivel mundial o nacional.
- Evitar de tocar los arrecifes: Acuérdate que los corales son organismos vivos frágiles. Cuando estés buceando o esnorkeleando, cuida no pisar el coral o darle un aletazo ya que lo lastimas. Se necesitan 10 años para recuperar un fragmento de coral de 10 cm roto. No lleves a tu casa fragmentos que encuentras en la playa.
- No tirar basura: La basura marina como los plásticos, el vidrio y metales dañan los arrecifes de coral. Asegúrate de recoger todos tus desechos cuando estés en la playa para que no terminen en el mar.
- Reducir nuestra huella de carbono: El cambio climático es una de las mayores amenazas para los arrecifes de coral. Puedes reducir tu huella de carbono conduciendo menos y caminando más, usando menos energía en casa y consumiendo productos locales que no recorren medio mundo hasta llegar a tu hogar.
- Participar en las campañas: Existen muchas organizaciones que protegen los arrecifes de coral. Puedes apoyarlas ofreciéndote como voluntario o siguiendo y difundiendo su trabajo en redes sociales. También puedes ayudarlas donando dinero.
Visita el sitio www.efectoarena.org para conocer mejor a Efecto Arena y participar en sus campañas de conservación y restauración de coral. Sigue sus redes sociales Facebook e Instagram.
Fotos: cortesía de los autores
Referencias consultadas:
Calderón-Aguilera, L.E., Reyes-Bonilla, H., Carriquiry, J.D. 2007. El papel de los arrecifes coralinos en el flujo de carbono en el océano: estudios en el Pacífico mexicano. En: Carbono en ecosistemas acuáticos de México, B. Hernández de la Torre y G. Gaxiola Castro (eds.). Instituto Nacional de Ecología, México. pp. 215–226.
Calderón Aguilera, L.E., Reyes Bonilla, H., Norzagaray López, C.O., López Pérez, R.A. 2017. Los arrecifes coralinos de México: servicios ambientales y secuestro de carbono. En: Ciclo del carbono y sus interacciones. Elementos para políticas públicas Vol. 1 No. 1 Enero-Abril. Programa Mexicano del Carbono, A.C., México, pp 53–62.
The Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), 2018. Summary for Policymakers. En: Global Warming of 1.5°C, V. Masson-Delmotte, P. Zhai, H.-O. Pörtner, D. Roberts, J. Skea, P.R. Shukla, A. Pirani, W. Moufouma-Okia, C. Péan, R. Pidcock, S. Connors, J.B.R. Matthews, Y. Chen, X. Zhou, M.I. Gomis, E. Lonnoy, T. Maycock, M. Tignor, and T. Waterfield (eds.), pp 8. Consultado el 31 de julio 2024 en:
https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/sites/2/2019/06/SR15_Full_Report_High_Res.pdf
Reyes-Bonilla, H. 2003. Coral reefs of the Pacific coast of Mexico. En: Latin American Coral Reefs, J. Cortés (ed.). Elsevier, Países Bajos, pp. 331–349.