/ viernes 29 de octubre de 2021

Consulta infantil y juvenil 2021

@ebuendiaz


Conocer las opiniones de niñas, niños y adolescentes sobre distintos temas de la vida pública y privada no debe extrañarnos. Mucho menos debe sorprendernos que existan esfuerzos institucionales para recabar sus ideas e impresiones sobre distintos temas para que posteriormente sean adoptados como políticas públicas o decisiones de Estado.

Recordemos que la Convención sobre los Derechos del Niño, obliga a los estados parte (como es México) a garantizar, entre otros aspectos, el derecho a niñas y niños de expresar libremente su opinión, conforme a su edad y madurez, en todos los asuntos que le afectan. También a tomar en cuenta sus opiniones.

Dichas obligaciones también son reconocidas en nuestro sistema jurídico. De hecho, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, además de reconocer las obligaciones señaladas en la Convención, destaca el deber a cargo de las autoridades federales, estatales y municipales a informar a niñas, niños y adolescentes la manera en la que su opinión ha sido valorada y forma en la que su solicitud ha sido tomada en cuenta.

Estas obligaciones adquieren una mayor importancia si consideramos que en México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, la población infantil y juvenil asciende 41,332,599 niñas, niños y adolescentes entre los 0 y 19 años. Es decir, dichos grupos de población representan el 32.8% de un total de 126,014,024 habitantes (51.2% son mujeres y 48.2% son hombres).

Conscientes de que la opinión de la niñez y adolescencia en varios temas es valiosa y necesaria para ir delineando una futura ciudadanía activa, el INE organiza una Consulta Infantil y Juvenil cada 3 años desde 1997 para abrir espacios en los que las niñas, niños y adolescentes expresen sus opiniones y propuestas sobre temas que son valiosos para su desarrollo, como son sus espacios de convivencia y las condiciones para el ejercicio de derechos.

También es organizada para cambiar la percepción de que en democracia solo las personas adultas tienen derecho a ser escuchados y ser tomados en cuenta. Un dato que evidencia que la niñez y adolescencia tienen mucho que decir es el alto volumen de participación en dichas Consultas. Desde 1997 a 2018 lo han hecho 27,329,828 niñas, niños y adolescentes.

Estamos seguros que la Consulta Infantil y Juvenil de 2021 no será la excepción. Por ello es importante dar algunos datos sobre la organización de la misma. Ésta iniciará el 1 de noviembre y durará todo el mes. Los temas que estarán sometidos a consulta son: el cuidado del planeta, el bienestar y los derechos humanos. Dichas temáticas no son arbitrarias o discrecionales. De hecho, son resultado de un sondeo en línea en la que participaron más de 8 mil niñas, niños y adolescentes de entre 3 y 17 años de edad.

Para garantizar la salud de las personas que participen, la Consulta se desarrollará principalmente de manera virtual, esto es, a través de una plataforma informática que dará acceso a las boletas a través de cualquier dispositivo con conexión a internet.

Sin embargo, considerando que no toda la población tiene acceso a dichos dispositivos, los días 16, 17, 18, 19 y 22 de noviembre, se instalaran 19,517 casillas en escuelas, en las que el INE pondrá a disposición de las y los participantes los dispositivos móviles. También se instalarán casillas fijas en las 332 sedes de los órganos desconcentrados del INE a lo largo y ancho del país y 1,722 serán itinerantes. Como ha ocurrido en todas las Consultas infantiles y Juveniles del INE, las niñas, niños o adolescentes también podrán opinar a través de dibujos y habrá boletas en sistema braille.

Algo en lo que debemos estar seguros es que, en caso de que las y los niños y adolescentes decidan acudir a una casilla, el INE ha implementado protocolos para garantizar su salud, como ocurrió el día de la jornada electoral de junio y de la consulta popular de agosto. El INE ha trabajado con responsabilidad y seriedad en este aspecto para evitar que la pandemia sea un factor que inhiba la participación.

Finalmente, por lo que hace al contenido de las boletas que estarán a consideración de las niñas, niños y adolescentes que deseen participar, éstas fueron desarrolladas por un equipo experto del Programa de Investigación sobre Infancia de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. Incluso, existe un Comité Técnico de Acompañamiento al desarrollo de la Consulta que se integra por instituciones públicas, académicas y organizaciones de la sociedad civil.

Desde hace más de 24 años la autoridad electoral promueve la participación de las niñas, los niños y adolescentes de México. Si queremos consolidar a la democracia de nuestro país, ello transita por escuchar, entender y atender lo que expresan. El espacio público no es exclusivo de adultos, jamás lo ha sido y eso hay que normalizarlo.

*Jefe de oficina de la Presidencia del Consejo General del INE.


@ebuendiaz


Conocer las opiniones de niñas, niños y adolescentes sobre distintos temas de la vida pública y privada no debe extrañarnos. Mucho menos debe sorprendernos que existan esfuerzos institucionales para recabar sus ideas e impresiones sobre distintos temas para que posteriormente sean adoptados como políticas públicas o decisiones de Estado.

Recordemos que la Convención sobre los Derechos del Niño, obliga a los estados parte (como es México) a garantizar, entre otros aspectos, el derecho a niñas y niños de expresar libremente su opinión, conforme a su edad y madurez, en todos los asuntos que le afectan. También a tomar en cuenta sus opiniones.

Dichas obligaciones también son reconocidas en nuestro sistema jurídico. De hecho, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, además de reconocer las obligaciones señaladas en la Convención, destaca el deber a cargo de las autoridades federales, estatales y municipales a informar a niñas, niños y adolescentes la manera en la que su opinión ha sido valorada y forma en la que su solicitud ha sido tomada en cuenta.

Estas obligaciones adquieren una mayor importancia si consideramos que en México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, la población infantil y juvenil asciende 41,332,599 niñas, niños y adolescentes entre los 0 y 19 años. Es decir, dichos grupos de población representan el 32.8% de un total de 126,014,024 habitantes (51.2% son mujeres y 48.2% son hombres).

Conscientes de que la opinión de la niñez y adolescencia en varios temas es valiosa y necesaria para ir delineando una futura ciudadanía activa, el INE organiza una Consulta Infantil y Juvenil cada 3 años desde 1997 para abrir espacios en los que las niñas, niños y adolescentes expresen sus opiniones y propuestas sobre temas que son valiosos para su desarrollo, como son sus espacios de convivencia y las condiciones para el ejercicio de derechos.

También es organizada para cambiar la percepción de que en democracia solo las personas adultas tienen derecho a ser escuchados y ser tomados en cuenta. Un dato que evidencia que la niñez y adolescencia tienen mucho que decir es el alto volumen de participación en dichas Consultas. Desde 1997 a 2018 lo han hecho 27,329,828 niñas, niños y adolescentes.

Estamos seguros que la Consulta Infantil y Juvenil de 2021 no será la excepción. Por ello es importante dar algunos datos sobre la organización de la misma. Ésta iniciará el 1 de noviembre y durará todo el mes. Los temas que estarán sometidos a consulta son: el cuidado del planeta, el bienestar y los derechos humanos. Dichas temáticas no son arbitrarias o discrecionales. De hecho, son resultado de un sondeo en línea en la que participaron más de 8 mil niñas, niños y adolescentes de entre 3 y 17 años de edad.

Para garantizar la salud de las personas que participen, la Consulta se desarrollará principalmente de manera virtual, esto es, a través de una plataforma informática que dará acceso a las boletas a través de cualquier dispositivo con conexión a internet.

Sin embargo, considerando que no toda la población tiene acceso a dichos dispositivos, los días 16, 17, 18, 19 y 22 de noviembre, se instalaran 19,517 casillas en escuelas, en las que el INE pondrá a disposición de las y los participantes los dispositivos móviles. También se instalarán casillas fijas en las 332 sedes de los órganos desconcentrados del INE a lo largo y ancho del país y 1,722 serán itinerantes. Como ha ocurrido en todas las Consultas infantiles y Juveniles del INE, las niñas, niños o adolescentes también podrán opinar a través de dibujos y habrá boletas en sistema braille.

Algo en lo que debemos estar seguros es que, en caso de que las y los niños y adolescentes decidan acudir a una casilla, el INE ha implementado protocolos para garantizar su salud, como ocurrió el día de la jornada electoral de junio y de la consulta popular de agosto. El INE ha trabajado con responsabilidad y seriedad en este aspecto para evitar que la pandemia sea un factor que inhiba la participación.

Finalmente, por lo que hace al contenido de las boletas que estarán a consideración de las niñas, niños y adolescentes que deseen participar, éstas fueron desarrolladas por un equipo experto del Programa de Investigación sobre Infancia de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. Incluso, existe un Comité Técnico de Acompañamiento al desarrollo de la Consulta que se integra por instituciones públicas, académicas y organizaciones de la sociedad civil.

Desde hace más de 24 años la autoridad electoral promueve la participación de las niñas, los niños y adolescentes de México. Si queremos consolidar a la democracia de nuestro país, ello transita por escuchar, entender y atender lo que expresan. El espacio público no es exclusivo de adultos, jamás lo ha sido y eso hay que normalizarlo.

*Jefe de oficina de la Presidencia del Consejo General del INE.