/ viernes 17 de abril de 2020

Coronavirus, información y tecnología

La Ciencia en los últimos veinte años muestra desarrollos admirables, sin embargo, ahora está revelando su debilidad, no previó, ni puede combatir de manera efectiva la pandemia. Los sistemas de salud de los países más avanzados del mundo están viviendo su peor crisis y la población mundial está atemorizada. En México estamos apenas en la cresta de la ola y no sabemos cómo será el desenlace. La primera reacción de quedarse en casa denota lo heterogéneo que somos, muchos están cumpliendo, otros no obedecieron, y un sinnúmero de personas tienen que salir a buscar su sustento porque si no, no comen. Hemos visto diversos eventos de gran aglomeración sin protección. En algunas zonas de Quintana Roo fue necesario que las fuerzas de seguridad intervinieran para obligar a los ciudadanos a estar en sus casas. Las proyecciones indican que lo más fuerte está por venir.


La información que se tiene actualmente sobre prevención del Covid es integral y tiene un buen esquema de socialización en medios de comunicación y redes sociales. Diferente es cuando ya estás infectado, es poca la información que existe sobre dónde hacerte la prueba y en caso de dar positivo no se aprecian rutas clínicas para tratamientos. Además, tampoco existe un mecanismo que permita determinar las posibles fuentes de contagio y el cuestionario que realizan a los infectados es superficial. Para una política pública de salud es fundamental tener datos, si bien en el momento difícilmente se procesarán debido a que la cabeza está puesta en la atención médica, es información muy valiosa que podría servir ante una nueva pandemia. Es cierto que los efectos de la enfermedad se manifiestan de manera diversa, oscila entre los asintomáticos hasta los que requieren hospitalización. Pero cuando ya sabes que tienes Covid-19, inicia un viacrucis en donde el paso del tiempo ayuda a volverse más religioso y rezas porque tu enfermedad no se te complique y no contagies a tus seres queridos.


En los medios de comunicación observamos que algunas entidades ya están en crisis y ni siquiera se ha llegado a la cima en el número de contagiados. Es lamentable las condiciones de algunos hospitales que no cuentan con los materiales básicos de protección como cubrebocas y guantes. Un tema adicional es la falta de protocolos clínicos para atender a los contagiados, de haberlos tenido los casos de infección del personal médico serían mucho menores. De seguir la tendencia del personal médico infectado se generará una fuerte crisis y no habrá personal suficiente para atender a los enfermos, y será una paradoja, de médico pasarás a paciente.


México es un país inserto en el mundo global, se echa de menos la falta del uso de la tecnología, podríamos aprender de Corea del Sur, ellos tienen una aplicación de obligado uso para las personas contagiadas que son monitoreadas por medio de su celular, si salen de su aislamiento se emite una alarma. Para los viajeros tienen otra aplicación que es forzoso usar y que monitorea su estado de salud por medio del llenado diario de un cuestionario, si se advierte un posible contagio le llaman para que se haga de inmediato la prueba. También cuentan con un esquema que puede monitorear por medio de los teléfonos celulares grandes concentraciones de personas. Mi pregunta es: ¿en México no podemos hacer lo mismo?



[1] @hdiazs

La Ciencia en los últimos veinte años muestra desarrollos admirables, sin embargo, ahora está revelando su debilidad, no previó, ni puede combatir de manera efectiva la pandemia. Los sistemas de salud de los países más avanzados del mundo están viviendo su peor crisis y la población mundial está atemorizada. En México estamos apenas en la cresta de la ola y no sabemos cómo será el desenlace. La primera reacción de quedarse en casa denota lo heterogéneo que somos, muchos están cumpliendo, otros no obedecieron, y un sinnúmero de personas tienen que salir a buscar su sustento porque si no, no comen. Hemos visto diversos eventos de gran aglomeración sin protección. En algunas zonas de Quintana Roo fue necesario que las fuerzas de seguridad intervinieran para obligar a los ciudadanos a estar en sus casas. Las proyecciones indican que lo más fuerte está por venir.


La información que se tiene actualmente sobre prevención del Covid es integral y tiene un buen esquema de socialización en medios de comunicación y redes sociales. Diferente es cuando ya estás infectado, es poca la información que existe sobre dónde hacerte la prueba y en caso de dar positivo no se aprecian rutas clínicas para tratamientos. Además, tampoco existe un mecanismo que permita determinar las posibles fuentes de contagio y el cuestionario que realizan a los infectados es superficial. Para una política pública de salud es fundamental tener datos, si bien en el momento difícilmente se procesarán debido a que la cabeza está puesta en la atención médica, es información muy valiosa que podría servir ante una nueva pandemia. Es cierto que los efectos de la enfermedad se manifiestan de manera diversa, oscila entre los asintomáticos hasta los que requieren hospitalización. Pero cuando ya sabes que tienes Covid-19, inicia un viacrucis en donde el paso del tiempo ayuda a volverse más religioso y rezas porque tu enfermedad no se te complique y no contagies a tus seres queridos.


En los medios de comunicación observamos que algunas entidades ya están en crisis y ni siquiera se ha llegado a la cima en el número de contagiados. Es lamentable las condiciones de algunos hospitales que no cuentan con los materiales básicos de protección como cubrebocas y guantes. Un tema adicional es la falta de protocolos clínicos para atender a los contagiados, de haberlos tenido los casos de infección del personal médico serían mucho menores. De seguir la tendencia del personal médico infectado se generará una fuerte crisis y no habrá personal suficiente para atender a los enfermos, y será una paradoja, de médico pasarás a paciente.


México es un país inserto en el mundo global, se echa de menos la falta del uso de la tecnología, podríamos aprender de Corea del Sur, ellos tienen una aplicación de obligado uso para las personas contagiadas que son monitoreadas por medio de su celular, si salen de su aislamiento se emite una alarma. Para los viajeros tienen otra aplicación que es forzoso usar y que monitorea su estado de salud por medio del llenado diario de un cuestionario, si se advierte un posible contagio le llaman para que se haga de inmediato la prueba. También cuentan con un esquema que puede monitorear por medio de los teléfonos celulares grandes concentraciones de personas. Mi pregunta es: ¿en México no podemos hacer lo mismo?



[1] @hdiazs