/ jueves 13 de agosto de 2020

Crecimiento del comercio electrónico en México

Frente a la contingencia sanitaria que vivimos actualmente con la propagación del coronavirus en todo el mundo, generando consecuencias económicas que han derivado en una crisis global cuyas proporciones son inéditas, incluso considerando los tiempos de la Primera y Segunda Guerra Mundial, vemos el desplome de sectores enteros de la actividad productiva.


En realidad, son muy pocos los rubros de los que se puede decir que no han sido duramente embestidos por los procesos recesivos actuales, salvándose cuando mucho las empresas farmacéuticas, actualmente en gran actividad por la competencia para desarrollar vacunas y tratamientos terapéuticos contra el coronavirus.


Otro rubro que registra un crecimiento exponencial, principalmente por el confinamiento que hemos vivido buscando evitar contagios de covid-19, es el del comercio en línea, lo que entre otras cosas ha llevado a un crecimiento sin precedentes de la fortuna de Jeff Bezos, el propietario de Amazon, la empresa líder a nivel mundial en este sector.


Precisamente, si algo hemos visto crecer en México durante los últimos diez años, ha sido el comercio electrónico, en algunos momentos con limitaciones e incluso con cierta timidez y en una escala enteramente gradual, para la que seguramente habremos de ver un sorpresivo salto cuando se den a conocer las cifras totales del ramo durante el presente 2020.


Desde que Internet surgió de forma comercial en México, por allá de 1995, fue que se empezó a hablar del desarrollo del comercio en línea, aunque durante muchos años hubo importantes reservas al respecto por la seguridad con que se pudieran hacer los pagos por esa vía, algo comprensible si vemos el historial de delitos como la clonación de tarjetas de crédito.


Con el tiempo, fueron surgiendo alternativas como PayPal, al tiempo que las diferentes instituciones financieras a través de tarjetas de crédito, en un principio, posteriormente incluyendo a las de débito y actualmente incluso a través de transferencias digitales, el uso de códigos QR y hasta las famosas criptomonedas, como el Bitcoin, han brindado una mayor tranquilidad a los consumidores, aunque todavía queda mucho por andar en lo referente a los esquemas de distribución.


En los últimos diez años, las cifras del e-commerce han crecido de forma exponencial, como lo muestran los números de la Asociación Internet MX:


· 2010, 36,500 millones de pesos

· 2011, 54,500 millones de pesos

· 2012, 87,700 millones de pesos

· 2013, 121,600 millones de pesos

· 2014, 162,100 millones de pesos

· 2015, 257,000 millones de pesos

· 2016, 329,800 millones de pesos

· 2017, 396,000 millones de pesos

· 2018, 491,200 millones de pesos

· 2019, 631,700 millones de pesos


Frente a tal situación, no hay menos que recordar a quien ha tenido gran visión para actuar frente a una crisis, es el caso del ingeniero Carlos Slim Helú, quien en la crisis de 1995 tuvo un momento en que dijo es tiempo de adquirir gangas. Lo que fueron gangas en esos momentos difíciles, con el debido saneamiento y frente a la recuperación que vino en los años posteriores, llevaron a una fortuna que, si bien ya era cuantiosa, a ubicarse entre las más grandes del mundo y llegar en el 2014 a ser la mayor.


Los pasos del ingeniero son algo de lo que deberemos estar pendientes frente a la aplastante recesión que vivimos en estos días, recordando que, hasta hace poco tiempo, no faltaba quien ya lo quisiera retirar, pero ahora lo vemos más vigente que nunca.


Recordemos una expresión suya: “En los años de vacas gordas, los negocios deben de capitalizarse y acelerar su desarrollo, de tal forma que en los años de vacas flacas no tengan que despedir gente. Ya habrás creado abundancia y superávit de las vacas gordas. Crecerás porque ya tienes el grano”.


Por algo Richard Branson, fundador de Virgin, dijo alguna vez que “Lo más importante de las empresas no son los clientes, son los empleados. Cuida bien a tus empleados y ellos cuidarán de tus clientes”.



FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre

Frente a la contingencia sanitaria que vivimos actualmente con la propagación del coronavirus en todo el mundo, generando consecuencias económicas que han derivado en una crisis global cuyas proporciones son inéditas, incluso considerando los tiempos de la Primera y Segunda Guerra Mundial, vemos el desplome de sectores enteros de la actividad productiva.


En realidad, son muy pocos los rubros de los que se puede decir que no han sido duramente embestidos por los procesos recesivos actuales, salvándose cuando mucho las empresas farmacéuticas, actualmente en gran actividad por la competencia para desarrollar vacunas y tratamientos terapéuticos contra el coronavirus.


Otro rubro que registra un crecimiento exponencial, principalmente por el confinamiento que hemos vivido buscando evitar contagios de covid-19, es el del comercio en línea, lo que entre otras cosas ha llevado a un crecimiento sin precedentes de la fortuna de Jeff Bezos, el propietario de Amazon, la empresa líder a nivel mundial en este sector.


Precisamente, si algo hemos visto crecer en México durante los últimos diez años, ha sido el comercio electrónico, en algunos momentos con limitaciones e incluso con cierta timidez y en una escala enteramente gradual, para la que seguramente habremos de ver un sorpresivo salto cuando se den a conocer las cifras totales del ramo durante el presente 2020.


Desde que Internet surgió de forma comercial en México, por allá de 1995, fue que se empezó a hablar del desarrollo del comercio en línea, aunque durante muchos años hubo importantes reservas al respecto por la seguridad con que se pudieran hacer los pagos por esa vía, algo comprensible si vemos el historial de delitos como la clonación de tarjetas de crédito.


Con el tiempo, fueron surgiendo alternativas como PayPal, al tiempo que las diferentes instituciones financieras a través de tarjetas de crédito, en un principio, posteriormente incluyendo a las de débito y actualmente incluso a través de transferencias digitales, el uso de códigos QR y hasta las famosas criptomonedas, como el Bitcoin, han brindado una mayor tranquilidad a los consumidores, aunque todavía queda mucho por andar en lo referente a los esquemas de distribución.


En los últimos diez años, las cifras del e-commerce han crecido de forma exponencial, como lo muestran los números de la Asociación Internet MX:


· 2010, 36,500 millones de pesos

· 2011, 54,500 millones de pesos

· 2012, 87,700 millones de pesos

· 2013, 121,600 millones de pesos

· 2014, 162,100 millones de pesos

· 2015, 257,000 millones de pesos

· 2016, 329,800 millones de pesos

· 2017, 396,000 millones de pesos

· 2018, 491,200 millones de pesos

· 2019, 631,700 millones de pesos


Frente a tal situación, no hay menos que recordar a quien ha tenido gran visión para actuar frente a una crisis, es el caso del ingeniero Carlos Slim Helú, quien en la crisis de 1995 tuvo un momento en que dijo es tiempo de adquirir gangas. Lo que fueron gangas en esos momentos difíciles, con el debido saneamiento y frente a la recuperación que vino en los años posteriores, llevaron a una fortuna que, si bien ya era cuantiosa, a ubicarse entre las más grandes del mundo y llegar en el 2014 a ser la mayor.


Los pasos del ingeniero son algo de lo que deberemos estar pendientes frente a la aplastante recesión que vivimos en estos días, recordando que, hasta hace poco tiempo, no faltaba quien ya lo quisiera retirar, pero ahora lo vemos más vigente que nunca.


Recordemos una expresión suya: “En los años de vacas gordas, los negocios deben de capitalizarse y acelerar su desarrollo, de tal forma que en los años de vacas flacas no tengan que despedir gente. Ya habrás creado abundancia y superávit de las vacas gordas. Crecerás porque ya tienes el grano”.


Por algo Richard Branson, fundador de Virgin, dijo alguna vez que “Lo más importante de las empresas no son los clientes, son los empleados. Cuida bien a tus empleados y ellos cuidarán de tus clientes”.



FB: YolandaDeLaTorreV

Tw: @yoladelatorre