/ lunes 5 de agosto de 2019

Credencial para votar: identidad y seguridad

El reconocimiento de la identidad es un derecho humano, el cual se encuentra asociado a un conjunto de derechos, es decir, que para que una persona pueda acceder al pleno goce de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales resulta fundamental e indispensable que se garantice su derecho a la identidad.

En México, las y los ciudadanos cuentan con la posibilidad de solicitar una credencial para votar, la cual, al ser un documento de identificación oficial, es reconocido por instituciones públicas y privadas en el territorio nacional, ya que concentra los principales datos de identificación, que permite a las ciudadanas y ciudadanos no solo ejercer su derecho al voto sino poder identificarse. Ésta ha sido emitida por la autoridad electoral desde 1991 y desde entonces se ha perfeccionado y actualizado en sus características de seguridad, materiales y costo, así como los criterios de seguridad de manejo de los datos que brindan las y los ciudadanos al INE para su inscripción en el Registro Federal de Electores para la emisión de su credencial. Así, se conforma el Padrón Electoral, el cual incluye el total de personas mayores de 18 años, que hayan tramitado su credencial de elector y se encuentra agrupado en dos secciones, la de personas ciudadanas residentes en territorio nacional y la de las personas ciudadanas residentes en el extranjero.

El Padrón Electoral es la base de datos personales más protegida y grande del país, puesto que el 98.3% de las y los mexicanos mayores de edad están registrados en él, el 100% de los registros contienen la fotografía del rostro y el 82.17% las 10 huellas dactilares de las y los ciudadanos. El Padrón Electoral a su vez configura la Lista Nominal, pues ésta se refiere a las personas a quienes les ha sido entregada su credencial para votar y, por lo tanto, son quienes podrán sufragar el día de la Jornada Electoral.

Por ello, el Instituto se ha dado a la tarea de construir un Padrón Electoral actualizado, por lo que anualmente realiza al menos dos campañas para ello: la Campaña de Actualización Intensa y la Campaña Permanente. Durante ésta última, la ciudadanía puede solicitar su inscripción en el Padrón Electoral desde el día siguiente de la elección. Para realizar la actualización de la credencial para votar o la inscripción en el Padrón Electoral, el INE cuenta con Módulos de Atención Ciudadana fijos, móviles y semi móviles distribuidos en todo el país[1] para así cubrir la mayor parte del territorio nacional de manera eficiente. Y si bien, el costo de producción de cada credencial para votar es de alrededor de 200 pesos[2], ésta se otorga de forma gratuita, convirtiéndose en un documento accesible para que todos y todas puedan ejercer sus derechos político-electorales y contar con un documento oficial que les permita identificarse.

La aceptación que tiene la credencial de elector, gracias a su gratuidad y elementos de seguridad, se ve reflejada en los convenios de colaboración que el INE ha firmado con diferentes instituciones como la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, para coadyuvar en la identificación de personas desaparecidas y cadáveres o restos humanos, en 2018. Así como la firma de las “Bases de Colaboración para inhibir la suplantación de Identidad a través del Sistema Financiero en México”[3] en 2016, y recientemente, con el Consejo Nacional del Notariado Mexicano, también con el fin de prevenir el robo de identidad.

Para efecto de estos últimos dos convenios, el INE implementó el Servicio de Verificación de los datos de la Credencial para Votar, el cual es utilizado por bancos y otras instituciones públicas. El objetivo de este servicio es promover el uso de las credenciales para votar vigentes mediante un mecanismo que mitigue la obtención y uso no autorizado de datos personales que conforman la identidad de la ciudadanía inscrita en el Padrón Electoral. Con este sistema se puede verificar en línea la coincidencia de los datos de la Credencial para Votar de la persona que se presenta ante la institución financiera para contratar un crédito o aperturar una cuenta utilizando su Credencial para Votar. El sistema permite que la información de la credencial enviada por la institución sea leída sólo por el INE, al estar cifrada con la llave pública del Instituto, la cual, valida la firma electrónica de la institución de procedencia, es decir, que el INE no comparte la información confiada por la ciudadanía a otras instituciones.

Por todo lo anterior, podemos confirmar que la credencial para votar también funge como la identificación oficial por excelencia entre las y los mexicanos y, por otro lado, corroboramos la importancia y valor del Padrón Electoral como la base de datos más depurada, actualizada y confiable sobre personas mayores de edad en México. Por ello es indispensable continuar con los trabajos de fortalecimiento, perfeccionamiento y actualización de estos instrumentos, lo que además es una de las tareas fundamentales del INE.

[1] La credencialización en el extranjero se puede solicitar en 147 consulados mexicanos de la SRE en 81 países.

[2] El costo de emisión de la CPV es de USD$0.6674 el costo de producción estimado incluye la operación de la DERFE considerando la atención, procesamiento, producción, envío y entrega de las credenciales.

[3] Firmado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, la Asociación de Bancos de México, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, como testigo de honor.

Consejera electoral del INE / @DaniaRavel

El reconocimiento de la identidad es un derecho humano, el cual se encuentra asociado a un conjunto de derechos, es decir, que para que una persona pueda acceder al pleno goce de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales resulta fundamental e indispensable que se garantice su derecho a la identidad.

En México, las y los ciudadanos cuentan con la posibilidad de solicitar una credencial para votar, la cual, al ser un documento de identificación oficial, es reconocido por instituciones públicas y privadas en el territorio nacional, ya que concentra los principales datos de identificación, que permite a las ciudadanas y ciudadanos no solo ejercer su derecho al voto sino poder identificarse. Ésta ha sido emitida por la autoridad electoral desde 1991 y desde entonces se ha perfeccionado y actualizado en sus características de seguridad, materiales y costo, así como los criterios de seguridad de manejo de los datos que brindan las y los ciudadanos al INE para su inscripción en el Registro Federal de Electores para la emisión de su credencial. Así, se conforma el Padrón Electoral, el cual incluye el total de personas mayores de 18 años, que hayan tramitado su credencial de elector y se encuentra agrupado en dos secciones, la de personas ciudadanas residentes en territorio nacional y la de las personas ciudadanas residentes en el extranjero.

El Padrón Electoral es la base de datos personales más protegida y grande del país, puesto que el 98.3% de las y los mexicanos mayores de edad están registrados en él, el 100% de los registros contienen la fotografía del rostro y el 82.17% las 10 huellas dactilares de las y los ciudadanos. El Padrón Electoral a su vez configura la Lista Nominal, pues ésta se refiere a las personas a quienes les ha sido entregada su credencial para votar y, por lo tanto, son quienes podrán sufragar el día de la Jornada Electoral.

Por ello, el Instituto se ha dado a la tarea de construir un Padrón Electoral actualizado, por lo que anualmente realiza al menos dos campañas para ello: la Campaña de Actualización Intensa y la Campaña Permanente. Durante ésta última, la ciudadanía puede solicitar su inscripción en el Padrón Electoral desde el día siguiente de la elección. Para realizar la actualización de la credencial para votar o la inscripción en el Padrón Electoral, el INE cuenta con Módulos de Atención Ciudadana fijos, móviles y semi móviles distribuidos en todo el país[1] para así cubrir la mayor parte del territorio nacional de manera eficiente. Y si bien, el costo de producción de cada credencial para votar es de alrededor de 200 pesos[2], ésta se otorga de forma gratuita, convirtiéndose en un documento accesible para que todos y todas puedan ejercer sus derechos político-electorales y contar con un documento oficial que les permita identificarse.

La aceptación que tiene la credencial de elector, gracias a su gratuidad y elementos de seguridad, se ve reflejada en los convenios de colaboración que el INE ha firmado con diferentes instituciones como la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, para coadyuvar en la identificación de personas desaparecidas y cadáveres o restos humanos, en 2018. Así como la firma de las “Bases de Colaboración para inhibir la suplantación de Identidad a través del Sistema Financiero en México”[3] en 2016, y recientemente, con el Consejo Nacional del Notariado Mexicano, también con el fin de prevenir el robo de identidad.

Para efecto de estos últimos dos convenios, el INE implementó el Servicio de Verificación de los datos de la Credencial para Votar, el cual es utilizado por bancos y otras instituciones públicas. El objetivo de este servicio es promover el uso de las credenciales para votar vigentes mediante un mecanismo que mitigue la obtención y uso no autorizado de datos personales que conforman la identidad de la ciudadanía inscrita en el Padrón Electoral. Con este sistema se puede verificar en línea la coincidencia de los datos de la Credencial para Votar de la persona que se presenta ante la institución financiera para contratar un crédito o aperturar una cuenta utilizando su Credencial para Votar. El sistema permite que la información de la credencial enviada por la institución sea leída sólo por el INE, al estar cifrada con la llave pública del Instituto, la cual, valida la firma electrónica de la institución de procedencia, es decir, que el INE no comparte la información confiada por la ciudadanía a otras instituciones.

Por todo lo anterior, podemos confirmar que la credencial para votar también funge como la identificación oficial por excelencia entre las y los mexicanos y, por otro lado, corroboramos la importancia y valor del Padrón Electoral como la base de datos más depurada, actualizada y confiable sobre personas mayores de edad en México. Por ello es indispensable continuar con los trabajos de fortalecimiento, perfeccionamiento y actualización de estos instrumentos, lo que además es una de las tareas fundamentales del INE.

[1] La credencialización en el extranjero se puede solicitar en 147 consulados mexicanos de la SRE en 81 países.

[2] El costo de emisión de la CPV es de USD$0.6674 el costo de producción estimado incluye la operación de la DERFE considerando la atención, procesamiento, producción, envío y entrega de las credenciales.

[3] Firmado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente, la Asociación de Bancos de México, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, como testigo de honor.

Consejera electoral del INE / @DaniaRavel