/ viernes 12 de agosto de 2022

Crónica de un nuevo fracaso 

Pocas cosas apasionan tanto a los mexicanos como el futbol, al grado que ciertos momentos es la representación de la Patria. De acuerdo con una empresa especialista en estadísticas, aproximadamente al 73% de los mexicanos les gusta el futbol, es decir, más de 90 millones de personas disfrutan de esta pasión. Por la gran cantidad de aficionados las ganancias oscilan a los mil millones.

Sin embargo, este deporte popular ha tenido algunos escándalos. Por ejemplo, la selección mexicana ha vivido varios: en vísperas del mundial de 2018 en Rusia, los jugadores hicieron una fiesta con alcohol y escorts, a tal grado de que varios futbolistas estuvieron a punto de perderse el mundial. También en la Copa América hace unos años en Argentina, jugadores de la selección fueron captados con prostitutas en los hoteles de concentración.

Otro tema importante es que existe una fuga de talento por futbolistas, la cual se da porque la Liga está más enfocada en ganar dinero; mandan a los jóvenes promesas a equipos europeos para que estén en la banca, jueguen 15 minutos en una temporada y cuando hay juegos de la selección vienen desencanchados, con un bajo nivel de futbol que repercute en los resultados de los partidos del mundial, lo cual es muy probable que ocurra en Qatar.

Hay casos de otros deportes que eran muy populares y que perdieron el interés del pueblo, como fue el caso del box; se tiene que repensar y replantear la organización para que siga siendo negocio, pero también para que haya un sentido mínimo de avance. México pasó de ser una potencia dominante en futbol como en la CONCACAF, a ser tristemente superados por canadienses y estadounidenses.

Precisamente quienes escribimos nos hemos alejado de los temas que le importan a la gente, por eso estamos perdiendo la capacidad y el interés por generar una reflexión. Seguramente después del mundial habrá algún político oportunista y torpe que quiera subir un punto de acuerdo sobre el futbol, pero lo que se les olvida es que la federación y la liga son empresas privadas.

El tema de fondo es regresar al futbol a su naturaleza social y popular, los equipos deben de darle oportunidades primero que nada a los jugadores de cantera y sobre todo impulsar el deporte popular. Tenemos experiencias como la mostrada en la película Invictus, donde el deporte fue un factor de desarrollo y unidad; si no se retoma esto y se sigue viendo como un negocio de empresas privadas, estaremos condenados a la mediocridad, a la importación de jugadores y seguir siendo los eternos chillones del mundial. XXX Twitter: @LuisH_Fernandez

Pocas cosas apasionan tanto a los mexicanos como el futbol, al grado que ciertos momentos es la representación de la Patria. De acuerdo con una empresa especialista en estadísticas, aproximadamente al 73% de los mexicanos les gusta el futbol, es decir, más de 90 millones de personas disfrutan de esta pasión. Por la gran cantidad de aficionados las ganancias oscilan a los mil millones.

Sin embargo, este deporte popular ha tenido algunos escándalos. Por ejemplo, la selección mexicana ha vivido varios: en vísperas del mundial de 2018 en Rusia, los jugadores hicieron una fiesta con alcohol y escorts, a tal grado de que varios futbolistas estuvieron a punto de perderse el mundial. También en la Copa América hace unos años en Argentina, jugadores de la selección fueron captados con prostitutas en los hoteles de concentración.

Otro tema importante es que existe una fuga de talento por futbolistas, la cual se da porque la Liga está más enfocada en ganar dinero; mandan a los jóvenes promesas a equipos europeos para que estén en la banca, jueguen 15 minutos en una temporada y cuando hay juegos de la selección vienen desencanchados, con un bajo nivel de futbol que repercute en los resultados de los partidos del mundial, lo cual es muy probable que ocurra en Qatar.

Hay casos de otros deportes que eran muy populares y que perdieron el interés del pueblo, como fue el caso del box; se tiene que repensar y replantear la organización para que siga siendo negocio, pero también para que haya un sentido mínimo de avance. México pasó de ser una potencia dominante en futbol como en la CONCACAF, a ser tristemente superados por canadienses y estadounidenses.

Precisamente quienes escribimos nos hemos alejado de los temas que le importan a la gente, por eso estamos perdiendo la capacidad y el interés por generar una reflexión. Seguramente después del mundial habrá algún político oportunista y torpe que quiera subir un punto de acuerdo sobre el futbol, pero lo que se les olvida es que la federación y la liga son empresas privadas.

El tema de fondo es regresar al futbol a su naturaleza social y popular, los equipos deben de darle oportunidades primero que nada a los jugadores de cantera y sobre todo impulsar el deporte popular. Tenemos experiencias como la mostrada en la película Invictus, donde el deporte fue un factor de desarrollo y unidad; si no se retoma esto y se sigue viendo como un negocio de empresas privadas, estaremos condenados a la mediocridad, a la importación de jugadores y seguir siendo los eternos chillones del mundial. XXX Twitter: @LuisH_Fernandez