/ lunes 24 de septiembre de 2018

Cuando los restos humanos se desbordan

Se imaginan una película de horror donde los restos humanos aparecen en distintas etapas de descomposición, desgastados sin carnes, o amoratados por la putrefacción, restos de personas que fueron jóvenes; la sinopsis del guión es que les fue truncada la vida y hay madres, padres, colectivos de familiares que les buscan.

Se imaginan otra película donde los y las protagonistas anónimos fueron personas quienes por alguna situación irracional sus restos terminan amontonados en trailers refrigeradores para impedir el natural proceso de descomposición?

Uno decide ver o no estas películas. Si fuesen sólo eso, se le puede dar la vuelta a la programación y preferir una comedia.

Sin embargo hay noticias que no promueven cintas cinematográficas sino hechos que se basan en una realidad que necesitamos ver. No darle la vuelta. Necesitamos reaccionar, incomodarnos, sentirnos mal, sentir aprensión por quienes han terminado así y coraje por el maltrato que reciben sus restos. Necesitamos tener empatía con sus familias e indignarnos junto con ellas para poder caminar juntos hacia algo distinto, orden, justicia, reconciliación, paz y certidumbre en la seguridad pública.

México enfrenta el terrible delito de la desaparición forzada perpetrada por agentes del estado y la desaparición cometida por particulares donde no hay presencia de ninguna manera de agentes del estado. Tenemos la Ley específica en esta materia, que además de sancionar estos delitos, tiene como objeto buscar a las personas desaparecidas.

Una de las reflexiones para concretar la ley fue establecer que no quede ningún resto humano sin clasificar, que sus datos forenses queden integrados en el Banco Nacional de Datos Forenses, herramienta única de la ley nacional donde todas las entidades y la federación están obligadas a remitir la información tanto de fosas comunes de los panteones y cementerios, como de fosas clandestinas.

Repito: el gobierno federal y las 32 entidades federativas están obligadas a implementar todo lo necesario para lograr que todas las herramientas e instancias de esta ley se apliquen. Cuánto se necesita? Seguramente poco en comparación a los gastos que se dedicará para una consulta absurda sobre el aeropuerto internacional, o la movilización de secretarías fuera de la Ciudad de México que pretende López Obrador o trenes que me recuerdan más los caprichos de gobernantes que dedican recursos públicos para llevar carreteras cerca de sus ranchos, que para resolver realmente problemas de desarrollo.

Los congresos locales, la Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda deben discutir cómo acatar la Ley, constituir fiscalías especializadas y comisiones de búsqueda. Ponerse de acuerdo cómo deben implementar la búsqueda de personas desaparecidas e integrar los sistemas informativos de datos y registros de hospitales, centros psiquiátricos, centros de detención, servicios forenses, albergues públicos y privados, panteones y lugares donde haya personas sin identificar o donde se depositen restos mortales incluyendo el ordenamientos de las fosas clandestinas.

Las situaciones de horror protagonizadas por quienes ordenaron en Jalisco amontonar cadáveres en trailers sólo evidencian una falta de voluntad para acatar la Ley y una terrible frialdad ante la normalidad de la tragedia. Esta actitud es más espeluznante que una película de terror.


@angelicadelap


Se imaginan una película de horror donde los restos humanos aparecen en distintas etapas de descomposición, desgastados sin carnes, o amoratados por la putrefacción, restos de personas que fueron jóvenes; la sinopsis del guión es que les fue truncada la vida y hay madres, padres, colectivos de familiares que les buscan.

Se imaginan otra película donde los y las protagonistas anónimos fueron personas quienes por alguna situación irracional sus restos terminan amontonados en trailers refrigeradores para impedir el natural proceso de descomposición?

Uno decide ver o no estas películas. Si fuesen sólo eso, se le puede dar la vuelta a la programación y preferir una comedia.

Sin embargo hay noticias que no promueven cintas cinematográficas sino hechos que se basan en una realidad que necesitamos ver. No darle la vuelta. Necesitamos reaccionar, incomodarnos, sentirnos mal, sentir aprensión por quienes han terminado así y coraje por el maltrato que reciben sus restos. Necesitamos tener empatía con sus familias e indignarnos junto con ellas para poder caminar juntos hacia algo distinto, orden, justicia, reconciliación, paz y certidumbre en la seguridad pública.

México enfrenta el terrible delito de la desaparición forzada perpetrada por agentes del estado y la desaparición cometida por particulares donde no hay presencia de ninguna manera de agentes del estado. Tenemos la Ley específica en esta materia, que además de sancionar estos delitos, tiene como objeto buscar a las personas desaparecidas.

Una de las reflexiones para concretar la ley fue establecer que no quede ningún resto humano sin clasificar, que sus datos forenses queden integrados en el Banco Nacional de Datos Forenses, herramienta única de la ley nacional donde todas las entidades y la federación están obligadas a remitir la información tanto de fosas comunes de los panteones y cementerios, como de fosas clandestinas.

Repito: el gobierno federal y las 32 entidades federativas están obligadas a implementar todo lo necesario para lograr que todas las herramientas e instancias de esta ley se apliquen. Cuánto se necesita? Seguramente poco en comparación a los gastos que se dedicará para una consulta absurda sobre el aeropuerto internacional, o la movilización de secretarías fuera de la Ciudad de México que pretende López Obrador o trenes que me recuerdan más los caprichos de gobernantes que dedican recursos públicos para llevar carreteras cerca de sus ranchos, que para resolver realmente problemas de desarrollo.

Los congresos locales, la Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda deben discutir cómo acatar la Ley, constituir fiscalías especializadas y comisiones de búsqueda. Ponerse de acuerdo cómo deben implementar la búsqueda de personas desaparecidas e integrar los sistemas informativos de datos y registros de hospitales, centros psiquiátricos, centros de detención, servicios forenses, albergues públicos y privados, panteones y lugares donde haya personas sin identificar o donde se depositen restos mortales incluyendo el ordenamientos de las fosas clandestinas.

Las situaciones de horror protagonizadas por quienes ordenaron en Jalisco amontonar cadáveres en trailers sólo evidencian una falta de voluntad para acatar la Ley y una terrible frialdad ante la normalidad de la tragedia. Esta actitud es más espeluznante que una película de terror.


@angelicadelap