/ martes 24 de julio de 2018

¿Cuánto vale la Justicia?

Los sueldos de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los magistrados del Tribunal Federal Electoral han desatado un debate nacional con la pregunta: ¿cuánto deben ganar los jueces límite? Como sociedad, debemos considerar algunos elementos que nos ayuden a responder estas preguntas.


La impartición de justicia es una inversión para el país y no un gasto. Lo mismo sucede con la democracia, en estas elecciones acabamos de invertir 28 mil millones de pesos de todos los mexicanos. Necesitamos reflexionar, como sociedad, sí la democracia y la impartición de justicia son un gasto o una inversión para la nación, sus resultados y su eficacia. En mi óptica, el país invierte y, por supuesto, podemos ser más eficientes, pero hay que tener claro que el dinero no se está tirando.

Para explicar nuestro sistema de justicia debemos recordar que la mayoría de los jueces (1928 a 1990) podían estar al servicio del partido hegemónico. El sistema de justicia constitucional y, en general el sistema, necesitaba una transformación. Misma que se dio en la década de los años noventa. De allí que la Suprema Corte de Justicia de la Nación adquiriera otras funciones y se decidiera que los ministros recibirían un sueldo muy alto. Lo anterior, con el ánimo de alejarlos de cualquier tipo de presión política o económica del titular del poder ejecutivo o de cualquier poder. Estas garantías asumían una realidad: en los años setentas u ochentas para cualquier juez debía ser difícil decir no al presidente de la República. En aquél entonces, había que generar todos los incentivos de independencia y autonomía judicial. Los miembros de los poderes públicos están vinculados a su momento histórico y al arco de sus responsabilidades.

Un recorrido por las páginas de transparencia y el presupuesto nos indica que ya han bajado los sueldos de los jueces constitucionales a partir de una reforma constitucional expedida en el año 2009. Así las cosas, no todos los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación reciben el mismo sueldo, depende si entraron antes o después del año 2009.Lo mismo sucede con las percepciones de los magistrados del Tribunal Federal Electoral. Por supuesto, que se pueden seguir modulando los sueldos de los jueces límite, pero dentro de las reglas de la ley.Sin duda, el tema de los sueldos debe estar en el debate público, pero más importante aún es el diálogo sobre eficacia, transparencia, resultados y difusión de la labor de la SCJN y el TRIFE, en función de estos debates podemos llegar a mejores conclusiones sobre el famoso tema de las percepciones.

Nuestro sistema legal está diseñado para que todo se resuelva al final por un juez de amparo. La responsabilidad de estos es muy grande y también tienen percepciones altas, el problema es tratar de responder a tabla rasa ¿Cuánto cuesta la Justicia? El problema es mucho más complicado y está relacionado con miles de factores, pecar en el reduccionismo nos puede llevar al error.

¿Qué sienten los jueces de amparo en Tamaulipas? Sí, los mismos que dictaron la sentencia de Ayotzinapa sobre la Comisión de la Verdad. Estos mismos deciden cuestiones sobre la libertad o reclusión de los miembros de la delincuencia organizada en una entidad que está fuera de control. ¿Cuánto es justo pagarles? Ojalá podamos construir un diálogo más amplio y que implique a los propios jueces, antes de apoyar sin recato cualquier propuesta.


Los sueldos de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los magistrados del Tribunal Federal Electoral han desatado un debate nacional con la pregunta: ¿cuánto deben ganar los jueces límite? Como sociedad, debemos considerar algunos elementos que nos ayuden a responder estas preguntas.


La impartición de justicia es una inversión para el país y no un gasto. Lo mismo sucede con la democracia, en estas elecciones acabamos de invertir 28 mil millones de pesos de todos los mexicanos. Necesitamos reflexionar, como sociedad, sí la democracia y la impartición de justicia son un gasto o una inversión para la nación, sus resultados y su eficacia. En mi óptica, el país invierte y, por supuesto, podemos ser más eficientes, pero hay que tener claro que el dinero no se está tirando.

Para explicar nuestro sistema de justicia debemos recordar que la mayoría de los jueces (1928 a 1990) podían estar al servicio del partido hegemónico. El sistema de justicia constitucional y, en general el sistema, necesitaba una transformación. Misma que se dio en la década de los años noventa. De allí que la Suprema Corte de Justicia de la Nación adquiriera otras funciones y se decidiera que los ministros recibirían un sueldo muy alto. Lo anterior, con el ánimo de alejarlos de cualquier tipo de presión política o económica del titular del poder ejecutivo o de cualquier poder. Estas garantías asumían una realidad: en los años setentas u ochentas para cualquier juez debía ser difícil decir no al presidente de la República. En aquél entonces, había que generar todos los incentivos de independencia y autonomía judicial. Los miembros de los poderes públicos están vinculados a su momento histórico y al arco de sus responsabilidades.

Un recorrido por las páginas de transparencia y el presupuesto nos indica que ya han bajado los sueldos de los jueces constitucionales a partir de una reforma constitucional expedida en el año 2009. Así las cosas, no todos los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación reciben el mismo sueldo, depende si entraron antes o después del año 2009.Lo mismo sucede con las percepciones de los magistrados del Tribunal Federal Electoral. Por supuesto, que se pueden seguir modulando los sueldos de los jueces límite, pero dentro de las reglas de la ley.Sin duda, el tema de los sueldos debe estar en el debate público, pero más importante aún es el diálogo sobre eficacia, transparencia, resultados y difusión de la labor de la SCJN y el TRIFE, en función de estos debates podemos llegar a mejores conclusiones sobre el famoso tema de las percepciones.

Nuestro sistema legal está diseñado para que todo se resuelva al final por un juez de amparo. La responsabilidad de estos es muy grande y también tienen percepciones altas, el problema es tratar de responder a tabla rasa ¿Cuánto cuesta la Justicia? El problema es mucho más complicado y está relacionado con miles de factores, pecar en el reduccionismo nos puede llevar al error.

¿Qué sienten los jueces de amparo en Tamaulipas? Sí, los mismos que dictaron la sentencia de Ayotzinapa sobre la Comisión de la Verdad. Estos mismos deciden cuestiones sobre la libertad o reclusión de los miembros de la delincuencia organizada en una entidad que está fuera de control. ¿Cuánto es justo pagarles? Ojalá podamos construir un diálogo más amplio y que implique a los propios jueces, antes de apoyar sin recato cualquier propuesta.


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