/ sábado 23 de junio de 2018

Cuchillito de palo | A pocos días de la hora cero

Se dio el último debate “Chilango”. Los candidatos a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, además de decepcionar, indignaron a quienes creían que sería un diálogo civilizado.

Resultó un campeonato para sacarle los “trapitos al sol”, al enemigo y acabó en un espectáculo para evaluar cuál es el más corrupto. Con la soberbia y la insolencia que la caracterizan, la pupila de AMLO –Claudia Sheinbaum- arremetió al estilo tigresa, “sin pelos en la lengua”. No fue a Roma por la respuesta. Le devolvieron carretadas de lodo.

Tras 20 años de desgobiernos perredistas se pensaría en la urgencia de un cambio. La megalópolis perdió su ángel, caído por la incompetencia, las corruptelas y la irresponsabilidad de quienes estuvieron al frente.

El último mandamás, el miniMancera, se encargó de darle la puntilla. La inseguridad los rebasó y ya tenemos, a la par que tantas otras entidades, cuerpos mutilados, en plena Avenida de los Insurgentes –una de las más importantes-.

Proliferan las balaceras, los asaltos con violencia, los robos a casas habitación. El narcomenudeo, a tope; la explotación de mujeres y niñas, los antros de mala muerte. Las autoridades insisten en que no hay cárteles, sino que sólo se trata de menudeo.

Como si hablaran de un delito menor y la droga apareciera por generación espontánea,ignoran a los varios muertos cotidianos y lo que sucede frente a sus ojos. La Delegación Tláhuac se reconoce como un foco de asentamiento de narcomenudistas y no pasa nada. Por el contrario, a su delegado –de quien se hablan horrores-, Morena lo premia con una candidatura a diputado –que le dará el fuero-.

Inexplicables las encuestas, que colocan a la cabeza a la Sheinbaum y secuaces. Persona que veo, persona que, estupefacta, me dice que no sabe por quién va a cruzar la papeleta. Que todos son un desastre. Que ninguno tiene la capacidad para manejar una ciudad de este tamaño, o, lo que de ella queda. Morena y el PRD, son uno y el mismo. El nuevo partido se configuró con los tránsfugas del Sol Azteca, que conservan su misma identidad y sólo mudaron de membrete.

El tema de Layda Sansores y sus personalísimos gastos senatoriales, sacó espuma por la boca. El que un individuo como Francisco Chiguil, aspire de nuevo a dirigir la Gustavo A. Madero, es un auténtico agravio.

El interfecto reabrió el News Divine, discoteca en la que murieron 9 jóvenes y tres policías, en un absurdo operativo, hace la friolera de 10 años. Su antecesora –Patricia Ruíz Anchondo-, la había clausurado, por venderles alcohol a menores de edad y se lo hizo saber.

La impunidad tiene libres, a los responsables de esta tragedia y sólo el propietario cumple una sentencia de 24 años. Tiempos de Marcelito Ebrard y su patético enriquecimiento. O, ¿podría explicar cómo vivió en París su dorado exilio –al que lo mandó el mediocre miniMancera y que le permitió evadir el desastre y la podredumbre de su Línea 12 del metro-?

Se cambiaron de camiseta y se cruzaron al bando de López Obrador, con lo que, ya benditos y purificados regresarán a seguir haciendo pillerías.

El miércoles serán los cierres y tendremos cuatro días para meditar por quién decidirse. Hundidos en los dimes y diretes, de los suspirantes, lo que impera es la confusión, el convencimiento de que, de todos no se hace uno, por lo que habrá quien de plano eche un volado, o se conforme con pensar que eligió al “menos peor”. ¡Patético!

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq





Se dio el último debate “Chilango”. Los candidatos a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, además de decepcionar, indignaron a quienes creían que sería un diálogo civilizado.

Resultó un campeonato para sacarle los “trapitos al sol”, al enemigo y acabó en un espectáculo para evaluar cuál es el más corrupto. Con la soberbia y la insolencia que la caracterizan, la pupila de AMLO –Claudia Sheinbaum- arremetió al estilo tigresa, “sin pelos en la lengua”. No fue a Roma por la respuesta. Le devolvieron carretadas de lodo.

Tras 20 años de desgobiernos perredistas se pensaría en la urgencia de un cambio. La megalópolis perdió su ángel, caído por la incompetencia, las corruptelas y la irresponsabilidad de quienes estuvieron al frente.

El último mandamás, el miniMancera, se encargó de darle la puntilla. La inseguridad los rebasó y ya tenemos, a la par que tantas otras entidades, cuerpos mutilados, en plena Avenida de los Insurgentes –una de las más importantes-.

Proliferan las balaceras, los asaltos con violencia, los robos a casas habitación. El narcomenudeo, a tope; la explotación de mujeres y niñas, los antros de mala muerte. Las autoridades insisten en que no hay cárteles, sino que sólo se trata de menudeo.

Como si hablaran de un delito menor y la droga apareciera por generación espontánea,ignoran a los varios muertos cotidianos y lo que sucede frente a sus ojos. La Delegación Tláhuac se reconoce como un foco de asentamiento de narcomenudistas y no pasa nada. Por el contrario, a su delegado –de quien se hablan horrores-, Morena lo premia con una candidatura a diputado –que le dará el fuero-.

Inexplicables las encuestas, que colocan a la cabeza a la Sheinbaum y secuaces. Persona que veo, persona que, estupefacta, me dice que no sabe por quién va a cruzar la papeleta. Que todos son un desastre. Que ninguno tiene la capacidad para manejar una ciudad de este tamaño, o, lo que de ella queda. Morena y el PRD, son uno y el mismo. El nuevo partido se configuró con los tránsfugas del Sol Azteca, que conservan su misma identidad y sólo mudaron de membrete.

El tema de Layda Sansores y sus personalísimos gastos senatoriales, sacó espuma por la boca. El que un individuo como Francisco Chiguil, aspire de nuevo a dirigir la Gustavo A. Madero, es un auténtico agravio.

El interfecto reabrió el News Divine, discoteca en la que murieron 9 jóvenes y tres policías, en un absurdo operativo, hace la friolera de 10 años. Su antecesora –Patricia Ruíz Anchondo-, la había clausurado, por venderles alcohol a menores de edad y se lo hizo saber.

La impunidad tiene libres, a los responsables de esta tragedia y sólo el propietario cumple una sentencia de 24 años. Tiempos de Marcelito Ebrard y su patético enriquecimiento. O, ¿podría explicar cómo vivió en París su dorado exilio –al que lo mandó el mediocre miniMancera y que le permitió evadir el desastre y la podredumbre de su Línea 12 del metro-?

Se cambiaron de camiseta y se cruzaron al bando de López Obrador, con lo que, ya benditos y purificados regresarán a seguir haciendo pillerías.

El miércoles serán los cierres y tendremos cuatro días para meditar por quién decidirse. Hundidos en los dimes y diretes, de los suspirantes, lo que impera es la confusión, el convencimiento de que, de todos no se hace uno, por lo que habrá quien de plano eche un volado, o se conforme con pensar que eligió al “menos peor”. ¡Patético!

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq





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