/ miércoles 27 de octubre de 2021

Cuchillito de palo | Dos raseros

La Cuarta Transformación tiene dos raseros. Uno es el que aplica a los suyos y el otro es el que le toca al resto de los mexicanos.

De manera cotidiana, el tlatoani agrede a todo aquel que no comparta su delirium tremens, mientras glorifica a sus esclavos sumisos. Por ahí dicen que más vale “caer en gracia”, que acabar en “desgraciado”.

Si millones están convencidos de las “bondades” de este Régimen, también muchos otros se colocan en el bando de enfrente y reniegan -o renegamos, dijo el otro-, de la forma en la que se conduce al país.

Lo de Guerrero es aberrante. Allá fue AMLO, rodeado de toda su corte, a entronizar a Evelyn Salgado, como gobernadora de la entidad. La damisela tomó protesta, después de que el INE echó abajo la candidatura de su padre, el presunto violador, Félix Salgado Macedonio.

De este inconcebible representante de la casta divina, he escrito cientos de cuartillas que cubren los horrores de su atrabancada y espeluznante carrera política -si así se le puede llamar-, Lo conocí a la fundación del movimiento encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, que se concretizó en el PRD: Desde entonces me erizaba el comportamiento cerril y desvariado de este, para AMLO, prócer.

Hay a quienes les parecía “chistoso”. Para mí, un barbaján en toda la extensión de la palabra, además de un individuo ambicioso y dispuesto a acceder a las venturas gloriosas del hacerse de dinero, fuera como fuese.

Lo logró a su paso por la Presidencia Municipal de Acapulco, al que invadió, o permitió que invadieran, las hordas del narco. Posterior a este “desempeño” resultó que pasó a formar parte del exquisito grupo de los “riquillos”.

Siempre envuelto en escándalo y medio, le importa poco guardar las mínimas formas de la educación. Pero, lo más grave de todo su comportamiento, por el que tendría que haber dado cuentas ante la justicia, fueron las acusaciones por violación, que le hicieron varias mujeres.

De no creerse que, el presidente apapache y consienta hasta la ignominia, a un sujeto que está acusado de semejantes crímenes. Nada le importó a un López Obrador, que hizo caso omiso de la sentencia del Tribunal Federal Electoral y trepó al olimpo de los diosecillos a la hija del interfecto, otorgándole una entidad que no merece estar en manos de esos sátrapas.

Mientras en sus diatribas mañaneras se lanza contra la Universidad Nacional Autónoma de México, a la que tacha de estulticia y media, el fin de semana va al trópico a respaldar a la gananciosa Salgado. Allí se dedica a ofrecerle ayuda en todos los renglones de la que será la administración de una joven imberbe y muy poco preparada, bajo la sombra de quien en verdad mandará, hará y deshará, su tan poco digno padre.

Y los ataques contra nuestra máxima casa de estudios tienen jiribilla. Hay quien opina que se quiere quedar con el control de la gran institución, para ¡reestructurarla! a su manera, como lo hace con la Universidad de Zacatecas.

Atrás de este intento de voltear de cabeza a la UNAM se dice que está un auténtico radical, José Luis Concheiro, con alto cargo en la SEP y personaje de ideología extrema, obsoleta y anquilosada.

Para otros se trata de una cortina de humo para cubrir los problemas -inseguridad, salud, economía- y su imposibilidad para resolverlos. De vergüenza que ataque a la UNAM, mientras protege y respalda a auténticos delincuentes, lo que lleva a preguntarse: ¿Qué les deberá?

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq




La Cuarta Transformación tiene dos raseros. Uno es el que aplica a los suyos y el otro es el que le toca al resto de los mexicanos.

De manera cotidiana, el tlatoani agrede a todo aquel que no comparta su delirium tremens, mientras glorifica a sus esclavos sumisos. Por ahí dicen que más vale “caer en gracia”, que acabar en “desgraciado”.

Si millones están convencidos de las “bondades” de este Régimen, también muchos otros se colocan en el bando de enfrente y reniegan -o renegamos, dijo el otro-, de la forma en la que se conduce al país.

Lo de Guerrero es aberrante. Allá fue AMLO, rodeado de toda su corte, a entronizar a Evelyn Salgado, como gobernadora de la entidad. La damisela tomó protesta, después de que el INE echó abajo la candidatura de su padre, el presunto violador, Félix Salgado Macedonio.

De este inconcebible representante de la casta divina, he escrito cientos de cuartillas que cubren los horrores de su atrabancada y espeluznante carrera política -si así se le puede llamar-, Lo conocí a la fundación del movimiento encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, que se concretizó en el PRD: Desde entonces me erizaba el comportamiento cerril y desvariado de este, para AMLO, prócer.

Hay a quienes les parecía “chistoso”. Para mí, un barbaján en toda la extensión de la palabra, además de un individuo ambicioso y dispuesto a acceder a las venturas gloriosas del hacerse de dinero, fuera como fuese.

Lo logró a su paso por la Presidencia Municipal de Acapulco, al que invadió, o permitió que invadieran, las hordas del narco. Posterior a este “desempeño” resultó que pasó a formar parte del exquisito grupo de los “riquillos”.

Siempre envuelto en escándalo y medio, le importa poco guardar las mínimas formas de la educación. Pero, lo más grave de todo su comportamiento, por el que tendría que haber dado cuentas ante la justicia, fueron las acusaciones por violación, que le hicieron varias mujeres.

De no creerse que, el presidente apapache y consienta hasta la ignominia, a un sujeto que está acusado de semejantes crímenes. Nada le importó a un López Obrador, que hizo caso omiso de la sentencia del Tribunal Federal Electoral y trepó al olimpo de los diosecillos a la hija del interfecto, otorgándole una entidad que no merece estar en manos de esos sátrapas.

Mientras en sus diatribas mañaneras se lanza contra la Universidad Nacional Autónoma de México, a la que tacha de estulticia y media, el fin de semana va al trópico a respaldar a la gananciosa Salgado. Allí se dedica a ofrecerle ayuda en todos los renglones de la que será la administración de una joven imberbe y muy poco preparada, bajo la sombra de quien en verdad mandará, hará y deshará, su tan poco digno padre.

Y los ataques contra nuestra máxima casa de estudios tienen jiribilla. Hay quien opina que se quiere quedar con el control de la gran institución, para ¡reestructurarla! a su manera, como lo hace con la Universidad de Zacatecas.

Atrás de este intento de voltear de cabeza a la UNAM se dice que está un auténtico radical, José Luis Concheiro, con alto cargo en la SEP y personaje de ideología extrema, obsoleta y anquilosada.

Para otros se trata de una cortina de humo para cubrir los problemas -inseguridad, salud, economía- y su imposibilidad para resolverlos. De vergüenza que ataque a la UNAM, mientras protege y respalda a auténticos delincuentes, lo que lleva a preguntarse: ¿Qué les deberá?

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq