/ sábado 18 de mayo de 2019

Cuchillito de palo | ¿Sin protocolos?, o, como potros locos?

La alerta en la Ciudad de México empezó desde el sábado y la señora Sheinbaum, ni sus luces. Cuatro días le tomó aparecerse y dar la cara, ¡para echarle la culpa al pasado!

El peor semestre, de que tengamos memoria. Desmantelaron instituciones, con el mito de la “austeridad” y, ajenos a lo que supone la maquinaria oficial y su complejidad, sustituyeron a personal capacitado por neófitos, cuando no dejaron vacías oficinas esenciales.

El cascarón –es lo que queda- golpea al ciudadano por todos lados: Incremento en los delitos, desempleo, imposibilidad de llevar a cabo un trámite, comercios vacíos –ya se avizoran quiebras- y, ahora, para redondear, peligro de muerte.

Cuando al fin se presentó la “ilustre” jefa de gobierno, salió con la ¡pata de banco!, de que la contaminación se debía a unas partículas PM2.5, asesinas –de acuerdo a la opinión de “versados” científicos- y que, la administración del miniMancera (Estoy a punto de quitarle lo de mini, junto a la realidad actual), no había dejado protocolo para este tipo de contingencia.

El discursete sale de la boca de una ¿científica?, que fue secretaria del medio ambiente durante la administración capitalina, de López Obrador. En aquel entonces ya se sabía de estas partículas, que se producen por la quema de madera, aunque, como jamás ejerció sus funciones sino que se dedicó a ser la esclava fiel, se ve que la información le pasó de noche.

Tras el consabido disparate de seguir anclados en lo que sucedió –cantaleta de la que echa mano AMLO en cada mañanera-, sugirió unas cuantas recomendaciones, como la de “no cocinar con leña, carbón ni gas –todos a comer frío, ya que, la mayoría de las estufas son de gas-; no usar pupilentes –a matarnos los que tenemos problemas de visión y los usamos- y mejor evitar salir a la calle”. Los tamaños de estulticia, ¡inauditos!

Acepto el que ella no prendió los cientos de incendios que asolan al Valle de México, pero su falta de respuesta confirma su incompetencia para estar al frente de esta megalópolis.

¿Y la mandamás de la Secretaría del Medio Ambiente? Igual o peor. En el afán “franciscano” se metió el hacha a la Conafor (Comisión Nacional Forestal), a cargo de prevenir y combatir los fuegos, evitar tala, plagas y cuidar la biodiversidad. Los dejaron con un 50 por ciento del presupuesto, lo que obligó al despido de la mayoría de los brigadistas eventuales, indispensable para estos percances. Previo a las lluvias los campesinos queman las tierras y la falta de agua de la temporada, más el calor, los multiplican.

Menos se había molestado, la doña de Marras, en nombrar a un titular de la Came (Comisión ambiental para la megalópolis), desde el mes de febrero, en el que renunció quien ocupaba el cargo.

Sin que se puedan reanudar actividades –la contaminación apenas baja-, la espeluznante secretaria tuitea el gran “éxito” que se va a apuntar este fin de semana, al llevar a un grupo de niños a lo que fue el penal de Tres Marías, ahora convertido en “resort cultural y vacacionista”.

El gabinetazo de los enanos ignora prioridades para dedicarse en exclusiva a lo que les dicta el de arriba. Se sabía de su inexperiencia, la cual habrían podido subsanar conservando al personal eficiente. El horror llega hasta al alardeado 911, inútil en la CDMX. Ha habido muertos porque las ambulancias no llegan.

Impericia e incompetencia, igual a corrupción. ¿No que ya se acababa?

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq


La alerta en la Ciudad de México empezó desde el sábado y la señora Sheinbaum, ni sus luces. Cuatro días le tomó aparecerse y dar la cara, ¡para echarle la culpa al pasado!

El peor semestre, de que tengamos memoria. Desmantelaron instituciones, con el mito de la “austeridad” y, ajenos a lo que supone la maquinaria oficial y su complejidad, sustituyeron a personal capacitado por neófitos, cuando no dejaron vacías oficinas esenciales.

El cascarón –es lo que queda- golpea al ciudadano por todos lados: Incremento en los delitos, desempleo, imposibilidad de llevar a cabo un trámite, comercios vacíos –ya se avizoran quiebras- y, ahora, para redondear, peligro de muerte.

Cuando al fin se presentó la “ilustre” jefa de gobierno, salió con la ¡pata de banco!, de que la contaminación se debía a unas partículas PM2.5, asesinas –de acuerdo a la opinión de “versados” científicos- y que, la administración del miniMancera (Estoy a punto de quitarle lo de mini, junto a la realidad actual), no había dejado protocolo para este tipo de contingencia.

El discursete sale de la boca de una ¿científica?, que fue secretaria del medio ambiente durante la administración capitalina, de López Obrador. En aquel entonces ya se sabía de estas partículas, que se producen por la quema de madera, aunque, como jamás ejerció sus funciones sino que se dedicó a ser la esclava fiel, se ve que la información le pasó de noche.

Tras el consabido disparate de seguir anclados en lo que sucedió –cantaleta de la que echa mano AMLO en cada mañanera-, sugirió unas cuantas recomendaciones, como la de “no cocinar con leña, carbón ni gas –todos a comer frío, ya que, la mayoría de las estufas son de gas-; no usar pupilentes –a matarnos los que tenemos problemas de visión y los usamos- y mejor evitar salir a la calle”. Los tamaños de estulticia, ¡inauditos!

Acepto el que ella no prendió los cientos de incendios que asolan al Valle de México, pero su falta de respuesta confirma su incompetencia para estar al frente de esta megalópolis.

¿Y la mandamás de la Secretaría del Medio Ambiente? Igual o peor. En el afán “franciscano” se metió el hacha a la Conafor (Comisión Nacional Forestal), a cargo de prevenir y combatir los fuegos, evitar tala, plagas y cuidar la biodiversidad. Los dejaron con un 50 por ciento del presupuesto, lo que obligó al despido de la mayoría de los brigadistas eventuales, indispensable para estos percances. Previo a las lluvias los campesinos queman las tierras y la falta de agua de la temporada, más el calor, los multiplican.

Menos se había molestado, la doña de Marras, en nombrar a un titular de la Came (Comisión ambiental para la megalópolis), desde el mes de febrero, en el que renunció quien ocupaba el cargo.

Sin que se puedan reanudar actividades –la contaminación apenas baja-, la espeluznante secretaria tuitea el gran “éxito” que se va a apuntar este fin de semana, al llevar a un grupo de niños a lo que fue el penal de Tres Marías, ahora convertido en “resort cultural y vacacionista”.

El gabinetazo de los enanos ignora prioridades para dedicarse en exclusiva a lo que les dicta el de arriba. Se sabía de su inexperiencia, la cual habrían podido subsanar conservando al personal eficiente. El horror llega hasta al alardeado 911, inútil en la CDMX. Ha habido muertos porque las ambulancias no llegan.

Impericia e incompetencia, igual a corrupción. ¿No que ya se acababa?

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq


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