/ sábado 14 de mayo de 2022

Cuchillito de palo | ¡Y sigue el circo de los dictadores!

¡Hartan y llega el momento en el que, las cantaletas palaciegas dan hasta náusea! De que se le mete una obsesión... Desaparecen los gravísimos problemas que tenemos para dar paso a los delirios del tlatoani. Llevamos, desde su archi mentado viaje al bananerismo puro, escuchando alabanzas de unos tiranos que, lo único que merecerían, es estar tras las rejas.

Carne de presidio son los individuos que, lo mismo en Cuba, en Venezuela y en Nicaragua, se han apoderado de gobiernos para los que no fueron elegidos, torciendo leyes, acomodándolas a su gusto y forzando a su aceptación a través de la tortura y la cárcel para los opositores.

Regímenes en los que desapareció la palabra y el ejercicio democrático y se les sustituyó por la arbitrariedad y las ocurrencias de individuos que han empobrecido a esas poblaciones y las tienen en plan de esclavos.

Lo ocurrido en Cuba el año pasado, cuando un amplio sector social, harto de las condiciones en las que malviven, protestaron pacíficamente en las calles, es patético. La respuesta del pseudo presidente Díaz Canel fue brutal: detenciones y sentencias condenatorias de más de 7 años, por intentar demostrar el profundo descontento.

Con un sistema férreo, a base de brigadas que vigilan y observan hasta el último de tus movimientos, evitan cualquier rasgo de libertad y en cuanto notan el mínimo gesto en contra del aparato dictatorial, surge la denuncia. Denuncias muchas veces falsas, pero que responden a antipatías gratuitas de estos personajillos a los que se otorga autoridad y a diario se cohabita, porque suelen ser vecinos.

A estos sátrapas pone AMLO de ejemplo e insiste en que se inviten a la Cumbre de las Américas, la que tratará -por si no se ha enterado- de la crisis migratoria (A la que obligan estas tiranías), cambio climático (Al que ignoran, como lo hace el tabasqueño), Covid 19 y lucha por la libertad y la democracia. Ninguno de ellos firmó la “carta democrática”, como lo hicieron el resto de países latinoamericanos.

Además del panegírico cotidiano, declara que firmó un contrato con el gobierno de Cuba para traer a 500 médicos de la isla, “porque aquí no hay especialistas”. La barbaridad sacó de quicio a los colegios y federaciones de médicos, quienes han probado que contamos con suficientes galenos, muy bien preparados en las universidades mexicanas, con una enorme capacidad.

Miles se encuentran en el desempleo. Los tomó la 4T cuando la pandemia y después los dejó sin chamba y a la buena de Dios. Falta también que se les pague con justicia, ya que sus sueldos son de vergüenza, peor aún si se les compara con la millonada que cobran los cubanos.

Sueldazos que, por cierto, ni siquiera son para los infelices que la dictadura de la isla manipula y manda de país en país: es el régimen totalitario el que cobra y les da apenas, un 10 por ciento de este ingreso. Naciones Unidas calificó de “esclavitud moderna” y “trata de personas”, a este “alquiler” de quienes, encima, ni siquiera están calificados, ni cuentan con los exámenes obligatorios para ejercer la profesión en un enclave extranjero.

Tenemos de los mejores médicos del mundo, lo que debe suponer un orgullo para cualquier administración que valore a su ciudadanía. Ésta, la amiguita de los tiranos bananeros, es incapaz de reconocer la calidad de quienes, para desgracia nacional, estamos bajo su férula. Encima, ¡seguiremos con la cantaleta!

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

¡Hartan y llega el momento en el que, las cantaletas palaciegas dan hasta náusea! De que se le mete una obsesión... Desaparecen los gravísimos problemas que tenemos para dar paso a los delirios del tlatoani. Llevamos, desde su archi mentado viaje al bananerismo puro, escuchando alabanzas de unos tiranos que, lo único que merecerían, es estar tras las rejas.

Carne de presidio son los individuos que, lo mismo en Cuba, en Venezuela y en Nicaragua, se han apoderado de gobiernos para los que no fueron elegidos, torciendo leyes, acomodándolas a su gusto y forzando a su aceptación a través de la tortura y la cárcel para los opositores.

Regímenes en los que desapareció la palabra y el ejercicio democrático y se les sustituyó por la arbitrariedad y las ocurrencias de individuos que han empobrecido a esas poblaciones y las tienen en plan de esclavos.

Lo ocurrido en Cuba el año pasado, cuando un amplio sector social, harto de las condiciones en las que malviven, protestaron pacíficamente en las calles, es patético. La respuesta del pseudo presidente Díaz Canel fue brutal: detenciones y sentencias condenatorias de más de 7 años, por intentar demostrar el profundo descontento.

Con un sistema férreo, a base de brigadas que vigilan y observan hasta el último de tus movimientos, evitan cualquier rasgo de libertad y en cuanto notan el mínimo gesto en contra del aparato dictatorial, surge la denuncia. Denuncias muchas veces falsas, pero que responden a antipatías gratuitas de estos personajillos a los que se otorga autoridad y a diario se cohabita, porque suelen ser vecinos.

A estos sátrapas pone AMLO de ejemplo e insiste en que se inviten a la Cumbre de las Américas, la que tratará -por si no se ha enterado- de la crisis migratoria (A la que obligan estas tiranías), cambio climático (Al que ignoran, como lo hace el tabasqueño), Covid 19 y lucha por la libertad y la democracia. Ninguno de ellos firmó la “carta democrática”, como lo hicieron el resto de países latinoamericanos.

Además del panegírico cotidiano, declara que firmó un contrato con el gobierno de Cuba para traer a 500 médicos de la isla, “porque aquí no hay especialistas”. La barbaridad sacó de quicio a los colegios y federaciones de médicos, quienes han probado que contamos con suficientes galenos, muy bien preparados en las universidades mexicanas, con una enorme capacidad.

Miles se encuentran en el desempleo. Los tomó la 4T cuando la pandemia y después los dejó sin chamba y a la buena de Dios. Falta también que se les pague con justicia, ya que sus sueldos son de vergüenza, peor aún si se les compara con la millonada que cobran los cubanos.

Sueldazos que, por cierto, ni siquiera son para los infelices que la dictadura de la isla manipula y manda de país en país: es el régimen totalitario el que cobra y les da apenas, un 10 por ciento de este ingreso. Naciones Unidas calificó de “esclavitud moderna” y “trata de personas”, a este “alquiler” de quienes, encima, ni siquiera están calificados, ni cuentan con los exámenes obligatorios para ejercer la profesión en un enclave extranjero.

Tenemos de los mejores médicos del mundo, lo que debe suponer un orgullo para cualquier administración que valore a su ciudadanía. Ésta, la amiguita de los tiranos bananeros, es incapaz de reconocer la calidad de quienes, para desgracia nacional, estamos bajo su férula. Encima, ¡seguiremos con la cantaleta!

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq