/ lunes 11 de junio de 2018

Cuentas claras | Difícil panorama

Cada día es más sombrío el panorama en el comercio internacional a causa del presidente Donald Trump. La Cumbre del G-7, que se realizó en Canadá, concluyó con ofensas del estadounidense hacia el Primer Ministro de Canadá y con el retiro de la firma de Estados Unidos al documento final de la Cumbre.

En este entorno tenso entre las potencias, el presidente Trump insiste en negociar de manera bilateral y no de manera conjunta con sus socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, lo que diluye las posibilidades de tener pronto un acuerdo.

Aunque el presidente de EU afirma que su país no se está aislando y que se trata de noticias falsas, los hechos muestran lo contrario, pues no solamente está el tema de los aranceles al acero y el aluminio provenientes de México, Canadá y la Unión Europea, sino que después de la Cumbre del G-7 se percibe ya un serio enfrentamiento.

Desde el inicio, la cumbre estuvo marcada por el conflicto por la decisión de EU de aplicar aranceles, que afecta a la mayoría de los países del G7: Canadá, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. Las otras dos economías integrantes son Estados Unidos y Japón.

Cuando Trump dejaba la Cumbre explotó y dijo que dadas las afirmaciones falsas de Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, y el hecho de que ese país está cobrando inmensos aranceles a los agricultores y empresas estadounidenses, dio la orden a sus representantes de no firmar el documento final.

Esto se debió a que Trudeau minimizó las declaraciones de Trump, quien amenazó con represalias si se adoptaban medidas recíprocas frente a los recientes aranceles al acero y aluminio. El canadiense dijo que, con absoluta certeza, responderá a los impuestos aduaneros estadounidenses y no se dejará presionar.

Esto molestó a Trump, quien llamó falso y débil al mandatario canadiense, porque -según él- se mostró manso y dócil durante la Cumbre, pero después endureció su discurso, lo que calificó como deshonesto.

Después de la decisión de Trump, Francia dijo que la cooperación internacional no puede depender del enojo o de palabras menores y puntualizó que el hecho de que Washington diera marcha atrás en la firma del documento muestra que es incoherente e inconsistente.

La posibilidad de una guerra comercial sigue presente y las tensiones comerciales de EU con sus socios clave han escalado, lo que representa un serio riesgo para el comercio, las exportaciones y la economía.

México denunció a Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio por la imposición de aranceles a las importaciones de aluminio y acero y pidió celebrar consultas con ese país bajo el sistema de resolución de disputas, porque estos impuestos buscan proteger a la industria estadounidense.

Además, los aranceles son discriminatorios porque no se aplican a todos los países. Y es cierto, porque en lo que se refiere al acero, hay excepciones para Argentina, Australia, Brasil y Corea del Sur, mientras que en el caso del aluminio son favorecidas Argentina y Australia.

Todo esto complica la negociación del TLCAN, además de que Estados Unidos quiere acuerdos separados con México y Canadá, en lugar de un solo tratado. Seguirán tiempos difíciles.

caro.navarrete@yahoo.com.mx

Cada día es más sombrío el panorama en el comercio internacional a causa del presidente Donald Trump. La Cumbre del G-7, que se realizó en Canadá, concluyó con ofensas del estadounidense hacia el Primer Ministro de Canadá y con el retiro de la firma de Estados Unidos al documento final de la Cumbre.

En este entorno tenso entre las potencias, el presidente Trump insiste en negociar de manera bilateral y no de manera conjunta con sus socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, lo que diluye las posibilidades de tener pronto un acuerdo.

Aunque el presidente de EU afirma que su país no se está aislando y que se trata de noticias falsas, los hechos muestran lo contrario, pues no solamente está el tema de los aranceles al acero y el aluminio provenientes de México, Canadá y la Unión Europea, sino que después de la Cumbre del G-7 se percibe ya un serio enfrentamiento.

Desde el inicio, la cumbre estuvo marcada por el conflicto por la decisión de EU de aplicar aranceles, que afecta a la mayoría de los países del G7: Canadá, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. Las otras dos economías integrantes son Estados Unidos y Japón.

Cuando Trump dejaba la Cumbre explotó y dijo que dadas las afirmaciones falsas de Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, y el hecho de que ese país está cobrando inmensos aranceles a los agricultores y empresas estadounidenses, dio la orden a sus representantes de no firmar el documento final.

Esto se debió a que Trudeau minimizó las declaraciones de Trump, quien amenazó con represalias si se adoptaban medidas recíprocas frente a los recientes aranceles al acero y aluminio. El canadiense dijo que, con absoluta certeza, responderá a los impuestos aduaneros estadounidenses y no se dejará presionar.

Esto molestó a Trump, quien llamó falso y débil al mandatario canadiense, porque -según él- se mostró manso y dócil durante la Cumbre, pero después endureció su discurso, lo que calificó como deshonesto.

Después de la decisión de Trump, Francia dijo que la cooperación internacional no puede depender del enojo o de palabras menores y puntualizó que el hecho de que Washington diera marcha atrás en la firma del documento muestra que es incoherente e inconsistente.

La posibilidad de una guerra comercial sigue presente y las tensiones comerciales de EU con sus socios clave han escalado, lo que representa un serio riesgo para el comercio, las exportaciones y la economía.

México denunció a Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio por la imposición de aranceles a las importaciones de aluminio y acero y pidió celebrar consultas con ese país bajo el sistema de resolución de disputas, porque estos impuestos buscan proteger a la industria estadounidense.

Además, los aranceles son discriminatorios porque no se aplican a todos los países. Y es cierto, porque en lo que se refiere al acero, hay excepciones para Argentina, Australia, Brasil y Corea del Sur, mientras que en el caso del aluminio son favorecidas Argentina y Australia.

Todo esto complica la negociación del TLCAN, además de que Estados Unidos quiere acuerdos separados con México y Canadá, en lugar de un solo tratado. Seguirán tiempos difíciles.

caro.navarrete@yahoo.com.mx