Pese al difícil entorno internacional, a la inestabilidad en el mercado petrolero, al cambio de gobierno en Estados Unidos y a la incertidumbre inherente a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, este año cerrará con un crecimiento de entre 2 y 2.6%, con finanzas públicas sanas y con expectativas de inflación bien ancladas.
Hay un cambio en el panorama respecto al que se tenía al inicio del año, con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, cuando los analistas estimaban un crecimiento económico de solo 1.6% y ahora prevén que sea de 2.2%.
Y algo que es muy importante: aunque se había previsto tener un superávit primario en las finanzas públicas de 0.4% del Producto Interno Bruto, ya con los remanentes del Banco de México se espera que sea de 1.5%, mientras que el déficit público, autorizado en 2.9% del PIB, será de 2.4%.
Se está cumpliendo con el objetivo de consolidación fiscal que se planteó y la deuda estará bajando a 48% del PIB, por primera vez en una década; incluso, México es el único país latinoamericano que tendrá una disminución.
Respecto a la inflación, se dice que se ha disparado, pero si bien es cierto que en los últimos meses el crecimiento de los precios ha sido más acelerado, las expectativas están bien ancladas y se espera que al final de este sexenio, en 2018, esté por debajo de 4%, por primera vez en la historia del país.
Hay que recordar que en las épocas de crisis, por los años 70, el país tuvo inflaciones promedio de dos dígitos y llegó a alcanzar tres dígitos. Afortunadamente esas épocas ya quedaron atrás y en los sexenios recientes la inflación ha sido de un dígito; con Vicente Fox promedió 4.78% y con Felipe Calderón 4.35%.
En este entorno, las reformas han sido fundamentales. La reforma fiscal permitió enfrentar la caída en la plataforma y en el precio del petróleo y sustituir cinco puntos del Producto Interno Bruto de ingreso petrolero por ingreso tributario; además, se amplió la base de contribuyentes de 40 millones a 62 millones.
Las reformas estructurales han sido fundamentales y con la energética no solo se tienen comprometidas inversiones por 80 mil millones de dólares y 20 mil millones adicionales que pueden acordarse en lo que resta de este gobierno, sino que también se logró la transformación de Pemex, que tiene un plan de negocios que le permite operar en un marco de bajos precios del petróleo.
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En la Semana Nacional del Emprendedor 2017, Ricardo Salinas Pliego compartió con miles de emprendedores su filosofía de negocios, que lo mantiene como un líder empresarial, y anunció que en el próximo Movimiento Azteca, el número 100 que se celebrará el próximo jueves, Grupo Salinas donará a las comunidades afectadas por el sismo un peso por cada peso que aporte la sociedad y que toda la taquilla del concierto de Armando Manzanero y la Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca, que será el 12 de octubre, se donará a la reconstrucción de las zonas afectadas.
En su conferencia magistral, el empresario destacó que existen avances importantes que México ha consolidado en las últimas décadas y que es importante fortalecer; afirmó que hoy contamos con mayores libertades, políticas, de expresión y económicas, y añadió que tiene un firme compromiso con la prosperidad compartida, que además de crear valor económico, fomenta la cohesión social y genera valor ambiental, que mitiga los efectos nocivos de las actividades productivas sobre el entorno.
