La economía se desaceleró en el tercer trimestre del año y las expectativas para el futuro no son muy halagüeñas, sobre todo por la incertidumbre en torno a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que ha detenido decisiones de inversión.
La semana pasada el INEGI dio a conocer que como resultado de los desastres naturales, en julio-septiembre el Producto Interno Bruto tuvo una contracción de 0.3% en relación con el trimestre previo y el crecimiento anual fue de 1.6%.
La explicación es muy simple, derivado de los sismos de septiembre y las inundaciones, la producción de petróleo cayó en 10.4% y los servicios educativos, de turismo y esparcimiento, fueron suspendidos temporalmente, afectando la marcha de la economía
Afortunadamente, en octubre la producción de petróleo ya creció 9.8%, casi todas las escuelas de la Ciudad de México ya reanudaron sus labores y poco a poco la actividad turística y de esparcimiento recuperó la normalidad.
En el período enero-septiembre el crecimiento de la economía fue de 2.2% anual y con cifras desestacionalizadas fue de 2.5%, similar al del mismo período del año pasado, aunque hay que destacar que desde la aprobación de las reformas, del tercer trimestre de 2014 a la fecha el crecimiento promedio es de 2.9%, mayor que el promedio de los 20 años previos.
La Secretaría de Hacienda mantiene la previsión de crecimiento económico para este año en un rango de 2.0 a 2.6%, pues considera que la economía ha sido resiliente a un contexto de volatilidad e incertidumbre elevado. Pero los riesgos son altos.
Un tema central es la renegociación del TLCAN, aunque no hay que olvidar que la Reserva Federal de Estados Unidos está en proceso de normalizar su política monetaria y todo indica que en la próxima reunión, que se celebrará en el mes de diciembre, se decida aumenta la tasa de interés.
Y si al tema de la incertidumbre por el tratado comercial y el posible incremento en las tasas de interés, se suma la disminución en la inversión pública que se ha registrado ya desde hace varios años por la política de austeridad, a fin de hacer frente al complejo entorno internacional, las expectativas no son de un gran crecimiento económico para los próximos años.
Para el siguiente año se espera que la economía continúe registrando un crecimiento moderado; sin embargo, una renegociación desfavorable del TLCAN podría impactar negativamente el crecimiento potencial de la economía y afectar los niveles de inversión que se han visto reducidos en los últimos años.
Además, si los resultados de la renegociación son negativos, también puede depreciarse el tipo de cambio, afectando los niveles de inflación, que se espera que el próximo año retomen la tendencia a la baja, para cerrar el 2018 en niveles de 3%.
En el tema de la renegociación, concluyó la quinta ronda con avances en algunos capítulos, como anticorrupción, telecomunicaciones, buenas prácticas regulatorias, facilitación comercial, comercio electrónico obstáculos técnicos al comercio y medidas sanitarias y fitosanitarias.
Pero no hubo acuerdos en temas sustanciales, como el endurecimiento de las reglas de origen para aumentar el contenido regional de vehículos del 62.5 al 85% y que el 50% de ese total sea para Estados Unidos, así como la revisión del tratado cada cinco años.
Veremos si se avanza en la Sexta Ronda, que será del 23 al 28 de enero en Montreal, Canadá.
caro.navarrete@yahoo.com.mx
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