/ lunes 23 de octubre de 2017

Cuentas claras | Mensajes que calman

A pesar de que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte se encuentra en un punto complicado, debido a la posición proteccionista de Estados Unidos que podría obstaculizar llegar a un acuerdo, los mensajes gubernamentales son tranquilizadores.

En una reunión que el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo con periodistas, dijo que no habrá una catástrofe en nuestro país si no se logra un acuerdo; aunque terminara el acuerdo comercial, la economía se mantendrá estable; y México y Canadá podrán continuar con el tratado.

El plan alternativo es exportar con base en las reglas de la Organización Mundial de Comercio y por eso las secretarías de Hacienda y de Economía trabajan ya en el sistema arancelario; además, el objetivo es continuar con la diversificación comercial, impulsar el TTP y modernizar el acuerdo comercial con la Unión Europea.

Sin el Tratado, Estados Unidos se aplicarían uno al otro los aranceles más altos que imponen a otros miembros de la Organización Mundial de Comercio, que son de 7% en promedio en México y de 3.5% en Estados Unidos; es decir, son tasas relativamente bajas que no representarían un gran impacto.

Por su parte, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, ha dicho que la discusión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte debe verse con tranquilidad, porque nuestro país tiene una economía sólida, 30% más grande que hace seis años, las instituciones son fuertes y se tienen las reformas estructurales.

Y ejemplificó: “No se entiende el México de hoy sin la reforma energética, al amparo de la cual se tienen comprometidos más de 80 mil millones de dólares de inversión para la siguiente década y se esperan 20 mil millones más antes que termine la administración”.

También ha destacado que frente a la incertidumbre derivada de la renegociación, la mejor forma de brindar certeza es continuar con una política económica responsable, con una buena política fiscal y monetaria. Y tiene razón el secretario, porque lo que no debe hacer el país es actuar con irresponsabilidad en el manejo de la política económica.

Pero es un hecho que la incertidumbre por la renegociación tiene un impacto. Es natural que en las discusiones existan altibajos y esto genere volatilidad en el tipo de cambio del peso frente al dólar. En la medida en que continúen las presiones del gobierno estadounidense, la incertidumbre va a ser la constante.

Preparémonos a esta volatilidad, porque se espera que la sexta ronda de negociaciones sea hasta el primer trimestre del próximo año; la siguiente será del 17 al 21 de noviembre aquí en México.

Se espera que el gobierno de Donald Trump mantenga una posición dura, intransigente, que busca que sólo Estados Unidos gane en la renegociación; en la cuarta ronda planteó elevar a 50% el contenido estadounidense en vehículos, insiste en revertir el déficit comercial que tiene por 500 mil millones de dólares, quiere desaparecer los mecanismos de solución de controversias y que cada cinco años el tratado sea renegociado.

Al terminar la cuarta ronda de renegociaciones, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, reclamó a México y Canadá por no flexibilizar sus posturas, por no querer aceptar los cambios propuestos por el gobierno estadounidense.

Esa es la diferencia. Mientras Estados Unidos quiere que los cambios sean en su beneficio y con la renegociación quiere solucionar problemas estructurales en su economía, como es el déficit comercial; México y Canadá buscan que los beneficios sean para los tres países.

caro.navarrete@yahoo.com.mx

A pesar de que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte se encuentra en un punto complicado, debido a la posición proteccionista de Estados Unidos que podría obstaculizar llegar a un acuerdo, los mensajes gubernamentales son tranquilizadores.

En una reunión que el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo con periodistas, dijo que no habrá una catástrofe en nuestro país si no se logra un acuerdo; aunque terminara el acuerdo comercial, la economía se mantendrá estable; y México y Canadá podrán continuar con el tratado.

El plan alternativo es exportar con base en las reglas de la Organización Mundial de Comercio y por eso las secretarías de Hacienda y de Economía trabajan ya en el sistema arancelario; además, el objetivo es continuar con la diversificación comercial, impulsar el TTP y modernizar el acuerdo comercial con la Unión Europea.

Sin el Tratado, Estados Unidos se aplicarían uno al otro los aranceles más altos que imponen a otros miembros de la Organización Mundial de Comercio, que son de 7% en promedio en México y de 3.5% en Estados Unidos; es decir, son tasas relativamente bajas que no representarían un gran impacto.

Por su parte, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, ha dicho que la discusión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte debe verse con tranquilidad, porque nuestro país tiene una economía sólida, 30% más grande que hace seis años, las instituciones son fuertes y se tienen las reformas estructurales.

Y ejemplificó: “No se entiende el México de hoy sin la reforma energética, al amparo de la cual se tienen comprometidos más de 80 mil millones de dólares de inversión para la siguiente década y se esperan 20 mil millones más antes que termine la administración”.

También ha destacado que frente a la incertidumbre derivada de la renegociación, la mejor forma de brindar certeza es continuar con una política económica responsable, con una buena política fiscal y monetaria. Y tiene razón el secretario, porque lo que no debe hacer el país es actuar con irresponsabilidad en el manejo de la política económica.

Pero es un hecho que la incertidumbre por la renegociación tiene un impacto. Es natural que en las discusiones existan altibajos y esto genere volatilidad en el tipo de cambio del peso frente al dólar. En la medida en que continúen las presiones del gobierno estadounidense, la incertidumbre va a ser la constante.

Preparémonos a esta volatilidad, porque se espera que la sexta ronda de negociaciones sea hasta el primer trimestre del próximo año; la siguiente será del 17 al 21 de noviembre aquí en México.

Se espera que el gobierno de Donald Trump mantenga una posición dura, intransigente, que busca que sólo Estados Unidos gane en la renegociación; en la cuarta ronda planteó elevar a 50% el contenido estadounidense en vehículos, insiste en revertir el déficit comercial que tiene por 500 mil millones de dólares, quiere desaparecer los mecanismos de solución de controversias y que cada cinco años el tratado sea renegociado.

Al terminar la cuarta ronda de renegociaciones, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, reclamó a México y Canadá por no flexibilizar sus posturas, por no querer aceptar los cambios propuestos por el gobierno estadounidense.

Esa es la diferencia. Mientras Estados Unidos quiere que los cambios sean en su beneficio y con la renegociación quiere solucionar problemas estructurales en su economía, como es el déficit comercial; México y Canadá buscan que los beneficios sean para los tres países.

caro.navarrete@yahoo.com.mx