A través de mis redes sociales, el domingo pasado compartí el primer video con motivo de mi Segundo Informe Legislativo (https://cutt.ly/RhGL3o4). En él di cuenta de los retos que ha significado vivir una pandemia como la que actualmente estamos enfrentando, obligándonos a inventar una nueva normalidad transitoria, donde quedarse en casa se volvió la mejor opción.
También reflexioné que esta experiencia nos ha permitido reconocer aquellas cosas que a veces pasábamos por alto, como la importancia de la familia, el calor del hogar y la solidaridad de nuestra comunidad. “Aunque añoramos el calor de un abrazo, recuperamos lo valioso de un ‘cuentas conmigo’. Descubrimos que solo juntos saldremos adelante”.
Como líder social y ahora como líder del país, Andrés Manuel López Obrador ha puesto en marcha una nueva manera de hacer política y de gobernar. Al margen de las fórmulas tecnocráticas preferidas de los neoliberales -quienes medían la pobreza al tiempo que la profundizaban-, el presidente de la República encabeza un gobierno humanista, honesto y verdaderamente centrado en el mandato del pueblo.
Basta recordar la máxima “¡Por el bien de México, primero los pobres!”.
Este nuevo gobierno se ha estado construyendo de la mano de una mayoría legislativa popular, paritaria y honesta. Las y los diputados de la coalición Juntos Haremos Historia hemos apostado por una reingeniería de la Constitución y de las leyes que de ella emanan, para sentar las bases de la Cuarta Transformación y alcanzar el tan anhelado desarrollo con bienestar, la justicia y la paz social.
Para cumplirle al pueblo ha sido necesario acabar con aquellas leyes injustas y que solo beneficiaban a unos cuántos en detrimento de los más pobres; además de actualizar las normas para atender las necesidades de una comunidad intercultural e inserta en nuevas dinámicas sociales, donde la garantía y la protección de los derechos humanos es el principal propósito de la Ley.
En este sentido, en los primeros dos años de la LXIV Legislatura me propuse defender una agenda legislativa a favor de los derechos de las mujeres, personas indígenas, juventudes y personas en situación de movilidad humana. Esta lucha se complementa con la búsqueda por erradicar la discriminación y el discurso de odio, preocupación que también llevó al presidente López Obrador a presentar una iniciativa en la materia.
Desde luego que he apoyado la agenda progresista de nuestra coalición, siendo una las iniciativas más importantes la reforma al artículo 4° de la Constitución, para garantizar el acceso a la salud de las personas sin seguridad social, así como la pensión para adultos mayores, personas con discapacidad y becas para jóvenes. También es importante recordar la reforma a las leyes del INFONAVIT y del ISSSTE, para cortar de tajo la mercantilización del derecho a la vivienda y garantizar que las familias accedan a una vivienda digna.
La pandemia evidenció las desigualdades originadas durante el neoliberalismo; incluso, se manifestaron las consecuencias del individualismo, principio de la sociedad neoliberal. De una u otra manera, la COVID-19 modificó la agenda de gobierno y la agenda legislativa. Ante esta situación, la prioridad ha sido favorecer al pueblo, orientando los recursos públicos a atender a la gente que más lo necesita, mediante el financiamiento de la salud y la vacuna, los programas de bienestar y la creación de nuevos empleos.
Como mencioné al inicio de esta columna, no cabe duda que estos últimos meses han sido de retos y aprendizajes. Una de las cosas que más han hecho reflexionar es la importancia de seguir haciendo comunidad, estar unidos y apoyarnos los unos a los otros. Así, aprovecho este espacio para recordarte que ¡Cuentas conmigo!
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Te invito a seguir mi Segundo Informe Legislativo que llevaré a cabo este jueves 17 de diciembre en punto de las 6:00 p. m. (7:00 p. m. Ciudad de México), a través de mi pagina de Facebook @LoreniaValles.
