/ domingo 22 de julio de 2018

Cuidemos nuestra casa común

He hablado sobre el tema varias veces, y lo volveré hacer cada que lo considere necesario, porque se trata de hacer la diferencia entre la vida y la muerte de las especies que habitamos esta casa común, esta aldea global conocida como mundo.

Lo sabemos la mayoría de los habitantes del planeta. Aún así, pareciera que caminamos con los ojos bien abiertos hacia un abismo en el que terminaremos cayendo todos, en fila, si no hacemos lo que debemos hacer: cuidar esta casa común, limpiarla del daño que ya le hemos hecho, y concientizar para que se mantenga limpia.

Los datos que recogen y difunden los medios de comunicación son conocidos: hay cinco islas de plástico flotante en los océanos y cada año se agregan ocho millones de toneladas. Pero aún: cada año se utilizan en el mundo 500 mil millones de bolsas de plástico. En una entrega anterior lo califiqué de “simplemente ¡aterrador!”.

Dije también que a quienes nos preocupamos por el medio ambiente (he formado parte de la Comisión de Medio Ambiente del Senado todos estos años) nos aterra, es la palabra para mi correcta, lo que está ocurriendo en el planeta y lo poco que hemos podido hacer para concientizar, pese a campañas como “Mares limpios de ONU Medio Ambiente” que precisamente busca reducir esa contaminación por plásticos en los mares.

Otros datos más preocupantes: en los últimos 10 años se ha producido más plástico que en todo el siglo pasado; el 50 por ciento de ese material sólo lo usamos una vez y lo desechamos; cada minuto se compran un millón de botellas de plástico; y éste constituye el 10 por ciento de todos los residuos que generamos.

The Ocean Cleanup, una organización internacional, dio a conocer datos muy preocupantes. En las cinco islas de plásticos (dos en el Atlántico, dos en el Pacífico y una en el Índico) se calcula que existen más de 5 trillones de piezas de plástico, que al año se le agregan entre 1.5 y 2.41 millones de toneladas.

Esa misma organización calcula que la isla de plástico más grande de plástico, ubicada en el Pacífico Norte, tendría 1.l6 millones de kilómetros cuadrados, que equivale a tres veces el tamaño de Francia.

Los datos que nos revelan indican que ese plástico afecta a más de 370 especies de animales. Más de un millón de aves marinas y más de 100 mil mamíferos marinos y tortugas, ballenas, peces, mueren por comer o quedar atrapados en el plástico, que también mata el plancton microscópico.

Por ello es que este año la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el pasado 5 de junio, lleva el lema “Un planeta #sin contaminación por plásticos”. Y en América Latina y el Caribe se busca reducir esta contaminación con campañas como la mencionada “Mares Limpios de ONU Medio Ambiente”.

Como legislador presente iniciativa para que los gobiernos mantengan campañas permanentes que busquen concientizar a la población sobre la necesidad de poner la basura en el lugar que le corresponde, y con esto evitar la llegada al mar de plásticos y otros residuos, al igual que mi compañero Senador Ernesto Cordero que propuso hacer lo necesario para disminuir el uso de popotes en nuestro país

Pero pensemos, cada basura, plásticos o popotes no llegan sola a los mares, detrás de cada desperdicio hay un ciudadano que no la puso en el lugar que le corresponde. Por esto lo importante de que cada uno de nosotros desde nuestro espacio, hagamos lo necesario para evitar contaminar

Porque son quizás las pequeñas grandes acciones que puede hacer cada ciudadano. Las que más impacto tienen en el cuidado de nuestro medio ambiente. Refiero, por ejemplo, el de mi esposa Maritere. De manera personal emprendió un gran esfuerzo para concientizar sobre el NO USO de popotes en nuestra vida diaria.

En conjunto Con nuestras hijas, familiares y amigos, buscan influir en cada hogar y lugar de nuestro vida diaria en el cual se expendan bebidas sobre lo contaminante que es el uso de un popote que puedes utilizarlo alrededor de 15 minutos pero llega a tardar hasta 200 años en desintegrarse.

Pero, ¿y si un esfuerzo similar hiciéramos cada uno de nosotros en su propio entorno? Esas pequeños grandes acciones son tan importantes, tan determinantes, que incluso pueden concientizar y estimular a otros ciudadanos y lograr el propósito algún día de eliminar los plásticos y de salvar nuestro mundo.


¡ Hagamoslo, por nuestro bien, el de nuestros Hijos y el de las futuras generaciones !


Senador del PRI



He hablado sobre el tema varias veces, y lo volveré hacer cada que lo considere necesario, porque se trata de hacer la diferencia entre la vida y la muerte de las especies que habitamos esta casa común, esta aldea global conocida como mundo.

Lo sabemos la mayoría de los habitantes del planeta. Aún así, pareciera que caminamos con los ojos bien abiertos hacia un abismo en el que terminaremos cayendo todos, en fila, si no hacemos lo que debemos hacer: cuidar esta casa común, limpiarla del daño que ya le hemos hecho, y concientizar para que se mantenga limpia.

Los datos que recogen y difunden los medios de comunicación son conocidos: hay cinco islas de plástico flotante en los océanos y cada año se agregan ocho millones de toneladas. Pero aún: cada año se utilizan en el mundo 500 mil millones de bolsas de plástico. En una entrega anterior lo califiqué de “simplemente ¡aterrador!”.

Dije también que a quienes nos preocupamos por el medio ambiente (he formado parte de la Comisión de Medio Ambiente del Senado todos estos años) nos aterra, es la palabra para mi correcta, lo que está ocurriendo en el planeta y lo poco que hemos podido hacer para concientizar, pese a campañas como “Mares limpios de ONU Medio Ambiente” que precisamente busca reducir esa contaminación por plásticos en los mares.

Otros datos más preocupantes: en los últimos 10 años se ha producido más plástico que en todo el siglo pasado; el 50 por ciento de ese material sólo lo usamos una vez y lo desechamos; cada minuto se compran un millón de botellas de plástico; y éste constituye el 10 por ciento de todos los residuos que generamos.

The Ocean Cleanup, una organización internacional, dio a conocer datos muy preocupantes. En las cinco islas de plásticos (dos en el Atlántico, dos en el Pacífico y una en el Índico) se calcula que existen más de 5 trillones de piezas de plástico, que al año se le agregan entre 1.5 y 2.41 millones de toneladas.

Esa misma organización calcula que la isla de plástico más grande de plástico, ubicada en el Pacífico Norte, tendría 1.l6 millones de kilómetros cuadrados, que equivale a tres veces el tamaño de Francia.

Los datos que nos revelan indican que ese plástico afecta a más de 370 especies de animales. Más de un millón de aves marinas y más de 100 mil mamíferos marinos y tortugas, ballenas, peces, mueren por comer o quedar atrapados en el plástico, que también mata el plancton microscópico.

Por ello es que este año la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el pasado 5 de junio, lleva el lema “Un planeta #sin contaminación por plásticos”. Y en América Latina y el Caribe se busca reducir esta contaminación con campañas como la mencionada “Mares Limpios de ONU Medio Ambiente”.

Como legislador presente iniciativa para que los gobiernos mantengan campañas permanentes que busquen concientizar a la población sobre la necesidad de poner la basura en el lugar que le corresponde, y con esto evitar la llegada al mar de plásticos y otros residuos, al igual que mi compañero Senador Ernesto Cordero que propuso hacer lo necesario para disminuir el uso de popotes en nuestro país

Pero pensemos, cada basura, plásticos o popotes no llegan sola a los mares, detrás de cada desperdicio hay un ciudadano que no la puso en el lugar que le corresponde. Por esto lo importante de que cada uno de nosotros desde nuestro espacio, hagamos lo necesario para evitar contaminar

Porque son quizás las pequeñas grandes acciones que puede hacer cada ciudadano. Las que más impacto tienen en el cuidado de nuestro medio ambiente. Refiero, por ejemplo, el de mi esposa Maritere. De manera personal emprendió un gran esfuerzo para concientizar sobre el NO USO de popotes en nuestra vida diaria.

En conjunto Con nuestras hijas, familiares y amigos, buscan influir en cada hogar y lugar de nuestro vida diaria en el cual se expendan bebidas sobre lo contaminante que es el uso de un popote que puedes utilizarlo alrededor de 15 minutos pero llega a tardar hasta 200 años en desintegrarse.

Pero, ¿y si un esfuerzo similar hiciéramos cada uno de nosotros en su propio entorno? Esas pequeños grandes acciones son tan importantes, tan determinantes, que incluso pueden concientizar y estimular a otros ciudadanos y lograr el propósito algún día de eliminar los plásticos y de salvar nuestro mundo.


¡ Hagamoslo, por nuestro bien, el de nuestros Hijos y el de las futuras generaciones !


Senador del PRI