La actitud es una pequeña cosa
que marca una gran diferencia.
Winston Churchill
Cuando las personas escuchan el concepto de mantener una mentalidad positiva, creen que únicamente se trata de tener pensamientos o sueños felices y vivir en el mundo ideal. Sin embargo, en realidad se trata de poner en práctica diversos aspectos que te permitirán transformar tu vida y que te convertirán en una persona con capacidad de ver el lado bueno de las cosas sin perderse de la realidad. Hoy quiero compartir contigo tres herramientas muy poderosas que, cuando las implementes y las utilices con determinación, verás cómo tus sueños se convierten en realidad.
Visualízate de manera optimista y piensa en las metas que quieres alcanzar como si ya fueran un hecho, ya que no es simplemente soñar, sino un ejercicio mental estructurado que condiciona nuestro cerebro para el éxito. Define con claridad y de forma específica y medible lo que quieres lograr, por ejemplo, “quiero aumentar mis ventas en un cuarenta por ciento en los próximos seis meses” es más efectivo que “quiero vender más”. Imagina que tus objetivos son alcanzados, por ejemplo, si tu meta es el de una venta importante, visualiza la cita con el cliente, los temas que vas a tratar, la venta y el cierre del trato. Entre más detalles consideres,más efectiva será tu visualización.
El siguiente concepto es la importancia de tu actitud en la vida personal y profesional. La actitud positiva es el timón que dirige nuestro destino, puesto que no sólo consigues mejorar las interacciones y relaciones con las personas, sino que también serás capaz de enfrentar desafíos y alcanzar tus metas con determinación y entusiasmo. Como vendedores, muchas ocasiones nos enfrentamos a los rechazos de los clientes o prospectos; de la misma manera, tenemos que conseguir nuestros objetivos ante diversas e impredecibles situaciones, pero la actitud positiva nos ayuda a mantenernos motivados y con la energía necesaria para seguir adelante; por eso,así como vemos oportunidades en lugar de obstáculos, aprendemos de los fracasos y construimos relaciones sólidas y auténticas con nuestros clientes.
El tercer concepto que debes considerar es la competitividad, que no sólo se refiere a querer ganar, sino a una mejora constante que te permite superar obstáculos, esforzándote para alcanzar el crecimiento tanto personal como profesional. Cuando eres un vendedor competitivo, siempre debes estar en busca de nuevas oportunidades y una mejora constante, por eso es que la competitividad te impulsa a salir de tu zona de confort.Una mentalidad competitiva te llevaráa mantenerte actualizado con las tendencias del mercado, a conocer mejor a tus clientes ya perfeccionar tus estrategias y técnicas de venta.
Rodéate de personas que sumen en tu vida, las personas con las que pasamos tiempo tienen un impacto significativo en nuestras actitudes, decisiones y hábitos; por esta razón, debes de elegir un grupo de colegas, amigos y familia que te inspiren y te apoyen, también, evita a las personas negativas que drenan tu energía y entusiasm. Los individuos positivos, motivados y exitosos pueden inspirarnos a ser mejores, recuerda que estas personas marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso. Siempre ten en mente que somos consecuencia de las cinco o seis personas con las que compartimos el mayor tiempo de nuestra vida y, en muchas ocasiones, nos llegamos a convertir en uno de ellos.
Recibe mentorías y coaching, estas personas te ayudarán con su experiencia y te apoyarán en tu desarrollo personal y profesional. Por otro lado, el coacho mentor acelera tu crecimiento y te evita recorrer caminos innecesarios, al tiempo que te impulsa a utilizar todas tus capacidades para desarrollar la mejor versión de ti. Sin duda, si mantienes esto como un estilo de vida estarás impulsando tu persona y tu vida profesional de forma permanente.
Recuerda que una mentalidad positiva atrae como consecuencia una lista de oportunidades, fortalece relaciones, te vuelve más competitivo y visualizas tus metas como una realidad.Te invito a que no dudes más y a poner manos a la obra. ¡Decídete a ser un triunfador!