/ domingo 8 de abril de 2018

De la “cuna” a la madurez afectiva

En cualquier momento es una oportunidad para valorar lo andado, lo logrado o que nos falta por hacer e incluso enmendar los posibles fallos. La pasada Semana Santafué para los católicos y de otros credos un contexto ideal para la reflexión, la introspección, la valoración de lo hecho.

En ese sentido, el recién nombrado Cardenal Carlos Aguiar Retes, comunicó que realizará una serie de reformas en cuanto a la formación sacerdotal. Apuntó: ¿cuál es la experiencia que nos marca nuestra vida?, la de la cuna de la familia”…

Abundó en ello: “(…) sí hay vocación pero traen heridas (…) hay que adecuar la ordenación sacerdotal para que se curen esas heridas y pueda ser un hombre con madurez humana afectiva, que no incida en situaciones dolorosas como las que vemos de la pederastia (…)“.

Reflexiones personales: Bienvenido ese impulso renovador, pues desde el habito de lo espiritual es enorme el aporte de valores positivos que se hacen y puedenaun más hacerse a la sociedad. Al margen de lo que se entienda por “cuna” se sabe que lo vivido en la infancia marca de manera profunda lasetapas siguientes de la vida de la persona.

En efecto, los expertos coinciden que el entorno, el tejido social, la familia: “esto es el grupo y espacio para el crecimiento, es el componente socializador que más influye en el individuo. Que la meta es aportar una base sólida para vivir una madurez afectiva” … Los tiempos cambian y la familia no es una excepción, ahora, existen diferentes tipos de familias con sus propias características y dinámicas.

Hoy, 7 de abril 2018, es el Día Internacional de la Salud, desde la perspectiva de la salud integral, que incluiría la psico-físico-espiritual, como factor de cambio, lo importante es garantizar que los niños se desarrollen en un ambiente de “funcionalidad”. Todos hemos de apoyar acciones que enfrentan la potenciales consecuencias negativas “disfuncionales”; restringir las causas, lograr adultos con madurez afectiva que compartan la vida día a día.

Los cambios estructurales y de contenidos que se habían de emprender para la formación sacerdotal en el-antes-durante-y-después abonarán positivamente a fortalecer la confianza del colectivo en la calidad y calidez de esa institución religiosa. Incluso, el actual Papa Francisco encabeza un proyecto renovador con miras de fortalecer la confianza de la comunidad hacia esa Iglesia.

Las acciones afirmativas anunciadas tienen sus raíces en la cultura de la prevención, mediante una rigurosa selección de aspirantes, respetando los derechos humanos, acotando los perfiles no deseados. Sin duda, todo un reto, el enriquecer los accesos a tan loable vocación y sus deseadas expectativas.

Desde la experiencia laboral en el sistema penitenciario de la Ciudad de México puntualizo dos escenarios: 1. Del trabajo pastoral penitenciario, he observado de los sacerdotes asignados a los centros - varonil y femenino - que ha sido excelente, apoyan al programa para la reinserción social con miras a que los internos estén en el camino del derecho al porvenir; 2. De la pederastia, es un delito que incluso, los propios internos, por otros delitos, la consideran como una sexualidad culpable y es acentuadamente castigada en ese ámbito.

Concluyendo, al regreso a las actividades cotidianas, es tiempo idóneo para vigorizar nuestra visión del desarrollo y bienestar común en armonía con el personal. No hacerse “invisible” y actuar. Cada persona, sociedad y país construyen su propio destino con sus decisiones.


hazael.ruiz@hotmail.com

En cualquier momento es una oportunidad para valorar lo andado, lo logrado o que nos falta por hacer e incluso enmendar los posibles fallos. La pasada Semana Santafué para los católicos y de otros credos un contexto ideal para la reflexión, la introspección, la valoración de lo hecho.

En ese sentido, el recién nombrado Cardenal Carlos Aguiar Retes, comunicó que realizará una serie de reformas en cuanto a la formación sacerdotal. Apuntó: ¿cuál es la experiencia que nos marca nuestra vida?, la de la cuna de la familia”…

Abundó en ello: “(…) sí hay vocación pero traen heridas (…) hay que adecuar la ordenación sacerdotal para que se curen esas heridas y pueda ser un hombre con madurez humana afectiva, que no incida en situaciones dolorosas como las que vemos de la pederastia (…)“.

Reflexiones personales: Bienvenido ese impulso renovador, pues desde el habito de lo espiritual es enorme el aporte de valores positivos que se hacen y puedenaun más hacerse a la sociedad. Al margen de lo que se entienda por “cuna” se sabe que lo vivido en la infancia marca de manera profunda lasetapas siguientes de la vida de la persona.

En efecto, los expertos coinciden que el entorno, el tejido social, la familia: “esto es el grupo y espacio para el crecimiento, es el componente socializador que más influye en el individuo. Que la meta es aportar una base sólida para vivir una madurez afectiva” … Los tiempos cambian y la familia no es una excepción, ahora, existen diferentes tipos de familias con sus propias características y dinámicas.

Hoy, 7 de abril 2018, es el Día Internacional de la Salud, desde la perspectiva de la salud integral, que incluiría la psico-físico-espiritual, como factor de cambio, lo importante es garantizar que los niños se desarrollen en un ambiente de “funcionalidad”. Todos hemos de apoyar acciones que enfrentan la potenciales consecuencias negativas “disfuncionales”; restringir las causas, lograr adultos con madurez afectiva que compartan la vida día a día.

Los cambios estructurales y de contenidos que se habían de emprender para la formación sacerdotal en el-antes-durante-y-después abonarán positivamente a fortalecer la confianza del colectivo en la calidad y calidez de esa institución religiosa. Incluso, el actual Papa Francisco encabeza un proyecto renovador con miras de fortalecer la confianza de la comunidad hacia esa Iglesia.

Las acciones afirmativas anunciadas tienen sus raíces en la cultura de la prevención, mediante una rigurosa selección de aspirantes, respetando los derechos humanos, acotando los perfiles no deseados. Sin duda, todo un reto, el enriquecer los accesos a tan loable vocación y sus deseadas expectativas.

Desde la experiencia laboral en el sistema penitenciario de la Ciudad de México puntualizo dos escenarios: 1. Del trabajo pastoral penitenciario, he observado de los sacerdotes asignados a los centros - varonil y femenino - que ha sido excelente, apoyan al programa para la reinserción social con miras a que los internos estén en el camino del derecho al porvenir; 2. De la pederastia, es un delito que incluso, los propios internos, por otros delitos, la consideran como una sexualidad culpable y es acentuadamente castigada en ese ámbito.

Concluyendo, al regreso a las actividades cotidianas, es tiempo idóneo para vigorizar nuestra visión del desarrollo y bienestar común en armonía con el personal. No hacerse “invisible” y actuar. Cada persona, sociedad y país construyen su propio destino con sus decisiones.


hazael.ruiz@hotmail.com