/ martes 9 de noviembre de 2021

De la pandemia al Metaverso

Mtra. Almendra Ortiz de Zárate Béjar*

En fechas recientes Mark Zuckerberg anunció su más reciente proyecto: el metaverso. Se trata de un entorno virtual donde las personas podrán realizar algunas experiencias sociales, como ir el cine, asistir a conciertos, realizar compras y trabajar (por lo pronto), utilizando un dispositivo de realidad virtual y un avatar que permitirá interactuar con los pares.

Cada vez son más las empresas que se suman a este propósito y que empiezan a desarrollar más espacios digitales de interacción. Se están diseñando oficinas virtuales que replican las áreas del mundo real para llevarlas a este nuevo metaverso. Se espera que se incorporen cada vez más personas que utilicen la plataforma de manera cotidiana.

En el sentido tecnológico este desarrollo se identifica como un gran logro ya que significa una evolución sin precedentes, tan grande, que pudiera cambiar la interacción de las personas con el mundo de la tecnología. Sin embargo, en el ámbito humano representa transformar las formas de consumo, de interacción y de vida de las personas.

Se vaticina una sociedad cada vez menos humana que se relacione a partir de dispositivos que alejen físicamente a las personas y que reflejen hacia el exterior un estilo de vida totalmente ajeno al real. Así como el empleo excesivo de las redes sociales ha ocasionado efectos terribles en la autoestima de los individuos y en sus expectativas de vida, se prevé que el metaverso pudiera tener efectos aun más devastadores.

El año anterior y el presente han producido enormes retos en términos de convivencia, entre otros, para todas las personas a nivel global. El traslado de los salones de clase a espacios improvisados en los hogares y el trabajo remoto de los profesionistas trajo consigo un replanteamiento de los modelos educativos y laborales. Sin duda, las herramientas digitales han logrado hacer más eficientes un sinnúmero de procesos laborales y posibilitan la conexión entre personas de diferentes contextos que amplían y nutren los conocimientos. Estos beneficios se han incorporado exitosamente a las actividades académicas y profesionales; llegaron para quedarse. No obstante, la reapertura de las escuelas y de los entornos laborales ha revelado nuevos retos en el desarrollo social de los individuos.

La pandemia frenó el contacto físico y se observa cada vez mayor dificultad para la interacción y la convivencia en el mundo real. Para muchos, el contacto por zoom resultó más cómodo y ahora se ha convertido en el espacio más utilizado para las actividades profesionales y personales. La llegada de un metaverso digital para el desahogo de estas acciones pudiera convertirse en un mecanismo que dificulte aún más el establecimiento de relaciones humanas en los espacios físicos, lo que significaría una transformación en la vida del ser humano.

Los seres humanos somos seres sociales y necesitamos de la interacción con otras personas para desarrollarnos de manera integral. La evolución de las tecnologías deja nuevos retos para las generaciones presentes y futuras que deberán de conciliar las relaciones en los espacios físicos y virtuales para aprovechar lo mejor de los dos mundos sin dejar de lado la centralidad de la persona.


* Coordinadora Académica de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México.

Mtra. Almendra Ortiz de Zárate Béjar*

En fechas recientes Mark Zuckerberg anunció su más reciente proyecto: el metaverso. Se trata de un entorno virtual donde las personas podrán realizar algunas experiencias sociales, como ir el cine, asistir a conciertos, realizar compras y trabajar (por lo pronto), utilizando un dispositivo de realidad virtual y un avatar que permitirá interactuar con los pares.

Cada vez son más las empresas que se suman a este propósito y que empiezan a desarrollar más espacios digitales de interacción. Se están diseñando oficinas virtuales que replican las áreas del mundo real para llevarlas a este nuevo metaverso. Se espera que se incorporen cada vez más personas que utilicen la plataforma de manera cotidiana.

En el sentido tecnológico este desarrollo se identifica como un gran logro ya que significa una evolución sin precedentes, tan grande, que pudiera cambiar la interacción de las personas con el mundo de la tecnología. Sin embargo, en el ámbito humano representa transformar las formas de consumo, de interacción y de vida de las personas.

Se vaticina una sociedad cada vez menos humana que se relacione a partir de dispositivos que alejen físicamente a las personas y que reflejen hacia el exterior un estilo de vida totalmente ajeno al real. Así como el empleo excesivo de las redes sociales ha ocasionado efectos terribles en la autoestima de los individuos y en sus expectativas de vida, se prevé que el metaverso pudiera tener efectos aun más devastadores.

El año anterior y el presente han producido enormes retos en términos de convivencia, entre otros, para todas las personas a nivel global. El traslado de los salones de clase a espacios improvisados en los hogares y el trabajo remoto de los profesionistas trajo consigo un replanteamiento de los modelos educativos y laborales. Sin duda, las herramientas digitales han logrado hacer más eficientes un sinnúmero de procesos laborales y posibilitan la conexión entre personas de diferentes contextos que amplían y nutren los conocimientos. Estos beneficios se han incorporado exitosamente a las actividades académicas y profesionales; llegaron para quedarse. No obstante, la reapertura de las escuelas y de los entornos laborales ha revelado nuevos retos en el desarrollo social de los individuos.

La pandemia frenó el contacto físico y se observa cada vez mayor dificultad para la interacción y la convivencia en el mundo real. Para muchos, el contacto por zoom resultó más cómodo y ahora se ha convertido en el espacio más utilizado para las actividades profesionales y personales. La llegada de un metaverso digital para el desahogo de estas acciones pudiera convertirse en un mecanismo que dificulte aún más el establecimiento de relaciones humanas en los espacios físicos, lo que significaría una transformación en la vida del ser humano.

Los seres humanos somos seres sociales y necesitamos de la interacción con otras personas para desarrollarnos de manera integral. La evolución de las tecnologías deja nuevos retos para las generaciones presentes y futuras que deberán de conciliar las relaciones en los espacios físicos y virtuales para aprovechar lo mejor de los dos mundos sin dejar de lado la centralidad de la persona.


* Coordinadora Académica de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México.