/ sábado 28 de mayo de 2022

De la pluma de Miguel Reyes Razo | Carlos Jongitud y el magisterio

Por Miguel Reyes Razo

Desde la Dirección del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos -BANOBRAS- Don Jesús Robles Martínez dirigía los destinos del magisterio nacional. Era el régimen del Presidente Luis Echeverría. Apareció entonces como líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación -SNTE- Carlos Olmos Sánchez.

"Yo le había pedido -me contó el Profesor--Licenciado Carlos Jonguitud Barrios- al Ingeniero Robles Martínez que valorara mis méritos. Que yo venía de la lucha. Que me había "fajado" contra Othón Salazar y su Movimiento Revolucionario del Magisterio. Acuérdese, le dije, de la toma de la Secretaria de Educación Pública. Othon Salazar y los suyos -ya Máximo Campoy Vargas había traicionado a Othon- invadieron los patios con la inconformidad de los maestros. Concluía el régimen de Don Adolfo Ruíz Cortines, comenzaba la administración de Adolfo López Mateos. "Adolfo el joven". La lucha exigía "rifarsela" . Entrarle a los catorrazos. La Escuela Nacional de maestros cerró. Un tal "Yuca". Y se movía Miguel Osorio Marbán.

"Yo creo que ya es mi hora, ingeniero. Yo siento que merezco la oportunidad. Ya probó mi lealtad y espíritu de lucha. Adenás...

"Yo digo cuando y quién -me atajó Robles Martínez. Y ahorita te digo que todavía no.

Carlos Olmos Sánchez alardeaba. "Tengo el afecto de Doña María Esther. Me elogia. Yo le informo de todo lo que hago. Planeo realizar giras por todo el país para hablar con los maestros. Ya adquirí un autobús como el que utiliza el Presidente Echeverría. Lo voy a acondicionar muy bien. Me va muy bien".

"Se mandó a hacer unos baños de lujo en el nuevo edificio del sindicato" -me contó Don Carlos Jonguitud Barrios. Vapor, mesa de masaje. Mármol negro extravagante. Se da vida de jeque, este. Y el sindicato muy bien, gracias. Los problemas se acumulan. Y Olmos no tiene para cuando entender que hay que hcar la "chamba". Si, el cargo da mucho. Pero hay que tupirle al trabajo. Si el mero, mero se da cuenta de que haraganeas, te echa ¿eh? Es verdad; él pone, él aprueba. Pero también te exige que des resultados...

Carlos Olmos Sánchez sí trabajó. Consiguió que su hermano, un médico llamado Andrés ocupara el cargo de Director de Higiene Escolar. Oficina que tuvo antecedente en la Policlínica Escolar que a mediados de los años cuarenta enviaba a un médico a examinar la agudeza visual de los alumnos. Rutina breve. Niños miopes, estrábicos, astigmatas recibían una receta dirigida a sus padres. Su hijo necesita anteojos...

Don Andrés Olmos Sánchez, médico cirujano partero acudía a su oficina de la calle Colegio Salesiano a unos metros de la impresionante Iglesia de María Auxiliadora en la colonia Anáhuac. Ya desaparecían las escuelas "Hijos del Ejército" y se devolvió a la iglesia propiedades. Curas y monjas se dieron a ofrecer educación privada. Hoy ya se afanan en la educación superior.

Ocurrió el 22 de septiembre de 1972. De noche, fin de semana, el forzudo Carlos Jonguitud Barrios se apoderó de las oficinas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Entidad que ya en aquellos días se reconocía "el sindicato más poderoso y nutrido de América Latina".

Caída de Olmos Sánchez y ascenso fulgurante de Carlos Jonguitud Barrios organizados, pactados, aprobados de "pe a pa" desde la residencia oficial de "Los Pinos". A las pocas horas de ocurrido, desde su oficina , el Secretario de Educación Pública, el Ingeniero Víctor Bravo Ahuja reclama a su joven comunicador Pablo Marentes: "Dile a Jonguitud que se comunique conmigo. Que me urge hablar con él. Tengo cosas que me encargó el Presidente Echeverría, dile...

Ahí estaba el muy sonriente Pablo Marentes. Director de Prensa de la Secretaría de Educación Pública. Antes histórico vocero de la Universidad Nacional Autónoma de México al lado del Rector Javier Barros Sierra. Joven educado en la Escuela Inglesa que existió en Paseo de la Reforma en los terrenos que adquirió el ciudadano boliviano Antenor Patiño -Rey del estaño-- para edificar el hotel María Isabel, Pablo Marentes vivió los años en que su padre, Don Tomás Marentes gobernó Yucatán. Apenas concluyó el sexxenio del Presidente Miguel Alemán Valdés, don Tomás dejó el cargo. Ya era propietario de una casa en Polanco y un edificio de departamentos en la esquina de Río Elba y Paseo de la Reforma. En la planta baja funcionó "Flaminia. Salón de te".

Estudiante muy brillante Pablo Marentes se interesó en el periodismo. Adolescente entrevistó a John F. Kenneddy y a Richard Nixon. Sus interrogatorios -ocurridos en Washington- tuvieron amplia difusión en la entonces muy leída y apreciada revista "Siempre! " de Don José Pages Llergo. Pablo Marentes estudió Ciencias Políticas y durante varias décadas vivió el mundo de la comunicación. Dirigió el Canal Once de Televisión.

Ya lidiaba con Carlos Jonguitd Barrios. Hombre de San Luis Potosí. Estudioso. Ya maestro de escuela fue a la Facultad de Derecho de la UNAM. En turnos nocturnos cumplió los requisitos -calificaciones, créditos- que le otorgaron la calidad de Licenciado en Derecho. Su febril actividad atrajo la atención de muchos hombres de su generación y anteriores. Jonguitud era amigo de Miguel de Lamadrid Hurtado, de Porfirio Muñoz Ledo. Imaginativo, creó la Vanguardia Revolucionaria del Magisterio. La editorial. Y consiguió que el SNTE tuviera más de 20 Diputados. Ramón Martínez Martín, José Luis Andrade lograrían Senadurías. Y a su tiempo, -con la aprobación, apoyo y subordinación- le sucederían en el cargo.

"Carlos Jonguitud deja que los problemas crezcan para que uno tenga que pedirle que meta las manos. No te da el poder completo. Chihuahua, Chiapas, Michoacán son la muestra"- lamentaría una noche en Jacona, Miichoacán Ramón Martínez Martín. Profesor, político jalisciense.

Así las cosas ya a mediados de agosto de 1975 el PRI debatía en torno a la personalidad del futuro candidato a la Presidencia de la República. Y su programa. "Primero el programa" -pregonaba el Presidente del CEN del PRI, Don Jesús Reyes Heroles. "Primero el Hombre". replicaba otra corriente del poderos partido. El Instituto de Estudios Políticos y Sociales de esa formación realizó el inventario del país. Antes de que concluyera septiembre se realizaría la magna convención. Pasadas las "Fiestas Patrias" surgiría el sucesor de Luis Echeverría Álvarez.

C O N T I N U A R Á C O N T I N U A R Á


Por Miguel Reyes Razo

Desde la Dirección del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos -BANOBRAS- Don Jesús Robles Martínez dirigía los destinos del magisterio nacional. Era el régimen del Presidente Luis Echeverría. Apareció entonces como líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación -SNTE- Carlos Olmos Sánchez.

"Yo le había pedido -me contó el Profesor--Licenciado Carlos Jonguitud Barrios- al Ingeniero Robles Martínez que valorara mis méritos. Que yo venía de la lucha. Que me había "fajado" contra Othón Salazar y su Movimiento Revolucionario del Magisterio. Acuérdese, le dije, de la toma de la Secretaria de Educación Pública. Othon Salazar y los suyos -ya Máximo Campoy Vargas había traicionado a Othon- invadieron los patios con la inconformidad de los maestros. Concluía el régimen de Don Adolfo Ruíz Cortines, comenzaba la administración de Adolfo López Mateos. "Adolfo el joven". La lucha exigía "rifarsela" . Entrarle a los catorrazos. La Escuela Nacional de maestros cerró. Un tal "Yuca". Y se movía Miguel Osorio Marbán.

"Yo creo que ya es mi hora, ingeniero. Yo siento que merezco la oportunidad. Ya probó mi lealtad y espíritu de lucha. Adenás...

"Yo digo cuando y quién -me atajó Robles Martínez. Y ahorita te digo que todavía no.

Carlos Olmos Sánchez alardeaba. "Tengo el afecto de Doña María Esther. Me elogia. Yo le informo de todo lo que hago. Planeo realizar giras por todo el país para hablar con los maestros. Ya adquirí un autobús como el que utiliza el Presidente Echeverría. Lo voy a acondicionar muy bien. Me va muy bien".

"Se mandó a hacer unos baños de lujo en el nuevo edificio del sindicato" -me contó Don Carlos Jonguitud Barrios. Vapor, mesa de masaje. Mármol negro extravagante. Se da vida de jeque, este. Y el sindicato muy bien, gracias. Los problemas se acumulan. Y Olmos no tiene para cuando entender que hay que hcar la "chamba". Si, el cargo da mucho. Pero hay que tupirle al trabajo. Si el mero, mero se da cuenta de que haraganeas, te echa ¿eh? Es verdad; él pone, él aprueba. Pero también te exige que des resultados...

Carlos Olmos Sánchez sí trabajó. Consiguió que su hermano, un médico llamado Andrés ocupara el cargo de Director de Higiene Escolar. Oficina que tuvo antecedente en la Policlínica Escolar que a mediados de los años cuarenta enviaba a un médico a examinar la agudeza visual de los alumnos. Rutina breve. Niños miopes, estrábicos, astigmatas recibían una receta dirigida a sus padres. Su hijo necesita anteojos...

Don Andrés Olmos Sánchez, médico cirujano partero acudía a su oficina de la calle Colegio Salesiano a unos metros de la impresionante Iglesia de María Auxiliadora en la colonia Anáhuac. Ya desaparecían las escuelas "Hijos del Ejército" y se devolvió a la iglesia propiedades. Curas y monjas se dieron a ofrecer educación privada. Hoy ya se afanan en la educación superior.

Ocurrió el 22 de septiembre de 1972. De noche, fin de semana, el forzudo Carlos Jonguitud Barrios se apoderó de las oficinas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Entidad que ya en aquellos días se reconocía "el sindicato más poderoso y nutrido de América Latina".

Caída de Olmos Sánchez y ascenso fulgurante de Carlos Jonguitud Barrios organizados, pactados, aprobados de "pe a pa" desde la residencia oficial de "Los Pinos". A las pocas horas de ocurrido, desde su oficina , el Secretario de Educación Pública, el Ingeniero Víctor Bravo Ahuja reclama a su joven comunicador Pablo Marentes: "Dile a Jonguitud que se comunique conmigo. Que me urge hablar con él. Tengo cosas que me encargó el Presidente Echeverría, dile...

Ahí estaba el muy sonriente Pablo Marentes. Director de Prensa de la Secretaría de Educación Pública. Antes histórico vocero de la Universidad Nacional Autónoma de México al lado del Rector Javier Barros Sierra. Joven educado en la Escuela Inglesa que existió en Paseo de la Reforma en los terrenos que adquirió el ciudadano boliviano Antenor Patiño -Rey del estaño-- para edificar el hotel María Isabel, Pablo Marentes vivió los años en que su padre, Don Tomás Marentes gobernó Yucatán. Apenas concluyó el sexxenio del Presidente Miguel Alemán Valdés, don Tomás dejó el cargo. Ya era propietario de una casa en Polanco y un edificio de departamentos en la esquina de Río Elba y Paseo de la Reforma. En la planta baja funcionó "Flaminia. Salón de te".

Estudiante muy brillante Pablo Marentes se interesó en el periodismo. Adolescente entrevistó a John F. Kenneddy y a Richard Nixon. Sus interrogatorios -ocurridos en Washington- tuvieron amplia difusión en la entonces muy leída y apreciada revista "Siempre! " de Don José Pages Llergo. Pablo Marentes estudió Ciencias Políticas y durante varias décadas vivió el mundo de la comunicación. Dirigió el Canal Once de Televisión.

Ya lidiaba con Carlos Jonguitd Barrios. Hombre de San Luis Potosí. Estudioso. Ya maestro de escuela fue a la Facultad de Derecho de la UNAM. En turnos nocturnos cumplió los requisitos -calificaciones, créditos- que le otorgaron la calidad de Licenciado en Derecho. Su febril actividad atrajo la atención de muchos hombres de su generación y anteriores. Jonguitud era amigo de Miguel de Lamadrid Hurtado, de Porfirio Muñoz Ledo. Imaginativo, creó la Vanguardia Revolucionaria del Magisterio. La editorial. Y consiguió que el SNTE tuviera más de 20 Diputados. Ramón Martínez Martín, José Luis Andrade lograrían Senadurías. Y a su tiempo, -con la aprobación, apoyo y subordinación- le sucederían en el cargo.

"Carlos Jonguitud deja que los problemas crezcan para que uno tenga que pedirle que meta las manos. No te da el poder completo. Chihuahua, Chiapas, Michoacán son la muestra"- lamentaría una noche en Jacona, Miichoacán Ramón Martínez Martín. Profesor, político jalisciense.

Así las cosas ya a mediados de agosto de 1975 el PRI debatía en torno a la personalidad del futuro candidato a la Presidencia de la República. Y su programa. "Primero el programa" -pregonaba el Presidente del CEN del PRI, Don Jesús Reyes Heroles. "Primero el Hombre". replicaba otra corriente del poderos partido. El Instituto de Estudios Políticos y Sociales de esa formación realizó el inventario del país. Antes de que concluyera septiembre se realizaría la magna convención. Pasadas las "Fiestas Patrias" surgiría el sucesor de Luis Echeverría Álvarez.

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