/ sábado 11 de noviembre de 2023

De la pluma de Miguel Reyes Razo | La entrevista a Diaz Serrano (II)

Por Miguel Reyes Razo

El Ingeniero Jorge Díaz Serrano guió hacia una mesa ovalada, mueble grande. De superficie desnuda. Sólo una bella copa de finísimo cristal era su centro. Atraía el bello objeto. Lo elogié.

"Me lo obsequio el Canciller Gromyko. El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia. Hombre preparadísimo. Discípulo de Molotov. Recuerde que después de mi salida de Petróleos Mexicanos -y luego de un tiempo de descanso- el Presidente López Portillo me propuso ser embajador de México en Rusia. Entonces traté a Gromyko. Él me regaló este hermoso objeto -platicó de un tirón Jorge Díaz Serrano.

Disponía de tiempo para realizar la entrevista. Urgía crear el ambiente propicio. Ganar la confianza de un hombre al que únicamente había tratado -en forma muy breve- en su oficina de Marina Nacional. Encuentro que interrumpió mi súbito viaje a Yugoslavia ante el grave deterioro de la salud del Mariscal Tito. Josip Broz agonizaba en Belgrado. En Lubliana. No lo había vuelto a ver.

"¿Cómo fue aquel 6 de junio de 1981, Ingeniero? ¿Cömo le pidió el Presidente López Portillo su renuncia?

Río, sonrió. Se le iluminó el rostro a ese hombre en plena madurez y notable inteligencia.

"Me llamaron de Los Pinos. Un oficial del Estado Mayor Presidencial.

El Presidente me convocaba. Interrumpí -apalcé, más bien- mi estancia en Cuernavaca. Y llegué. Casi no hice antesala. Apenas supo que ya estaba yo en su antesala, nos encontramos. Fue muy directo:

"Lo siento mucho - me dijo con rostro apenado- mi querido Jorge, pero hemos tomado la determinación de que debes separarte de Petróleos Mexicanos..."

"¿Y, qué dijo usted? ¿Como reaccionó, Ingeniero?

"¡Cuidado, José ! -exclamé. ¡Cuidado! Tus amigos políticos no alcanzan a entender que un técnico como yo, vaya en punta hacia la Presidencia de la República! Cuidado. Te van a hundir, José. Y van a hundir a México...

"¿Qué le respondió El Presidente, Ingeniero? -insistí con gran emoción.

"Pues en verdad lo siento mucho, Jorge, pero es una decisión firme, cuidadosamente tomada - me replicó. Debes renunciar...

"¿ Cuál fue su actutud, Ingeniero? ¿Qué dijo usted?-persisití

"Señor Presidente -dije muy sereno- quiere decirme usted a quien debo entregar la Dirección General de Petróleos Mexicanos?"

"Nos despedimos. En la antesala estaba Julio Rodolfo Moctezuma Cid. Lo saludé -nos saludamos- cordial, educadamente.

"Tengo que ir a Cuernavca. Cumpliré compromisos y estaré en Petróleos a las diez de la noche. ¿De acuerdo?

6 de junio de 1981. Tambaleo de la economía nacional. Petróleo que resolvería en juicio del Presidente López Portillo "la histórica, trascendental miseria de los mexicanos". A Echeverría, los técnicos le ocultaron el potencial petrolero de la nación. México tuvo que importar petróleo crudo y gasolinas. López Portillo supo -a la mitad de su campaña de reservas probables y probadas y ricos yacimientos. En tierra y en mar. Modifico planes de gobierno. Encargó a Jorge Díaz Serrano elevar la plataforma de producción.

"Jorge lo logró en dos años. Fenomenal. Excedentes de la exportación petrolera para crear empleo, empleo, empleo para los mexicanos" -produjo en discursos el vigoroso Presidente.

"Energéticos y Alimentos" - prioridad de mi gobierno. El petróleo el gran pivote. Gracias a Lázaro Cárdenas a cuya sombra estamos tirios y troyanos. Petróleo que resuelve lo doméstico, Ahora productores del mundo. A la prosperidad.

"Veo -confesaróa López Portillo que existen diferencias abismales entre José Andrés de Oteyza y Jorge Díaz Serrano. Tendré que intervenir. Y veo que Heberto Castillo se opone a la política petrolera. Es su presa y no la suelta."

En su casa de Tezonco 180 en las Lomas de Chapultepec el Ingeniero Jorge Díaz Serrano mantiene fresco, vivo, ardiente el recuerdo del 6 de junio de 1981. Sigue:

"Pasó un tiempo y el Presidente me llamó.

"¿Qué tal si te vas a Rusia, mi Jorge: La Embajada de México te espera...

Así me propuso volver al servicio público. Interesante ofrecimiento. Una potencia. País enorme dueño de grandes yacimientos petroleros.

Era la nuestra una amistad antigua, firme. Me pudo, me dolió -como no- abandonar la Dirección General de Petróleos Mexicanos. Me preparé. Fui a Rusia.

"Allá me llegó el ofrecimiento del candidato Miguel de la Madrid. Ser candidato a Senador de la República. Representar a mi tierra, Sonora en la Cámara Alta.

"Atrayente invitación. Acepté. Vine a hacer mi propia campaña. Acompañé a De la Madrid. Nos conocíamos. Habíamos discutido por mis métodos para conducir la riqueza petrolera. Ahora el PRI nos cobijaba. Miguel de la Madrid alcanzó la Presidencia de la República y yo llegué al Senado...

"¿Y, ahora, Ingeniero...? ¿Qué? -plantée a Díaz Serrano.

"Ahora hay una Comisión Instructora del Poder Legislativo que quiere despojarme de mi "fuero" de Senador para enjuiciarme por supuestos delitos. Fraudes. Ahora estoy en las manos de esa Comisión Instructora...

"Sus integrantes Mariano Piña Olaya, José Carreño Carlón, Humberto Lugo Gil y otros más averiguan; investigan. Buscan. Me citan. Comparezco.

"Me recomendaron "no manchar al Poder Legislativo". Que no huya. Y aquí estoy. Casi prisionero en mi propia casa. Rodearon la residencia con infinidad de policías disfrazados de barrenderos, fotógrafos y vendedores ambulantes.

"No puedo dejar mi casa. Tengo que avisar una hora antes mi intención y destino. Salgo y mi automóvil es rodeado -encapsulado- . Le digo ReyesRazo ya estoy prisionero...

C. O. N. T. I. N. U. A. R. Á. C. O. N. T. I. N. U. A. R. Á




Por Miguel Reyes Razo

El Ingeniero Jorge Díaz Serrano guió hacia una mesa ovalada, mueble grande. De superficie desnuda. Sólo una bella copa de finísimo cristal era su centro. Atraía el bello objeto. Lo elogié.

"Me lo obsequio el Canciller Gromyko. El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia. Hombre preparadísimo. Discípulo de Molotov. Recuerde que después de mi salida de Petróleos Mexicanos -y luego de un tiempo de descanso- el Presidente López Portillo me propuso ser embajador de México en Rusia. Entonces traté a Gromyko. Él me regaló este hermoso objeto -platicó de un tirón Jorge Díaz Serrano.

Disponía de tiempo para realizar la entrevista. Urgía crear el ambiente propicio. Ganar la confianza de un hombre al que únicamente había tratado -en forma muy breve- en su oficina de Marina Nacional. Encuentro que interrumpió mi súbito viaje a Yugoslavia ante el grave deterioro de la salud del Mariscal Tito. Josip Broz agonizaba en Belgrado. En Lubliana. No lo había vuelto a ver.

"¿Cómo fue aquel 6 de junio de 1981, Ingeniero? ¿Cömo le pidió el Presidente López Portillo su renuncia?

Río, sonrió. Se le iluminó el rostro a ese hombre en plena madurez y notable inteligencia.

"Me llamaron de Los Pinos. Un oficial del Estado Mayor Presidencial.

El Presidente me convocaba. Interrumpí -apalcé, más bien- mi estancia en Cuernavaca. Y llegué. Casi no hice antesala. Apenas supo que ya estaba yo en su antesala, nos encontramos. Fue muy directo:

"Lo siento mucho - me dijo con rostro apenado- mi querido Jorge, pero hemos tomado la determinación de que debes separarte de Petróleos Mexicanos..."

"¿Y, qué dijo usted? ¿Como reaccionó, Ingeniero?

"¡Cuidado, José ! -exclamé. ¡Cuidado! Tus amigos políticos no alcanzan a entender que un técnico como yo, vaya en punta hacia la Presidencia de la República! Cuidado. Te van a hundir, José. Y van a hundir a México...

"¿Qué le respondió El Presidente, Ingeniero? -insistí con gran emoción.

"Pues en verdad lo siento mucho, Jorge, pero es una decisión firme, cuidadosamente tomada - me replicó. Debes renunciar...

"¿ Cuál fue su actutud, Ingeniero? ¿Qué dijo usted?-persisití

"Señor Presidente -dije muy sereno- quiere decirme usted a quien debo entregar la Dirección General de Petróleos Mexicanos?"

"Nos despedimos. En la antesala estaba Julio Rodolfo Moctezuma Cid. Lo saludé -nos saludamos- cordial, educadamente.

"Tengo que ir a Cuernavca. Cumpliré compromisos y estaré en Petróleos a las diez de la noche. ¿De acuerdo?

6 de junio de 1981. Tambaleo de la economía nacional. Petróleo que resolvería en juicio del Presidente López Portillo "la histórica, trascendental miseria de los mexicanos". A Echeverría, los técnicos le ocultaron el potencial petrolero de la nación. México tuvo que importar petróleo crudo y gasolinas. López Portillo supo -a la mitad de su campaña de reservas probables y probadas y ricos yacimientos. En tierra y en mar. Modifico planes de gobierno. Encargó a Jorge Díaz Serrano elevar la plataforma de producción.

"Jorge lo logró en dos años. Fenomenal. Excedentes de la exportación petrolera para crear empleo, empleo, empleo para los mexicanos" -produjo en discursos el vigoroso Presidente.

"Energéticos y Alimentos" - prioridad de mi gobierno. El petróleo el gran pivote. Gracias a Lázaro Cárdenas a cuya sombra estamos tirios y troyanos. Petróleo que resuelve lo doméstico, Ahora productores del mundo. A la prosperidad.

"Veo -confesaróa López Portillo que existen diferencias abismales entre José Andrés de Oteyza y Jorge Díaz Serrano. Tendré que intervenir. Y veo que Heberto Castillo se opone a la política petrolera. Es su presa y no la suelta."

En su casa de Tezonco 180 en las Lomas de Chapultepec el Ingeniero Jorge Díaz Serrano mantiene fresco, vivo, ardiente el recuerdo del 6 de junio de 1981. Sigue:

"Pasó un tiempo y el Presidente me llamó.

"¿Qué tal si te vas a Rusia, mi Jorge: La Embajada de México te espera...

Así me propuso volver al servicio público. Interesante ofrecimiento. Una potencia. País enorme dueño de grandes yacimientos petroleros.

Era la nuestra una amistad antigua, firme. Me pudo, me dolió -como no- abandonar la Dirección General de Petróleos Mexicanos. Me preparé. Fui a Rusia.

"Allá me llegó el ofrecimiento del candidato Miguel de la Madrid. Ser candidato a Senador de la República. Representar a mi tierra, Sonora en la Cámara Alta.

"Atrayente invitación. Acepté. Vine a hacer mi propia campaña. Acompañé a De la Madrid. Nos conocíamos. Habíamos discutido por mis métodos para conducir la riqueza petrolera. Ahora el PRI nos cobijaba. Miguel de la Madrid alcanzó la Presidencia de la República y yo llegué al Senado...

"¿Y, ahora, Ingeniero...? ¿Qué? -plantée a Díaz Serrano.

"Ahora hay una Comisión Instructora del Poder Legislativo que quiere despojarme de mi "fuero" de Senador para enjuiciarme por supuestos delitos. Fraudes. Ahora estoy en las manos de esa Comisión Instructora...

"Sus integrantes Mariano Piña Olaya, José Carreño Carlón, Humberto Lugo Gil y otros más averiguan; investigan. Buscan. Me citan. Comparezco.

"Me recomendaron "no manchar al Poder Legislativo". Que no huya. Y aquí estoy. Casi prisionero en mi propia casa. Rodearon la residencia con infinidad de policías disfrazados de barrenderos, fotógrafos y vendedores ambulantes.

"No puedo dejar mi casa. Tengo que avisar una hora antes mi intención y destino. Salgo y mi automóvil es rodeado -encapsulado- . Le digo ReyesRazo ya estoy prisionero...

C. O. N. T. I. N. U. A. R. Á. C. O. N. T. I. N. U. A. R. Á