/ viernes 7 de junio de 2019

De taxis, apps, bicis, tianguis, Imecas...

La movilidad en la Ciudad de México es un deporte de alto riesgo. Te puede pasar cualquier cosa: si caminas, pocos respetan semáforos y pasos peatonales. Si vas en bici, muchos de los automovilistas te avientan la lámina. Si vas en pesero, lo atracan o choca. Y así podría señalar los problemas para cada transporte.

Todos los mencionados, y los que faltaron, pueden tener complicaciones si algún tramo de la ciudad se inundó o si la autoridad privilegió los derechos políticos y de manifestación por encima de los de movilidad. El chiste es que la CDMX es un caos: una auténtica selva de pavimento donde todos luchamos por llegar a donde tenemos que llegar a la hora que tenemos que llegar.

Dicho esto, como columnista y ocupante de la CDMX, hago las siguientes sugerencias al Gobierno capitalino sobre manejo territorial y de movilidad:

1. La ciudad es de todos. Entiendo que a la jefa de Gobierno no le gusta el uso del espacio urbano para hacer una carrera de Fórmula 1 (F1), pero el ciudadano sí tiene que despojarse del uso del espacio urbano (banquetas y vialidades ciclistas y de automotores) para manifestaciones políticas y comercio informal en la vía pública.

Si bien parece que el uso que se le da al espacio público con la F1 es solo para conveniencia de los ricos, la jefa de Gobierno se sorprendería de la riqueza de la mayoría de los líderes de tianguistas, taxistas y movimientos políticos movilizados. ¿Por qué no hay reglas para estas cosas?

2. Si no castigas, habrá más conductas no deseadas. Lo que enfurece a este columnista, en las raras ocasiones que maneja, es ir a 80 km/h en el periférico, que me rebase un vehículo emplacado en Morelos a 120 km/h, y que nadie los castigue o detenga. Lo que parece molestarle a la Ciudad es que no paguen su verificación.

¿Qué tal un padrón de placas, foráneas y locales integrado por los registros de las cámaras de seguridad? Cada ciudadano tendría que verificar la lista cada tanto, y si ahí aparece, lo paran y lo meten al corralón. La autoridad revisa si su domicilio en Cuautla de verdad es del infractor, le cobran las multas y le ponen unas nuevas.

Al dueño del coche infractor frecuente, se le quita el derecho a manejar, o a tener un nuevo coche, a menos que haga servicio comunitario, pague multas o una combinación de ambas. El ciclista que se sube a la banqueta sin bajarse de la bici, o que pedalea en sentido contrario, debería recibir una multa. Castiguen a todos.

3. Libertad de trabajo. Liberalicen los taxis y todo tipo de aplicaciones de autos de pasajeros. No más revistas, regímenes especiales y revisiones. Un Gobierno permisionario más que un Gobierno concesionario, que dé permisos en línea para cualquier ciudadano con un coche y una licencia para transportar pasajeros y carga ligera como le dé la gana.

4. Está chido el trámite electrónico, pero mejor eliminar trámites. El otro día leí un tuit que decía que el trámite de renovación de tarjeta de circulación es muy fácil. Varios lo interpelamos y no respondió: ¿por qué solamente las de chip? ¿Si las que no tienen chip no sirven para nada, para qué las expiden? ¿Por qué debemos tener una tarjeta de circulación?

4. Sistemas de pago unificados. Si los taxis pueden recibir efectivo, los vehículos de aplicación deberían poder hacer lo mismo. Si quieren prohibirlo para unos, es ilegal (la Ley Monetaria vigente lo impide). En cambio, la manera de hacerlo sería crear un sistema de pagos con tarjeta en toda la ciudad, que cobre lo que hay que cobrar y entregue los impuestos de manera inmediata.

Director general del IMCO

@MJMolano

La movilidad en la Ciudad de México es un deporte de alto riesgo. Te puede pasar cualquier cosa: si caminas, pocos respetan semáforos y pasos peatonales. Si vas en bici, muchos de los automovilistas te avientan la lámina. Si vas en pesero, lo atracan o choca. Y así podría señalar los problemas para cada transporte.

Todos los mencionados, y los que faltaron, pueden tener complicaciones si algún tramo de la ciudad se inundó o si la autoridad privilegió los derechos políticos y de manifestación por encima de los de movilidad. El chiste es que la CDMX es un caos: una auténtica selva de pavimento donde todos luchamos por llegar a donde tenemos que llegar a la hora que tenemos que llegar.

Dicho esto, como columnista y ocupante de la CDMX, hago las siguientes sugerencias al Gobierno capitalino sobre manejo territorial y de movilidad:

1. La ciudad es de todos. Entiendo que a la jefa de Gobierno no le gusta el uso del espacio urbano para hacer una carrera de Fórmula 1 (F1), pero el ciudadano sí tiene que despojarse del uso del espacio urbano (banquetas y vialidades ciclistas y de automotores) para manifestaciones políticas y comercio informal en la vía pública.

Si bien parece que el uso que se le da al espacio público con la F1 es solo para conveniencia de los ricos, la jefa de Gobierno se sorprendería de la riqueza de la mayoría de los líderes de tianguistas, taxistas y movimientos políticos movilizados. ¿Por qué no hay reglas para estas cosas?

2. Si no castigas, habrá más conductas no deseadas. Lo que enfurece a este columnista, en las raras ocasiones que maneja, es ir a 80 km/h en el periférico, que me rebase un vehículo emplacado en Morelos a 120 km/h, y que nadie los castigue o detenga. Lo que parece molestarle a la Ciudad es que no paguen su verificación.

¿Qué tal un padrón de placas, foráneas y locales integrado por los registros de las cámaras de seguridad? Cada ciudadano tendría que verificar la lista cada tanto, y si ahí aparece, lo paran y lo meten al corralón. La autoridad revisa si su domicilio en Cuautla de verdad es del infractor, le cobran las multas y le ponen unas nuevas.

Al dueño del coche infractor frecuente, se le quita el derecho a manejar, o a tener un nuevo coche, a menos que haga servicio comunitario, pague multas o una combinación de ambas. El ciclista que se sube a la banqueta sin bajarse de la bici, o que pedalea en sentido contrario, debería recibir una multa. Castiguen a todos.

3. Libertad de trabajo. Liberalicen los taxis y todo tipo de aplicaciones de autos de pasajeros. No más revistas, regímenes especiales y revisiones. Un Gobierno permisionario más que un Gobierno concesionario, que dé permisos en línea para cualquier ciudadano con un coche y una licencia para transportar pasajeros y carga ligera como le dé la gana.

4. Está chido el trámite electrónico, pero mejor eliminar trámites. El otro día leí un tuit que decía que el trámite de renovación de tarjeta de circulación es muy fácil. Varios lo interpelamos y no respondió: ¿por qué solamente las de chip? ¿Si las que no tienen chip no sirven para nada, para qué las expiden? ¿Por qué debemos tener una tarjeta de circulación?

4. Sistemas de pago unificados. Si los taxis pueden recibir efectivo, los vehículos de aplicación deberían poder hacer lo mismo. Si quieren prohibirlo para unos, es ilegal (la Ley Monetaria vigente lo impide). En cambio, la manera de hacerlo sería crear un sistema de pagos con tarjeta en toda la ciudad, que cobre lo que hay que cobrar y entregue los impuestos de manera inmediata.

Director general del IMCO

@MJMolano