/ lunes 20 de diciembre de 2021

Del presupuesto de egresos 2022

Por Ley se tenía como fecha límite el 15 de diciembre al interior del Congreso de la Ciudad de México para estudiar y aprobar el presupuesto de egresos de la capital el próximo año.

Si bien, existen muchos temas que vale la pena analizar, hoy quiero retomar el papel de las Alcaldías, pues en las últimas semanas antes de la discusión del presupuesto recibimos en el Congreso a los Alcaldes y Alcaldesas para saber las necesidades presupuestales de cada una de sus demarcaciones y estar en posibilidad de asignar los recursos públicos de una forma equitativa y en beneficio de sus habitantes; o al menos eso intentamos, pues escuchamos en diversas ocasiones que el presupuesto no iba poder modificarse por instrucción directa del Palacio del Ayuntamiento.

Es importante destacar que, cuando hablamos de dinero público, las Alcaldías cuentan con una nula autonomía presupuestal, pues se encuentran en imposibilidad de generar ingresos significativos propios por medio de contribuciones, lo que implica que el gasto público que ejercen para cumplir sus objetivos proviene de recursos federales o estatales.

No obstante, a pesar de esto hay demarcaciones que en términos numéricos representan un porcentaje importante de los ingresos de la ciudad y esto no se ve reflejado en los recursos asignados cada año en el presupuesto, por ejemplo, Miguel Hidalgo aporta uno de cada cinco pesos del Impuesto Predial de la Ciudad, lo que equivale a más de 3,600 millones de pesos, solamente se le asignan en promedio 300 millones de recurso local cada año, complementando con diversas participaciones federales.

Justo antes de la reforma política que convirtió al Distrito federal en la Ciudad de México, cuando las alcaldías aún eran delegaciones, en 2017 cuando el gasto público ejercido por las entonces delegaciones alcanzó su máximo histórico con poco más de 47 mil millones de pesos, posteriormente año con año las asignaciones fueron disminuyendo hasta llegar a un monto de 43.7 mil millones de pesos en 2020.

En el proyecto de presupuesto de egresos que el gobierno central mandó este año al Congreso de la Ciudad de México, se propone asignar para el gasto de las alcaldías un total de 43.01 mil millones de pesos, es decir, por debajo del máximo histórico.

Lo anterior nos lleva a una pregunta obligada ¿la Jefa de Gobierno está observando sus propios datos? ¿O por qué la asignación del presupuesto para las alcaldías sigue disminuyendo? Ahora bien, es importante tener en cuenta que la distribución de los recursos entre las Alcaldías es variable y atiende a criterios específicos, para lo cual es necesario observar con cuidado aspectos demográficos como nivel de escolaridad, cantidad de población económicamente activa, los niveles de pobreza, la brecha de género, entre otros.

Lo malo es que en este Congreso pareciera ser que estos criterios pasan a segundo plano y lo importante es aprobar la propuesta de la Jefa de Gobierno sin moverle ni una coma, pues sus instrucciones pesan más que los intereses y el bienestar de la ciudadanía.

Es cierto que las Alcaldías son el orden de gobierno más cercano a la gente, pero también es verdad que en este Órgano Legislativo reside su representación legítima, las Diputadas y Diputados fuimos electos para ser su voz y defender sus intereses.

Tomar con seriedad el servicio público y la confianza depositada en los representantes que tenemos un lugar en el Congreso Local, implica cuestionar el estado de las cosas para poder consolidar una asignación eficiente del gasto que implique formular, implementar y evaluar los resultados de este complejo proceso, y no solamente obedecer los designios de quien despacha desde el Edificio de Gobierno.

Por Ley se tenía como fecha límite el 15 de diciembre al interior del Congreso de la Ciudad de México para estudiar y aprobar el presupuesto de egresos de la capital el próximo año.

Si bien, existen muchos temas que vale la pena analizar, hoy quiero retomar el papel de las Alcaldías, pues en las últimas semanas antes de la discusión del presupuesto recibimos en el Congreso a los Alcaldes y Alcaldesas para saber las necesidades presupuestales de cada una de sus demarcaciones y estar en posibilidad de asignar los recursos públicos de una forma equitativa y en beneficio de sus habitantes; o al menos eso intentamos, pues escuchamos en diversas ocasiones que el presupuesto no iba poder modificarse por instrucción directa del Palacio del Ayuntamiento.

Es importante destacar que, cuando hablamos de dinero público, las Alcaldías cuentan con una nula autonomía presupuestal, pues se encuentran en imposibilidad de generar ingresos significativos propios por medio de contribuciones, lo que implica que el gasto público que ejercen para cumplir sus objetivos proviene de recursos federales o estatales.

No obstante, a pesar de esto hay demarcaciones que en términos numéricos representan un porcentaje importante de los ingresos de la ciudad y esto no se ve reflejado en los recursos asignados cada año en el presupuesto, por ejemplo, Miguel Hidalgo aporta uno de cada cinco pesos del Impuesto Predial de la Ciudad, lo que equivale a más de 3,600 millones de pesos, solamente se le asignan en promedio 300 millones de recurso local cada año, complementando con diversas participaciones federales.

Justo antes de la reforma política que convirtió al Distrito federal en la Ciudad de México, cuando las alcaldías aún eran delegaciones, en 2017 cuando el gasto público ejercido por las entonces delegaciones alcanzó su máximo histórico con poco más de 47 mil millones de pesos, posteriormente año con año las asignaciones fueron disminuyendo hasta llegar a un monto de 43.7 mil millones de pesos en 2020.

En el proyecto de presupuesto de egresos que el gobierno central mandó este año al Congreso de la Ciudad de México, se propone asignar para el gasto de las alcaldías un total de 43.01 mil millones de pesos, es decir, por debajo del máximo histórico.

Lo anterior nos lleva a una pregunta obligada ¿la Jefa de Gobierno está observando sus propios datos? ¿O por qué la asignación del presupuesto para las alcaldías sigue disminuyendo? Ahora bien, es importante tener en cuenta que la distribución de los recursos entre las Alcaldías es variable y atiende a criterios específicos, para lo cual es necesario observar con cuidado aspectos demográficos como nivel de escolaridad, cantidad de población económicamente activa, los niveles de pobreza, la brecha de género, entre otros.

Lo malo es que en este Congreso pareciera ser que estos criterios pasan a segundo plano y lo importante es aprobar la propuesta de la Jefa de Gobierno sin moverle ni una coma, pues sus instrucciones pesan más que los intereses y el bienestar de la ciudadanía.

Es cierto que las Alcaldías son el orden de gobierno más cercano a la gente, pero también es verdad que en este Órgano Legislativo reside su representación legítima, las Diputadas y Diputados fuimos electos para ser su voz y defender sus intereses.

Tomar con seriedad el servicio público y la confianza depositada en los representantes que tenemos un lugar en el Congreso Local, implica cuestionar el estado de las cosas para poder consolidar una asignación eficiente del gasto que implique formular, implementar y evaluar los resultados de este complejo proceso, y no solamente obedecer los designios de quien despacha desde el Edificio de Gobierno.