/ lunes 22 de julio de 2019

Deportaciones vienen y nadie las detiene

Se termina el plazo de 45 días del primer acuerdo de López Obrador con Trump; le dará una palmadita en el hombro al mexicano por haber cumplido con su papel de border patrol en la frontera sur, decenas de miles de centroamericanos han sido repatriados a sus países, un tercio de ellos, son menores de edad no acompañados, huyendo de la violencia de su país de origen.

Esta Guardia Nacional está dando buena impresión al vecino del norte. Qué lástima; la GN debería distinguirse por ejemplo, por la detención de quienes introducen armas ilegales desde EU a nuestro país y que arman hasta los dientes, también, a la delincuencia común.

Y hay otros temas que nos preocupan, por ejemplo las amenazas contra casi 4 millones de connacionales en situación ilegal que han formado familias en EU y han contribuido al desarrollo de ese país. Hace unos días en una nota de El Sol de México se informaba sobre el incremento de las deportaciones de mexicanos como consecuencia de la orden de Trump. La misma nota da cuenta que, en lo que va de julio, sólo por la entrada de Matamoros deportan alrededor de 100 mexicanos diariamente. Diversos centros del migrantes informan que se ha incrementado las deportaciones de connacionales. Desde Tijuana la situación empeora; por desgracia así es en toda la frontera. Anticipan crisis provocadas por el alza de las expulsiones y la ausencia de apoyos del gobierno federal.

La amenaza del presidente norteamericano va en serio; está en campaña por su reelección y su electorado eso quiere: un Presidente que esté del lado del libre comercio de armas, y de los blancos xenófobos.

Y a todo esto ¿qué está haciendo el gobierno de México? ..además de financiar la siembra de árboles a El Salvador, y que el Presidente López Obrador tenga en el Presidente salvadoreño Niyab Bukele a un fan de hueso colorado.

Trump dispuso ya una norma legal que aplicará a quienes pidan asilo habiendo entrado por otro país, esto significa que quienes entraron por México hacia la frontera norte, tendrían que quedarse aquí, convirtiendo a México, en el tercer país seguro, ante la observancia impávida de un Senado que ha olvidado su responsabilidad constitucional de ser rector de la política exterior.

Y ante el penoso papel del Poder Legislativo dominado por MORENA, es una brisa de agua fresca constatar la actitud congruente y réplica conocedora de la política internacional del Diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien preocupado cuestiona cómo fue que este gobierno emprendió negociaciones tan deplorables para México. Y no sólo por lo que se acordó, sino porque ya encarrilado Trump, después de habernos tomado la medida, seguirá sometiendo al Gobierno mexicano asustándolo con aranceles.

Las y los connacionales deportados se encontrarán con una realidad mexicana peor que la que dejaron. Además de las crisis familiares derivadas de la separación de sus seres queridos, aquí enfrentarán un país que no tiene como prioridad fomentar el empleo en el marco del desarrollo sostenible, sólo encontrarán programas asistencialistas donde el Gobierno regala dinero en efectivo a grupos sociales pobres con la pretensión de que quienes integrarán ese padrón de beneficiados, lo sea también de votantes para el 21. En esto, no es diferente López Obrador a Donald Trump: ambos trabajan, desde su encargo, para sus respectivas campañas electorales.


Activista en favor de los derechos humanos

Se termina el plazo de 45 días del primer acuerdo de López Obrador con Trump; le dará una palmadita en el hombro al mexicano por haber cumplido con su papel de border patrol en la frontera sur, decenas de miles de centroamericanos han sido repatriados a sus países, un tercio de ellos, son menores de edad no acompañados, huyendo de la violencia de su país de origen.

Esta Guardia Nacional está dando buena impresión al vecino del norte. Qué lástima; la GN debería distinguirse por ejemplo, por la detención de quienes introducen armas ilegales desde EU a nuestro país y que arman hasta los dientes, también, a la delincuencia común.

Y hay otros temas que nos preocupan, por ejemplo las amenazas contra casi 4 millones de connacionales en situación ilegal que han formado familias en EU y han contribuido al desarrollo de ese país. Hace unos días en una nota de El Sol de México se informaba sobre el incremento de las deportaciones de mexicanos como consecuencia de la orden de Trump. La misma nota da cuenta que, en lo que va de julio, sólo por la entrada de Matamoros deportan alrededor de 100 mexicanos diariamente. Diversos centros del migrantes informan que se ha incrementado las deportaciones de connacionales. Desde Tijuana la situación empeora; por desgracia así es en toda la frontera. Anticipan crisis provocadas por el alza de las expulsiones y la ausencia de apoyos del gobierno federal.

La amenaza del presidente norteamericano va en serio; está en campaña por su reelección y su electorado eso quiere: un Presidente que esté del lado del libre comercio de armas, y de los blancos xenófobos.

Y a todo esto ¿qué está haciendo el gobierno de México? ..además de financiar la siembra de árboles a El Salvador, y que el Presidente López Obrador tenga en el Presidente salvadoreño Niyab Bukele a un fan de hueso colorado.

Trump dispuso ya una norma legal que aplicará a quienes pidan asilo habiendo entrado por otro país, esto significa que quienes entraron por México hacia la frontera norte, tendrían que quedarse aquí, convirtiendo a México, en el tercer país seguro, ante la observancia impávida de un Senado que ha olvidado su responsabilidad constitucional de ser rector de la política exterior.

Y ante el penoso papel del Poder Legislativo dominado por MORENA, es una brisa de agua fresca constatar la actitud congruente y réplica conocedora de la política internacional del Diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien preocupado cuestiona cómo fue que este gobierno emprendió negociaciones tan deplorables para México. Y no sólo por lo que se acordó, sino porque ya encarrilado Trump, después de habernos tomado la medida, seguirá sometiendo al Gobierno mexicano asustándolo con aranceles.

Las y los connacionales deportados se encontrarán con una realidad mexicana peor que la que dejaron. Además de las crisis familiares derivadas de la separación de sus seres queridos, aquí enfrentarán un país que no tiene como prioridad fomentar el empleo en el marco del desarrollo sostenible, sólo encontrarán programas asistencialistas donde el Gobierno regala dinero en efectivo a grupos sociales pobres con la pretensión de que quienes integrarán ese padrón de beneficiados, lo sea también de votantes para el 21. En esto, no es diferente López Obrador a Donald Trump: ambos trabajan, desde su encargo, para sus respectivas campañas electorales.


Activista en favor de los derechos humanos