/ viernes 24 de noviembre de 2017

Derecha y seudoizquierda contra Cataluña

Por boca del secretario de Relaciones Exteriores, el gobierno mexicano declaró tajantemente y del modo más categórico posible que éste no reconocería de ningún modo y bajo ninguna circunstancia la independencia de Cataluña, en claro abandono de los principios de no intervención y de libre autodeterminación de los pueblos, pilares durante décadas de la política exterior mexicana

No hay, sin embargo, nada de qué sorprenderse. Hace al menos cuarenta años que el gobierno mexicano, de origen revolucionario y de corte antiimperialista, empezó a tornarse en su contrario: un régimen derechista, contrarrevolucionario y sometido voluntariamente al imperialismo. ¿Qué tiene, en consecuencia, de extraño que el gobierno mexicano apoye con determinación al gobierno ultraderechista de Mariano Rajoy en el asunto catalán?

¿Y qué tiene igulmente de extraño que el gobierno de Mauricio Macri y el de Juan Manuel Santos, connotados derechistas, proimperialistas y neoliberales, respalden igualmente y sin tapujos a los herederos del franquismo Mariano Rajoy y Felipe de Borbón?

Claramente tampoco hay de qué sorprenderse en el caso del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Hace décadas que esa organización abjuró de sus carácter marxista, es decir, de izquierda, para pasar a formar parte, primero en la oposición y luego en el gobierno, del régimen postfranquista, monárquico y colonialista prevaleciente en España. ¿Ya se olvidó el centralísimo papel que jugaron el Partido Popular y el PSOE en la aventura colonialista y genocida de la guerra de Irak, que comenzó con la tristemente célebre Cumbre de las Azores de George W. Bush, el ultraderechista José María Aznar y el “socialista” Tony Blair de cuyo partido Laborista es triste calca el desvencijado PSOE?

También se han uncido al carro de Rajoy otros partidos españoles y españolistas. Como Ciudadanos, de evidente carácter derechista, y Podemos, pleno de vacilaciones a la hora de defender a la parte catalana en el conflicto con Madrid. En este asunto Podemos también parece una calca del Partido Laborista británico y su clásica tercera vía: política de derecha con divisa de izquierda. Confusionismo deliberado para atraer incautos y despistados: luz direccional a la izquierda y vuelta a la derecha.

Felipe de Borbón, por su lado, no solo es congruente con su filiación derechista y franquista al pretender la continuación del dominio de Madrid sobre Cataluña y las demás naciones sometidas al colonialismo español. El monarca se juega mucho más que su ideología. Para él es un asunto de billetes, de riqueza desmedida, de negocios sucios y no tan sucios en los que participa la monarquía. En España y en otras regiones: América Latina y África, por ejemplo.

La Unión Europea (UE) igualmente ha tomado partido por la política de amenazas, palos, persecución, cárcel y guerra sucia contra Cataluña. Ese perfecto modelo de neoliberalismo, derechismo y colonialismo entiende que la lucha independentista de Cataluña puede implicar el deseo en los miembros pobres de la UE de separarse de ese instrumento de dominio colonial que, con promesas de prosperidad, democracia y paz, los ha empobrecido al extremo, los somete a una dictadura supranacional y los ha conducido a guerras sin fin.

¿Ayuda a entender la justeza del independentismo catalán conocer la filiación política e ideológica de sus feroces enemigos? ¿Quién que se sienta medianamente democrático, de izquierda, antiimperialista o al menos no un derechista puede estar al lado de Felipe de Borbón y de Mariano Rajoy?

www.economiaypoliticahoy.wordpress.com

mentorferrer@gmail.com

Por boca del secretario de Relaciones Exteriores, el gobierno mexicano declaró tajantemente y del modo más categórico posible que éste no reconocería de ningún modo y bajo ninguna circunstancia la independencia de Cataluña, en claro abandono de los principios de no intervención y de libre autodeterminación de los pueblos, pilares durante décadas de la política exterior mexicana

No hay, sin embargo, nada de qué sorprenderse. Hace al menos cuarenta años que el gobierno mexicano, de origen revolucionario y de corte antiimperialista, empezó a tornarse en su contrario: un régimen derechista, contrarrevolucionario y sometido voluntariamente al imperialismo. ¿Qué tiene, en consecuencia, de extraño que el gobierno mexicano apoye con determinación al gobierno ultraderechista de Mariano Rajoy en el asunto catalán?

¿Y qué tiene igulmente de extraño que el gobierno de Mauricio Macri y el de Juan Manuel Santos, connotados derechistas, proimperialistas y neoliberales, respalden igualmente y sin tapujos a los herederos del franquismo Mariano Rajoy y Felipe de Borbón?

Claramente tampoco hay de qué sorprenderse en el caso del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Hace décadas que esa organización abjuró de sus carácter marxista, es decir, de izquierda, para pasar a formar parte, primero en la oposición y luego en el gobierno, del régimen postfranquista, monárquico y colonialista prevaleciente en España. ¿Ya se olvidó el centralísimo papel que jugaron el Partido Popular y el PSOE en la aventura colonialista y genocida de la guerra de Irak, que comenzó con la tristemente célebre Cumbre de las Azores de George W. Bush, el ultraderechista José María Aznar y el “socialista” Tony Blair de cuyo partido Laborista es triste calca el desvencijado PSOE?

También se han uncido al carro de Rajoy otros partidos españoles y españolistas. Como Ciudadanos, de evidente carácter derechista, y Podemos, pleno de vacilaciones a la hora de defender a la parte catalana en el conflicto con Madrid. En este asunto Podemos también parece una calca del Partido Laborista británico y su clásica tercera vía: política de derecha con divisa de izquierda. Confusionismo deliberado para atraer incautos y despistados: luz direccional a la izquierda y vuelta a la derecha.

Felipe de Borbón, por su lado, no solo es congruente con su filiación derechista y franquista al pretender la continuación del dominio de Madrid sobre Cataluña y las demás naciones sometidas al colonialismo español. El monarca se juega mucho más que su ideología. Para él es un asunto de billetes, de riqueza desmedida, de negocios sucios y no tan sucios en los que participa la monarquía. En España y en otras regiones: América Latina y África, por ejemplo.

La Unión Europea (UE) igualmente ha tomado partido por la política de amenazas, palos, persecución, cárcel y guerra sucia contra Cataluña. Ese perfecto modelo de neoliberalismo, derechismo y colonialismo entiende que la lucha independentista de Cataluña puede implicar el deseo en los miembros pobres de la UE de separarse de ese instrumento de dominio colonial que, con promesas de prosperidad, democracia y paz, los ha empobrecido al extremo, los somete a una dictadura supranacional y los ha conducido a guerras sin fin.

¿Ayuda a entender la justeza del independentismo catalán conocer la filiación política e ideológica de sus feroces enemigos? ¿Quién que se sienta medianamente democrático, de izquierda, antiimperialista o al menos no un derechista puede estar al lado de Felipe de Borbón y de Mariano Rajoy?

www.economiaypoliticahoy.wordpress.com

mentorferrer@gmail.com