Si bien es cierto que los términos objeto del título del presente no significan lo mismo, ambas –y sobre todo la última- resultan clave en un proceso de reestructuración administrativa como el propuesto por el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Hablando de descentralización, se trata de una figura propia del modelo unitario de estado por lo es fundamentalmente administrativa -puede ser o no territorial-, pero su carácter instrumental la convierte en un importante medio para el desarrollo.
Pues bien, conforme lo ha manifestado López Obrador desde antes y durante su campaña, una de las ideas respecto a la desigualdad en que México se encuentra radica en que todo se concentra en una misma zona; lo cierto es que la teoría en contra de la centralización del poder se plantea desde hace muchos años y AMLO la ha tomado, al parecer, en serio.
Hoy, después del proceso electoral, la idea va tomando forma en afán de que el territorio nacional tenga posibilidades de crecer, dado que no es justo ni recomendable que la inversión pública y/ó privada se concentren sólo en algunas regiones del país…
En días pasados, reunido con empresarios de la Concamin, planteó sus primeras propuestas: La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales se iría a Mérida, Yucatán y la Secretaría de Turismo a Chetumal, Quintana Roo.
Evidentemente trasladar las dependencias gubernamentales a diversos Estados del territorio nacional tendría ventajas comenzando por la distribución del presupuesto lo que redundaría en oportunidades de trabajo a lo largo de toda la República, además de evitar la migración a esta CDMX cada vez más apretada, emproblemada, caótica e insegura: de esta manera, dejará de concentrarse todo en la Ciudad de México, y al propiciar la operación del Estado por todo el país la inversión y riqueza habrá de diversificarse; no obstante, habrá que considerar también los inconvenientes y dificultades que el traslado de cada Dependencia implica, pero el plan es ambicioso…
En caso de echarse a andar el traslado, la propuesta de López Obrador plantea: Desarrollo Social va a Oaxaca; Educación iría a Puebla; Cultura a Tlaxcala; Salud se movería a Chilpancingo, Guerrero; Ganadería en Guadalajara, Jalisco; Función Pública quedaría en Querétaro; Trabajo, iría a León, Guanajuato; Comunicaciones y Transportes emigraría a San Luis Potosí; Economía, a Monterrey, Nuevo León; Pemex residiría en Ciudad del Carmen, Campeche en tanto que Energía en Villahermosa, Tabasco; CFE emigraría a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Conagua se ubicaría en Veracruz; Caminos y Puentes en Cuernavaca, Morelos; el Infonavit, se iría a Toluca, Estado de México; el IMSS, a Morelia, Michoacán en tanto que el ISSSTE iría a Colima; el Inegi en Aguascalientes; Nacional Financiera a Torreón, Coahuila; Minería se ubicaría en Chihuahua; Aduanas iría a Nuevo Laredo, Tamaulipas; Fonatur, a Bahía de Banderas, Nayarit; Pesca residiría en Mazatlán, Sinaloa; Agricultura, en Ciudad Obregón, Sonora; Conacyt, en La Paz, Baja California Sur; SAT, en Mexicali, Baja California.
Con lo anterior, se contempla que la estructura actual sobre la administración del Estado daría un vuelco absoluto hacia todo el territorio mexicano, a lo que se añade el hecho de que AMLO no vivirá en Los Pinos, mismos que pasaría a formar parte del patrimonio nacional como un parque público, además de que el Presidente continuará viajando por toda la República, es decir que su residencia será más bien itinerante, aunque contempla rentar un modesto departamento cercano al Palacio Nalcional.
La idea es grande, el proyecto suena bien pero, ¿se podrá??? No solo inquieta el enorme costo del proyecto: además, se pretende otorgar facilidades de crédito para la vivienda, permuta de plazas para quienes se interesen en migrar a otro Estado y/ó jubilaciones anticipadas.
Veremos cómo van sucediendo las cosas y lo que representará la implementación del ambicioso plan que al igual a otras propuestas como el incremento del apoyo a los adultos mayores y la innovación de becas y pensiones a jóvenes sin experiencia laboral aunado al incremento al salario mínimo...
Y no es por ser incrédula ni pretender aguar la fiesta: las promesas son muchas y una más de ellas radica en la austeridad gubernamental. Ya iremos viendo…
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