/ viernes 21 de junio de 2019

¿Desde cuantas miradas es posible observar al desierto?

Por Natalia Martínez-Tagüeña (CIIDZA)*

Nuestros esfuerzos de investigación surgen del entendimiento de que sólo por medio de la co-producción de conocimiento entre muchas personas diversas podremos lograr incidir en los objetivos de desarrollo sostenible (ODSs) planteados por las Naciones Unidas. Siguiendo esa perspectiva, las zonas áridas son sistemas socio-ecológicos complejos en donde los aspectos ambientales, culturales, sociales, económicos, políticos e ideológicos se entrelazan y varían a través del tiempo y en cada contexto.

En 2017, desarrollamos la red temática Conacyt llamada RISZA (Red Internacional para la Sostenibilidad de las Zonas Áridas), liderada por la doctora Elisabeth Huber-Sannwald, cuyo esfuerzo se vincula directamente con la Plataforma de Agadir (www.risza.com.mx). Los miembros del comité técnico académico de RISZA sometimos un proyecto en grupo a la Convocatoria Atención a Atención a Problemas Nacionales 2018 con el título “Observatorio participativo para la protección de la diversidad cultural y biótica de las zonas áridas. Etapa I: Estado de arte del proceso de desertificación y diagnóstico sobre sostenibilidad de sistemas socio-ecológicos de México”.

Foto: Especial


El objetivo general del proyecto es establecer una plataforma de observatorios participativos que posibilite la co-producción de conocimiento en diversos sistemas socio-ecológicos (SSE) característicos y representativos de las zonas áridas de México. Se busca lograr la capacidad de poner en práctica este conocimiento, a través de investigación participativa, considerando la colaboración intersectorial, el aprendizaje social, la educación ambiental, la gobernanza y el avance académico para lograr la protección integral de la diversidad biológica y cultural como base al desarrollo sostenible.

Los observatorios participativos son herramientas para examinar un fenómeno bajo estudio o un determinado tema y constituir un espacio de recopilación e intercambio de información sobre temáticas diversas, con el fin de proveer los criterios necesarios para la generación/toma de decisiones por parte de los usuarios. Además, los observatorios participativos han sido exitosos para tejer distintos sistemas de conocimiento de actores provenientes de diversos sectores, como las comunidades locales, asociaciones civiles, el sector gubernamental y el privado.

Por el momento, se está trabajando en seis observatorios participativos en donde se busca la incorporación de la mayoría de los actores que los conforman. Por medio de talleres y entrevistas se están definiendo los objetivos y los temas por monitorear y evaluar en cada uno de ellos. Por ahora, en dos de ellos se cuenta con el interés de encontrar soluciones innovadoras para el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de zonas áridas en donde varios miembros del Consorcio de Investigación, Innovación y Desarrollo para las Zonas Áridas estamos colaborando para identificar de manera transdisciplinaria las plantas útiles con potencial de ser estudiadas para lograr su futura comercialización. El consorcio cuenta con un primer catálogo de plantas útiles de manera general y ahora se utilizará esa herramienta para integrarse de manera específica a los contextos de dichos observatorios.

Foto: Especial

Tanto RISZA como CIIDZA son importantes y necesarios, dada la urgencia por identificar, monitorear y evaluar la productividad y la pérdida de la diversidad biológica y cultural, además del cambio climático, las amenazas a territorios por mega-desarrollos, la inseguridad alimenticia, así como la pobreza, la migración y la desintegración social como indicadores clave de la degradación de tierra en las zonas áridas de México, para así poder orientar políticas públicas que los atiendan y lograr incidir en proyectos de desarrollo sostenible para el bienestar socioambiental de sus pobladores.

RISZA mantiene una invitación abierta a todas las personas amantes de los desiertos, sin importar su vocación, a que se unan a nuestra red y ¡juntos podamos incidir en un futuro mejor que mantenga un balance entre la conservación y el desarrollo sostenible de estas regiones!


Autora

Natalia Martínez-Tagüeña es candidata al Sistema Nacional de Investigadores SIN, Catedra Conacyt de Investigación, Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), Consorcio de Investigación, Innovación y Desarrollo para las Zonas Áridas (CIIDZA).

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Por Natalia Martínez-Tagüeña (CIIDZA)*

Nuestros esfuerzos de investigación surgen del entendimiento de que sólo por medio de la co-producción de conocimiento entre muchas personas diversas podremos lograr incidir en los objetivos de desarrollo sostenible (ODSs) planteados por las Naciones Unidas. Siguiendo esa perspectiva, las zonas áridas son sistemas socio-ecológicos complejos en donde los aspectos ambientales, culturales, sociales, económicos, políticos e ideológicos se entrelazan y varían a través del tiempo y en cada contexto.

En 2017, desarrollamos la red temática Conacyt llamada RISZA (Red Internacional para la Sostenibilidad de las Zonas Áridas), liderada por la doctora Elisabeth Huber-Sannwald, cuyo esfuerzo se vincula directamente con la Plataforma de Agadir (www.risza.com.mx). Los miembros del comité técnico académico de RISZA sometimos un proyecto en grupo a la Convocatoria Atención a Atención a Problemas Nacionales 2018 con el título “Observatorio participativo para la protección de la diversidad cultural y biótica de las zonas áridas. Etapa I: Estado de arte del proceso de desertificación y diagnóstico sobre sostenibilidad de sistemas socio-ecológicos de México”.

Foto: Especial


El objetivo general del proyecto es establecer una plataforma de observatorios participativos que posibilite la co-producción de conocimiento en diversos sistemas socio-ecológicos (SSE) característicos y representativos de las zonas áridas de México. Se busca lograr la capacidad de poner en práctica este conocimiento, a través de investigación participativa, considerando la colaboración intersectorial, el aprendizaje social, la educación ambiental, la gobernanza y el avance académico para lograr la protección integral de la diversidad biológica y cultural como base al desarrollo sostenible.

Los observatorios participativos son herramientas para examinar un fenómeno bajo estudio o un determinado tema y constituir un espacio de recopilación e intercambio de información sobre temáticas diversas, con el fin de proveer los criterios necesarios para la generación/toma de decisiones por parte de los usuarios. Además, los observatorios participativos han sido exitosos para tejer distintos sistemas de conocimiento de actores provenientes de diversos sectores, como las comunidades locales, asociaciones civiles, el sector gubernamental y el privado.

Por el momento, se está trabajando en seis observatorios participativos en donde se busca la incorporación de la mayoría de los actores que los conforman. Por medio de talleres y entrevistas se están definiendo los objetivos y los temas por monitorear y evaluar en cada uno de ellos. Por ahora, en dos de ellos se cuenta con el interés de encontrar soluciones innovadoras para el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales de zonas áridas en donde varios miembros del Consorcio de Investigación, Innovación y Desarrollo para las Zonas Áridas estamos colaborando para identificar de manera transdisciplinaria las plantas útiles con potencial de ser estudiadas para lograr su futura comercialización. El consorcio cuenta con un primer catálogo de plantas útiles de manera general y ahora se utilizará esa herramienta para integrarse de manera específica a los contextos de dichos observatorios.

Foto: Especial

Tanto RISZA como CIIDZA son importantes y necesarios, dada la urgencia por identificar, monitorear y evaluar la productividad y la pérdida de la diversidad biológica y cultural, además del cambio climático, las amenazas a territorios por mega-desarrollos, la inseguridad alimenticia, así como la pobreza, la migración y la desintegración social como indicadores clave de la degradación de tierra en las zonas áridas de México, para así poder orientar políticas públicas que los atiendan y lograr incidir en proyectos de desarrollo sostenible para el bienestar socioambiental de sus pobladores.

RISZA mantiene una invitación abierta a todas las personas amantes de los desiertos, sin importar su vocación, a que se unan a nuestra red y ¡juntos podamos incidir en un futuro mejor que mantenga un balance entre la conservación y el desarrollo sostenible de estas regiones!


Autora

Natalia Martínez-Tagüeña es candidata al Sistema Nacional de Investigadores SIN, Catedra Conacyt de Investigación, Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), Consorcio de Investigación, Innovación y Desarrollo para las Zonas Áridas (CIIDZA).

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