/ viernes 24 de enero de 2020

Desde los tendidos de la Plaza de Toros | Cero y van dos, José Mauricio repite triunfo

La novena corrida con un cartel rematado de tres triunfadores de esta temporada, tarde muy fría con cielo gris. El torero de la Plaza México José Mauricio-como se le nombro desde sus inicios- vestido en acero y oro confirmó que tiene patas para gallo, que las orejas que cortó con salida en hombros no fue no fue casualidad y hoy también se fue por la Puerta del Encierro. Torero carismático, trasmite gusto desde sus lances de capa con ritmo, templando, acompañando las embestidas ahora con los toros de Montecristo, uno bravo y codicioso “Viajero” del que a petición general cortó una oreja. El quinto de la tarde “Primazo” después de los lances de capa que remató con una media escultural, un quite por fregolinas muy festejado por el respetable que disfrutó su toreo por la derecha gustándose el de Montecristo, lo prendió, pero José Mauricio con entrega, siempre con el sello de la casa dejó una estocada entera y así obtener su segunda oreja y salir feliz en hombros. Por su parte, FERMÍN RIVERA de malva y oro tuvo en –suerte- un manso y el otro se rajó. JUAN PABLO SÁNCHEZ su lote fue la leña, : el tercero débil y el que cerró plaza era un plomo y se caía. Los aficionados se fueron contentos por las faenas de José Mauricio

LA ÚLTIMA TARDE DEL AÑO 2019

Anunciaba un cartel de Caballeros Toreros, tres, que con los toros de Vistahermosa mostraron sus maneras de hacer el toreo a caballo, con espectaculares equinos que se pudieron admirar desde la hora del sorteo, cuando los peinaban y adornaban para la hora del festejo. Así, ahora HORACIO CASAS, EMILIANO GAMERO Y SANTIAGO ZENDEJAS confirmaron que el rejoneo es un espectáculo para paladares exigentes. Su belleza plástica atrae a toda clase de público, por lo tanto es muy importante que el rejoneador sea un maestro de la equitación y conocedor profundo de la tauromaquia. Que sus caballos estén muy ben adiestrados para que eso le permita hacer las suertes con la mayor perfección posible, además de ser heredero de un arte tan noble, son las figuras de un espectáculo, están obligados a mantener la elegancia y la pulcritud de sus antecesores presentándose impecable y finamente ataviados, así como bien cuidados sus caballo y sus arreos. Desde la aparición del militar cordobés ANTONIO CAÑERO, el rejoneador es un jinete que torea en el más básico sentido de la palabra. Y la lidia del caballo se diferencia en muy pocos aspectos de la lidia de a pie. Un mínimo conocimiento de las querencias y condiciones de los toros, cuyas reacciones positivas o negativas influyen decisivamente en el empeño. El toro bueno en rejones, generalmente lo es también en la lidia a pie. Se puede ver si espera o arranca solo cuando tiene cerca al caballo y se además se cruza es evidente que también es malo para la lidia de a pie. Como se ve al que corta terreno, al que cabecea cuando le clavan o el que embiste retrasado y a la defensiva. Por el contrario el bueno va derecho, con fijeza, acude cuando llaman, embiste con la cara baja, no se va a tablas, no se duele cunado lo hieren. Ese es el toro bueno en todo tipo de lidia. El temple, al igual que en el rejoneo moderno se hace condición imprescindible del rejoneo. Depende del tacto del jinete, de una buena doma y del valor y la confianza del caballo a quién lo aproxima hacia el peligro…NOS VEREMOS MÁS TARDE…QUE EL CIELO LOS JUZGUE…

La novena corrida con un cartel rematado de tres triunfadores de esta temporada, tarde muy fría con cielo gris. El torero de la Plaza México José Mauricio-como se le nombro desde sus inicios- vestido en acero y oro confirmó que tiene patas para gallo, que las orejas que cortó con salida en hombros no fue no fue casualidad y hoy también se fue por la Puerta del Encierro. Torero carismático, trasmite gusto desde sus lances de capa con ritmo, templando, acompañando las embestidas ahora con los toros de Montecristo, uno bravo y codicioso “Viajero” del que a petición general cortó una oreja. El quinto de la tarde “Primazo” después de los lances de capa que remató con una media escultural, un quite por fregolinas muy festejado por el respetable que disfrutó su toreo por la derecha gustándose el de Montecristo, lo prendió, pero José Mauricio con entrega, siempre con el sello de la casa dejó una estocada entera y así obtener su segunda oreja y salir feliz en hombros. Por su parte, FERMÍN RIVERA de malva y oro tuvo en –suerte- un manso y el otro se rajó. JUAN PABLO SÁNCHEZ su lote fue la leña, : el tercero débil y el que cerró plaza era un plomo y se caía. Los aficionados se fueron contentos por las faenas de José Mauricio

LA ÚLTIMA TARDE DEL AÑO 2019

Anunciaba un cartel de Caballeros Toreros, tres, que con los toros de Vistahermosa mostraron sus maneras de hacer el toreo a caballo, con espectaculares equinos que se pudieron admirar desde la hora del sorteo, cuando los peinaban y adornaban para la hora del festejo. Así, ahora HORACIO CASAS, EMILIANO GAMERO Y SANTIAGO ZENDEJAS confirmaron que el rejoneo es un espectáculo para paladares exigentes. Su belleza plástica atrae a toda clase de público, por lo tanto es muy importante que el rejoneador sea un maestro de la equitación y conocedor profundo de la tauromaquia. Que sus caballos estén muy ben adiestrados para que eso le permita hacer las suertes con la mayor perfección posible, además de ser heredero de un arte tan noble, son las figuras de un espectáculo, están obligados a mantener la elegancia y la pulcritud de sus antecesores presentándose impecable y finamente ataviados, así como bien cuidados sus caballo y sus arreos. Desde la aparición del militar cordobés ANTONIO CAÑERO, el rejoneador es un jinete que torea en el más básico sentido de la palabra. Y la lidia del caballo se diferencia en muy pocos aspectos de la lidia de a pie. Un mínimo conocimiento de las querencias y condiciones de los toros, cuyas reacciones positivas o negativas influyen decisivamente en el empeño. El toro bueno en rejones, generalmente lo es también en la lidia a pie. Se puede ver si espera o arranca solo cuando tiene cerca al caballo y se además se cruza es evidente que también es malo para la lidia de a pie. Como se ve al que corta terreno, al que cabecea cuando le clavan o el que embiste retrasado y a la defensiva. Por el contrario el bueno va derecho, con fijeza, acude cuando llaman, embiste con la cara baja, no se va a tablas, no se duele cunado lo hieren. Ese es el toro bueno en todo tipo de lidia. El temple, al igual que en el rejoneo moderno se hace condición imprescindible del rejoneo. Depende del tacto del jinete, de una buena doma y del valor y la confianza del caballo a quién lo aproxima hacia el peligro…NOS VEREMOS MÁS TARDE…QUE EL CIELO LOS JUZGUE…