/ miércoles 1 de diciembre de 2021

Desde los tendidos de la Plaza México | El rejoneo es un espectáculo para paladares exigentes

Es un arte, su belleza plástica atrae a toda clase de público, por lo tanto es muy importante que el rejoneador sea un maestro de la equitación y conocedor profundo de la tauromaquia. Como quedó demostrado por Jorge Hernández Gárate que ataviado muy elegante a la usanza portuguesa, nos brindó, emocionó al respetable, maduro y certero; sacó lo que no tenía el toro.

Llegándole a sus terrenos acertó siempre al primer viaje con el rejón, luciéndose e inspirado con banderillas. Después de impactante pega de los Forcados Amadores, el caballero Hernández Gárate no acertó con el de la muerte y a pie a tierra descabelló al primer intento, dio vuelta al ruedo. Con el cuarto de la tarde el maestro potosino hizo con sus caballos-toreros muy bien adiestrados, binomio perfecto, para bordar la mejor faena de su vida en esta plaza, templando una faena variada, sin mancha en terrenos muy arriesgados, vimos colocar banderillas al violín que levantó a los aficionados de sus asientos, otra espectacular. Después de espectacular pega del forcado René Tirado, no acertó con el acero. Rompió en llanto y dejó el tricornio en manos de Tirado en reconocimiento a su valor, no quiso dar vuelta al ruedo con Tirado pero sí tuvo cerrada ovación. Lástima se le fue la Puerta Grande la del Encierro.

El caballero torero Emiliano Gamero

El rejoneo es también toreo, tenemos que valorar en su ejecución las mismas virtudes que buscamos en la lidia de a pie: valor, conocimiento, temple, sea caballo o caballero . Así, vestido de charro, Emiliano Gamero alegre y seguro trasmitió al respetable su entrega y dominio con sus dos toros, el público festejó colocación de banderillas y luciendo sus corceles. Ya con la oreja en la espuerta, las dos ocasiones, Emiliano por un rejonazo abajo lo impidieron y también dio vuelta al ruedo.

Fauro aloi, hijo de tigre…

Novillero a caballo este joven jinete dejó muy claro que tiene “patas pa gallo”: elegante, con personalidad y seguro, estuvo impecable, domina la alta escuela y trasmite su toreo a caballo ; sobre todo con el toro que cerró plaza, toreando de costado, colocando banderillas por todo lo alto y las suertes clásicas , dejó estupenda impresión, tiene prometedor futuro . Como sus alternantes confirmó: El rejón de muerte no da orejas las quita.

Los forcados amadores de México, mención aparte

Los aficionados que hicieron muy buena entrada salieron felices por el espectáculo ecuestre, la Banda de la Plaza México, las suertes del rejoneo y especialmente con estos valientes que asombraron con las seis pegas espectaculares a los toros de La Estancia, cuatro al primer intento. Ovacionados por el respetable que los disfrutó al máximo Carlos Tirado, René Tirado, Jorge Fernández, Antonio Segura, Juan de Dios Corona y Jaime Guerrero fueron los forcados de cara. Al final los 24 que hicieron las pegas y pusieron a todos de pie fueron despedidos con atronadora ovación. Tuvimos una tarde redonda

Los veremos más tarde…que el cielo los juzgue…


Es un arte, su belleza plástica atrae a toda clase de público, por lo tanto es muy importante que el rejoneador sea un maestro de la equitación y conocedor profundo de la tauromaquia. Como quedó demostrado por Jorge Hernández Gárate que ataviado muy elegante a la usanza portuguesa, nos brindó, emocionó al respetable, maduro y certero; sacó lo que no tenía el toro.

Llegándole a sus terrenos acertó siempre al primer viaje con el rejón, luciéndose e inspirado con banderillas. Después de impactante pega de los Forcados Amadores, el caballero Hernández Gárate no acertó con el de la muerte y a pie a tierra descabelló al primer intento, dio vuelta al ruedo. Con el cuarto de la tarde el maestro potosino hizo con sus caballos-toreros muy bien adiestrados, binomio perfecto, para bordar la mejor faena de su vida en esta plaza, templando una faena variada, sin mancha en terrenos muy arriesgados, vimos colocar banderillas al violín que levantó a los aficionados de sus asientos, otra espectacular. Después de espectacular pega del forcado René Tirado, no acertó con el acero. Rompió en llanto y dejó el tricornio en manos de Tirado en reconocimiento a su valor, no quiso dar vuelta al ruedo con Tirado pero sí tuvo cerrada ovación. Lástima se le fue la Puerta Grande la del Encierro.

El caballero torero Emiliano Gamero

El rejoneo es también toreo, tenemos que valorar en su ejecución las mismas virtudes que buscamos en la lidia de a pie: valor, conocimiento, temple, sea caballo o caballero . Así, vestido de charro, Emiliano Gamero alegre y seguro trasmitió al respetable su entrega y dominio con sus dos toros, el público festejó colocación de banderillas y luciendo sus corceles. Ya con la oreja en la espuerta, las dos ocasiones, Emiliano por un rejonazo abajo lo impidieron y también dio vuelta al ruedo.

Fauro aloi, hijo de tigre…

Novillero a caballo este joven jinete dejó muy claro que tiene “patas pa gallo”: elegante, con personalidad y seguro, estuvo impecable, domina la alta escuela y trasmite su toreo a caballo ; sobre todo con el toro que cerró plaza, toreando de costado, colocando banderillas por todo lo alto y las suertes clásicas , dejó estupenda impresión, tiene prometedor futuro . Como sus alternantes confirmó: El rejón de muerte no da orejas las quita.

Los forcados amadores de México, mención aparte

Los aficionados que hicieron muy buena entrada salieron felices por el espectáculo ecuestre, la Banda de la Plaza México, las suertes del rejoneo y especialmente con estos valientes que asombraron con las seis pegas espectaculares a los toros de La Estancia, cuatro al primer intento. Ovacionados por el respetable que los disfrutó al máximo Carlos Tirado, René Tirado, Jorge Fernández, Antonio Segura, Juan de Dios Corona y Jaime Guerrero fueron los forcados de cara. Al final los 24 que hicieron las pegas y pusieron a todos de pie fueron despedidos con atronadora ovación. Tuvimos una tarde redonda

Los veremos más tarde…que el cielo los juzgue…